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Barcoj: “Las tarjetas de los consejeros estaban protegidas. No las consulta cualquiera”

Ildefonso Sánchez Barcoj, exdirector financiero de Caja Madrid, niega que el consejero delegado, Francisco Verdú, rechazara la black, como afirmó ante el juez

Ildefonso Sánchez Barcoj en la Audiencia NacionalFoto: atlas

Ildefonso Sánchez Barcoj, exdirector financiero de Caja Madrid, ha sostenido en la cuarta sesión del juicio por las tarjetas black de Caja Madrid que "las tarjetas de los consejeros estaban protegidas. No las podía consultar cualquiera. No así la de los directivos, que estaban abiertas, estaban online y las podía ver cualquiera". Sánchez Barcoj es el imputado que más dinero gastó: 575.000 euros entre 2002 y 2012.

A lo largo de su declaración, ha sostenido que "la tarjeta era parte del salario". Preguntado por si hubo alguna diferencia entre el sistema de retribución con las tarjetas en los años de presidencia de Miguel Blesa y los de Rodrigo Rato, Barcoj respondió: "La única diferencia entre la tarjeta de Blesa y la de Rato es que a la segunda se le aplicó un decreto que limita el conjunto de la retribución hasta los 600.000 euros por todos los conceptos".

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De esta forma, Barcoj salió al paso de las declaraciones de Rato que había dicho que en 2010 y 2011 el importe de la tarjeta era una retribución adicional a su salario, aunque en 2012 ya se transformó en una parte del salario, es decir, que lo gastado iba contra el sueldo total anual.

El mecanismo de funcionamiento de las black, según este ejecutivo, era el siguiente: "El presidente se juntaba con cada uno de los directivos y les decía cuánto se llevaban de fijo, de variable y cuánto había en la tarjeta. A continuación, el presidente se lo detallaba al comité de retribuciones", declara Barcoj.

"Verdú no rechazó la tarjeta"

Barcoj, al igual que Rato, desmintió las declaraciones de Francisco Verdú, ex consejero delegado de Bankia, quien nunca utilizó la tarjeta porque, según dijo ante el juez durante la instrucción, era una mala praxis bancaria. "El señor Verdú no rechazó la tarjeta y le podía haber dicho a sus subordinados que la cancelasen. Pero no lo hizo. No sé si dijo que la tarjeta era una mala praxis", afirmó Barcoj.

Respecto a si lo declaró ante Hacienda o no, Barcoj esgrimió que el director de personal le remitió una hoja con sus retenciones de 2012 en la que se reflejaba lo ingresado por nómina y lo gastado con la tarjeta. Más tarde, dijo, Bankia le comunicó que se había detectado un error en el certificado y que se le enviaba uno nuevo en el que solo se recogían las nóminas. "Podía haber puesto una denuncia y quizá debía haber denunciado este cambio", afirmó Barcoj, dejando caer la mala actuación que ha tenido Bankia en todo el proceso.

Ese malestar se ha reflejado en la comunicación de los datos de las tarjetas. "No se sabe cómo han aparecido los gastos de las tarjetas", afirmó Barcoj indignado. "En esos documentos se dice que yo gasto en casinos. Pero he estado en Las Vegas y tan solo he gastado un cuarto de dólar. En realidad, yo tuve una comida en el Casino Club de Madrid, que es un restaurante. Es como si a un amante de las ballenas le dicen que se ha ido de safari. Imagínense con mis amigos... Tampoco tengo ni barco, ni chalé en la sierra, ni chalé en la playa y, sin embargo, se dice que he tenido un gasto en combustible a domicilio".

Y concluyó la crítica: "No era necesario poner la interpretación de los gastos. Por suerte, a mí no me han asignado lencerías y clubes... Que a mí me parece muy bien que se lo gasten en eso".

De acuerdo con la versión de Barcoj, la comisión de retribuciones aprobaba la masa salarial. Pero, según explica, era el presidente el que distribuía las cantidades entre los directivos. Y desde el año 2004 el presidente tenía, además, que comunicar a la comisión de retribuciones cómo había repartido esa masa salarial. "Yo no tenía ninguna competencia para anular ninguna tarjeta", añade Barcoj al ser interrogado por la razón de que se hubiesen seguido usando las tarjetas tras haber abandonado la entidad.

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