Bruselas pide a España reformas y avances en la privatización de Bankia

Uno de los mejores economistas de todos los tiempos, John K. Galbraith, predijo una enorme subida bursátil justo antes del crash de 1929: hasta los sabios se equivocan. Es fácil errar en las previsiones, y sin embargo es difícil equivocarse con las recomendaciones de Bruselas y Fráncfort: la Comisión Europea y el BCE aplaudieron ayer la reestructuración bancaria española y subrayaron que la recuperación va viento en popa, pero inmediatamente después reclamaron lo de siempre —más ajustes, más reformas— y subrayaron el abanico de riesgos al acecho.

El informe preliminar sobre el rescate a España -41.300 millones para sanear el sistema financiero- concluye que el “robusto crecimiento” permite sostener “el reequilibrio de la economía y la estabilización del sistema financiero”. En Bruselas, con todo, las frases importantes empiezan siempre con un pero: “Sin embargo, asegurar un crecimiento equilibrado sigue siendo un reto”. Hay deberes para el nuevo Gobierno: “La agenda de reformas estructurales debe reanudarse una vez que haya un nuevo Ejecutivo con plenos poderes”. Además, BCE y Comisión exigen recortes. Reclaman “un nuevo ajuste fiscal”, que el ministro de Economía, Luis de Guindos, ha cifrado en medio punto de PIB. El tijeretazo asciende a unos 5.500 millones, básicamente con subidas de impuestos que reviertan la rebaja fiscal electoralista y a destiempo del presidente en funciones, Mariano Rajoy, justo antes de las elecciones.

El análisis preliminar de Bruselas y Fráncfort se centra en la banca. Los denominados hombres de negro estuvieron en España entre el 17 y el 19 de octubre, y constataron que la reestructuración del sistema financiero va por buen camino, con la morosidad por debajo del 10%. Y aun así la Comisión propina varios reveses: se queja de que no ha habido nuevos pasos en la privatización de Bankia y BMN, vaticina nuevas pérdidas en la Sareb (el banco malo) y constata que el crédito, a pesar de todo, sigue cayendo. España va bien, versión bruselense: “El PIB crece por encima de las expectativas”, pero el ramillete de riesgos sigue siendo formidable.