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El Banco de España alerta sobre la prolongación de la falta de Gobierno

Sube la previsión de crecimiento de este año al 3,2% pero advierte de que se incumplirán los objetivos de déficit este año y el próximo

Antonio Maqueda
Reloj en la fachada de la sede del Banco de España, en la Plaza de Cibeles en Madrid. EFE/Archivo
Reloj en la fachada de la sede del Banco de España, en la Plaza de Cibeles en Madrid. EFE/ArchivoEFE

El Banco de España insiste en los riesgos que genera la prolongación de un Gobierno en funciones. Esta situación provoca una "incertidumbre acerca del curso futuro de las políticas económicas y, en particular, acerca de la pauta de consolidación fiscal y de las eventuales medidas presupuestarias que son necesarias para satisfacer los objetivos de déficit público", afirma la institución en su último boletín económico. En sus previsiones, el supervisor ya adelanta que este año y el próximo España incumplirá las metas de déficit pactadas con Bruselas: calcula que se cerrará en el 4,9% del PIB en 2016 frente al objetivo del 4,6%, y en el 3,6% en 2017 frente al 3,1% exigido. O lo que es lo mismo, la falta de Gobierno puede impedir la mejora de las cuentas públicas.

"Cualquier retraso en el calendario de corrección del desequilibrio presupuestario (cuyo cumplimiento es imprescindible para afianzar la sostenibilidad de las cuentas públicas) y en la aprobación de las reformas (necesarias para aumentar el crecimiento potencial) acrecienta la vulnerabilidad de la economía ante posibles perturbaciones exógenas", sostiene el documento elaborado por el servicio de estudios del Banco de España. La interinidad del Ejecutivo "puede terminar afectando a la confianza de los agentes privados y, por tanto, a sus decisiones de consumo, inversión y contratación", indica. Si bien fuentes de la entidad reconocen que, por el momento, no se ha percibido un impacto en la evolución del PIB o éste ha sido compensado por otros factores. Quizás, porque hasta ahora las Administraciones Públicas han podido contar con unos presupuestos. 

Más crecimiento para 2016

La economía española se ha comportado mejor de lo esperado en los recientes meses. Y eso ha llevado al Banco de España a elevar su previsión de crecimiento para este año hasta el 3,2%, un 0,4% más que lo vaticinado en junio, según consta en el Informe Trimestral del organismo. En el tercer trimestre, la institución apunta un avance del 0,7%, una décima menos que en los cuatro trimestres anteriores.  

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Sin embargo, esa mayor fortaleza de lo esperado no se traduce en una revisión al alza del crecimiento que pronostican a más largo plazo. La entidad mantiene que la actividad se desacelerará en los dos próximos años hasta un 2,3% en 2017 y un 2,1% en 2018. La razón: ese efecto arrastre que brinda la mejora experimentada en los últimos meses se neutralizará por un mayor precio del petróleo y un menor avance de los mercados de exportación provocado, en buena medida, por la incertidumbre del Brexit. Reino Unido es "destino de una fracción importante de las exportaciones españolas de servicios turísticos y no turísticos", señala el informe. Además, los precios de los competidores crecerán menos de lo estimado hace unos meses, lo que unido a la mayor robustez del euro también supondrá un lastre para nuestras ventas al exterior en un contexto de ralentización del comercio mundial.   

Con la vista puesta en el periodo 2017-2018, el Banco de España augura una "reducción de la aportación prevista del consumo privado". Y añade: "Aunque el consumo seguirá sustentándose en la prolongación del fuerte ritmo de creación de empleo, la expansión de las rentas de los hogares en términos reales será menos pronunciada que en el pasado reciente, como consecuencia del agotamiento de los factores que la habían venido impulsando transitoriamente". En definitiva, los ahorros del petróleo, la relajación de la austeridad en 2015 y 2016, la depreciación del euro o el brutal repunte inicial del consumo y la inversión ya no prestarán tanto impulso como venían haciendo. Y la evolución desfavorable de estos elementos tan sólo se verá parcialmente mitigada por una relajación adicional de las condiciones financieras motivada por la expansión monetaria del BCE. 

Los expertos del banco consideran que el año que viene se retornará a los niveles de PIB previos a la crisis en términos nominales. Es decir, prácticamente se habrá perdido una década desde el inicio de La Gran Recesión.  

Sin cumplimiento del déficit

Respecto al déficit público, el Banco de España prevé que éste se sitúe en el 4,9% a cierre del año, por encima del nuevo objetivo del 4,6% ampliado por Bruselas. Fuentes del organismo matizan, no obstante, que esta estimación no recoge la subida de las retenciones del impuesto de sociedades que Hacienda estima en 8.000 millones pero que todavía no han sido concretadas. El año que viene el déficit alcanzaría el 3,6%, lejos del 3,1% reclamado por Europa. A ese 3,6% se llega con un tono neutral de política presupuestaria. Por tanto, la política fiscal debería volver a tomar un signo restrictivo, explican. De ahí que se antoje tan importante la formación de un Gobierno que tome medidas, esto es, ajustes. 

A pesar de la desaceleración económica, el mercado de trabajo continuará creando puestos de trabajo a ritmos elevados, sustentados por la continuidad de la moderación salarial. A finales de 2018, la tasa de paro se colocará ligeramente por debajo del 17% de la población activa, en parte porque el servicio de estudios detecta una reducción del número de personas en disposición de trabajar: por un lado, debido al envejecimiento de la población. Por otro, con la crisis, los jóvenes retrasan su incorporación al mercado laboral y alargan su educación. Por último, el documento enfatiza otra nota negativa: esta generación de puestos de trabajo se hará con leves incrementos de la productividad, “como es habitual en las fases expansivas de la economía española”.

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Sobre la firma

Antonio Maqueda
Periodista de la sección de Economía. Graduado en Periodismo en la Universidad de Navarra y máster por la Universidad de Cardiff, ha trabajado en medios como Cádiz Información, New Statesman, The Independent, elEconomista y Vozpópuli.

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