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El sector alimentario, entre los más amenazados de España por el ‘Brexit’

La salida de Reino Unido de la UE puede afectar a la facturación especialmente de frutas y hortalizas

Javier Salvatierra
Una mujer compra en una frutería
Una mujer compra en una fruteríaEFE

La industria agroalimentaria española puede sufrir una reducción de sus ingresos, de su volumen de exportación y de sus márgenes comerciales como consecuencia del Brexit. Es una de las conclusiones del estudio Alimentación y bebidas: tendencias 2016 que la consultora KPMG ha publicado este martes y que incluye un capítulo sobre el impacto que la salida de Reino Unido de la UE tendrá en el sector. Según la secretaría de Estado de Comercio, en 2015 las empresas españolas exportaron alimentos y bebidas a Reino Unido por valor de 3.524 millones de euros, lo que convierte al sector en el segundo más importante, solo por detrás del automóvil.

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Las exportaciones de alimentación a Reino Unido han crecido hasta 2015 un 60% con respecto a los 2.200 millones de 2006. La partida más importante de esa cifra es la de frutas, hortalizas y legumbres, con 2.026,5 millones en 2015, un 51% más que una década antes, seguida por las de bebidas, preparados alimenticios, productos cárnicos y grasas y aceites. Sin embargo, este crecimiento podría verse sustancialmente frenado como consecuencia del Brexit.

El estudio repasa efectos internos del Brexit, algunos de los cuales ya se están produciendo. En primer lugar, la depreciación de la libra, que ha caído un 15,18% frente al euro desde que el 24 de junio se conociera el no británico a la UE. La caída de la esterlina encarece las importaciones para las empresas británicas, por lo que el estudio prevé “un impulso a los productos fabricados localmente” y un mayor abastecimiento a “escala local” de los minoristas. Los minoristas británicos tendrán que hacer frente también a “barreras” como aranceles o impuestos a los productos procedentes de la UE. KPMG también señala que se ha producido una caída en los índices de confianza de los consumidores británicos y, con ella, su gasto se resiente, debido “al aumento de la incertidumbre, el esperado incremento del desempleo y la pérdida de poder adquisitivo”.

Importaciones, consumo y aranceles

En lo que atañe a las empresas agroalimentarias españolas, la depreciación de la libra causará, según KPMG, “una pérdida de poder adquisitivo al mercado inglés respecto a las importaciones”. Es decir, las empresas británicas importarán menos. A eso se añade una reducción del consumo, que también contribuirá a reducir las importaciones de alimentos. Los aranceles a los productos europeos también tirarán hacia abajo de este capítulo, por lo que los exportadores españoles de alimentos tendrán que reducir sus márgenes si quieren seguir manteniendo un volumen estable de negocio. Menciona el estudio que, ante las dificultades que pueden tener otros países para colocar sus productos en Reino Unido, pueden volver la vista hacia España, lo que hará aumentar la “presión en el mercado interno” para estas empresas, que tendrían que competir en España con otros actores.

Prevé la consultora igualmente implicaciones en los acuerdos comerciales que las empresas españolas mantengan con socios en Reino Unido. Además, se producirán cambios legales en el mercado británico que podrían obligar a obtener nuevas licencias o cumplir nuevos estándares e incluso a verse obligados a nuevas cargas fiscales.

Ante todo ello, la consultora recomienda a las empresas que hagan un esfuerzo para “cuantificar el impacto directo” del Brexit en sus cuentas y que elaboren “planes de actuación” para los diversos escenarios que puedan producirse.

Los directivos creen que el comercio online marcará las tendencias del sector

En el estudio de KPMG se incluyen los resultados de una encuesta con 94 directivos españoles del sector de la alimentación y las bebidas. Entre las conclusiones destaca la importancia que le dan al comercio por Internet, ya que consideran que es el factor que marcará en mayor medida la evolución del comportamiento de los consumidores en los próximos años, por encima incluso del precio. Los altos cargos de la industria alimentaria española apuntan al negocio online como un factor clave para anticipar las tendencias de consumo de los próximos años, y un 30% lo escoge como el más relevante, cuatro puntos por encima de 2015. Mientras, el precio decae como motor de los cambios: el año pasado, este mismo estudio señalaba el precio como el ingrediente fundamental para el 28% de los encuestados, mientras que ahora fue señalado por el 25% de la muestra.

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