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Bruselas investiga a Luxemburgo por ventajas fiscales a la francesa GDF Suez

Vestager viaja hoy a EE UU tras el 'caso Apple' y neutraliza así las críticas de Washington

Claudi Pérez
La comisaria europea de Competencia, Margrethe Vestager
La comisaria europea de Competencia, Margrethe VestagerPATRICK SEEGER (EFE)

La lupa de Bruselas sigue encima de los países que dan ventajas fiscales a las multinacionales. La Comisión Europea ha abierto hoy una nueva investigación a Luxemburgo, un pseudoparaíso fiscal en el corazón de la UE, por ventajas fiscales indebidas a GDF Suez (multinacional francesa que se hace llamar ahora Engie). En pocas palabras: GDF Suez "pagó menos impuestos que otras sociedades", según la comisaria de Competencia, la danesa Margrethe Vestager, gracias a acuerdos fiscales (tax rulings, en la jerga impenetrable de ese negocio que es eludir impuestos) con las autoridades luxemburguesas.

La Comisión da así un doble golpe de efecto. Por un lado, demuestra que va en serio contra las prácticas fiscales de ese tipo, que han sido habituales en países como Luxemburgo, Irlanda, Holanda o Bélgica durante muchos años. Y por otro, se reivindica contra las acusaciones vertidas por Estados Unidos y sus multinacionales, que acusan a la Comisión de haber emprendido una caza de brujas contra los intereses norteamericanos en Europa. Vestager ha disparado recientemente contra Apple en Irlanda. Y en el pasado, contra Amazon y Starbucks en Luxemburgo y Holanda. Pero Bruselas --en un expediente que inició el antecesor de Vestager, el español Joaquín Almunia-- también investiga a compañías europeas, como la italiana Fiat y, ahora, la francesa GDF Suez (aliado histórico de La Caixa en Agbar, y relacionada con la trama Púnica de corrupción). Curiosamente, Vestager inicia hoy un viaje a Estados Unidos, por lo que esa decisión desmonta en parte los argumentos del Ejecutivo estadounidense, que protestó tras la decisión de Apple a través del Tesoro.

En este caso concreto, Bruselas quiere aclarar si Luxemburgo derogó de manera selectiva (es decir, solo para esta empresa, lo cual está terminantemente prohibido por las reglas de ayudas de Estado) algunas disposiciones fiscales que permitían tratar transacciones entre filiales de GDF Suez "de modo incompatible". En plata: Luxemburgo podría haber permitido desde 2008 --cuando su primer ministro era Jean-Claude Juncker, actual jefe de la Comisión Europea-- acuerdos ventajosos que otorgaban a la empresa beneficios fiscales en operaciones entre filiales. Las transacciones financieras pueden gravarse de forma diferente, en función del tipo de operación (que afecte al capital o a la deuda), "pero una sola empresa no puede ganar por ambos lados, por una misma y única transacción", según la comisaria Vestager.

Luxemburgo niega la mayor, como ya lo hizo Irlanda con Apple: "No se concedió ningún tratamiento fiscal especial", según el Ejecutivo del gran ducado, informan EFE y Europa Press. La Comisión apunta lo contrario: "Una proporción significativa de los beneficios de GDF Suez en Luxemburgo se obtenía a través de los tax rulings y no están gravados en absoluto".

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Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

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