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El FROB estudia que Bankia absorba BMN, el banco de Caja Murcia

La difícil situación de BMN en el futuro y la inestabilidad política, acicates de la operación

Íñigo de Barrón
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. EFE

El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que controla Bankia y Banco Mare Nostrum (BMN), banco procedente de Caja Murcia, ha decidido “poner en marcha las medidas necesarias para la reordenación de sus entidades mediante la fusión de Bankia y BMN”. La operación sería una absorción de la segunda por parte de Bankia, que es cinco veces mayor y gana 15 veces más. Este paso, impulsado por el Ministerio de Economía, se considera una forma de dejar encarrilada la operación para que el siguiente Gobierno la apruebe. 

En junio pasado, José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, dejó claro su posición: “Sin haber visto números, la fusión tiene sentido desde el punto de vista de negocio. Somos dos entidades complementarias en la red de distribución y negocio, con un sentido industrial bastante claro”, señaló en unas jornadas organizadas en Santander.

A lo largo de 2016, la posible fusión ha sido un rumor recurrente en el mercado. La difícil situación que atraviesa BMN, le complica su futuro en solitario. El sector, y más las entidades pequeñas, se enfrentan a un futuro complicado por la caída de márgenes. Esta situación ha obligado a este banco a buscar su integración en su hermano mayor, el también público Bankia.

La tarde del miércoles, el FROB, que tiene alrededor del 64% de las dos entidades, comunicó que “buscará la reordenación de sus entidades participadas, mediante la fusión de Bankia y BMN, explorando, al mismo tiempo, otras posibles alternativas”. Apuntó: “A fecha de hoy, se trata exclusivamente de una actuación de estudio sin que, hasta el momento, se haya tomado decisión alguna para que la mencionada transacción se lleve a cabo”.

También comunicó que, “cualquier posible operación de integración se realizará con la finalidad de maximizar el valor de los accionistas del grupo BFA-Bankia y, por tanto, optimizar la capacidad de recuperación de las ayudas públicas”.

Sobre este último aspecto, la recuperación de las ayudas de los contribuyentes, fuentes financieras consultadas coinciden en que es más fácil recuperar parte de lo invertido en BMN si se entrega a Bankia que si continúa solo.

No obstante, la operación puede acarrear pérdidas a corto plazo para el Estado porque será imposible recuperar todo lo invertido en BMN, la entidad con sede en Murcia. Bankia deberá realizar una valoración objetiva de BMN para no perjudicar a sus accionistas.

Valoración de 700 millones

 Mirando la cotización de Liberbank, una entidad similar a BMN, se puede extrapolar que el valor del banco presidido por Carlos Egea sería de unos 700 millones. Aunque se aplicará una prima por la toma del control de BMN, Bankia también deberá tener en cuenta que tiene un déficit de provisiones de casi 500 millones para que sus morosos estén cubiertos al 60%, al nivel de la entidad presidida por Goirigolzarri, según cifras preliminares.

Además, hay un importante problema técnico: Bankia no puede realizar ninguna fusión hasta junio de 2017 y no le está permitido ampliar significativamente su balance hasta diciembre del próximo año. Esta situación podría cambiar si Bruselas modificara estas normas. Según fuentes bancarias, tanto la Comisión Europea como el BCE ven con buenos ojos la operación, pero solo si hay un Gobierno estable.

En el mercado se considera que el FROB, controlado por Luis de Guindos, ministro de Economía, ha impulsado la operación para dejarla a salvo del devenir político, ya que el FROB irá quemando etapas para la fusión en próximos meses. De esta forma, Guindos evitaría que BMN, entidad de la que fue presidente de la comisión de Auditoría, acabara teniendo problemas financieros, lo que supondría una situación incómoda.

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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