México atenúa sus previsiones de crecimiento para 2016 y 2017
El banco central dice que el consumo privado se ha estancado, igual que la demanda externa y la inversión
La economía mexicana crecerá a menor ritmo este año y el que viene, de acuerdo a la revisión de los indicadores macroeconómicos que ha presentado el Banco de México. El presidente de la institución, Agustín Carstens, ha explicado que el PIB del país aumentará entre 1,7% y 2,5% este año, una estimación algo menor de la del trimestre anterior, cuando la previsión era que la economía doméstica creciera entre el dos y el tres por cien.
Los números del Banco de México coinciden con los que daba hace unos días la Secretaría de Hacienda, que estimó un crecimiento de entre el dos y el 2,6% para este año. El segundo de a bordo de la secretaría, Fernando Aportela, dijo que México avanza en medio de un entorno poco alentador, donde las principales potencias económicas de la región, Brasil y Argentina, reportaron una recesión del 3,8 % y 2,5 % respectivos de sus economías en el segundo trimestre de 2016.
Según el Banco de México, los motivos de la revisión a la baja son la “desaceleración del consumo privado” y la “debilidad de la demanda externa y la inversión”. Es decir, los mexicanos gastaron menos y Estados Unidos importó una cantidad de bienes menor de la esperada. “En este contexto”, argumentan desde la entidad, “si bien se continúa previendo una recuperación de la producción industrial estadounidense que contribuya a impulsar las exportaciones mexicanas en los siguientes trimestres, se espera que dicho empuje sea menor al anticipado en el Informe previo”. Así, el banco central ha revisado también las previsiones para 2017, estimando un crecimiento menor del que había informado anteriormente. El año que viene, la economía mexicana crecerá entre el dos y el tres por cien. En mayo, Cartens informó que lo haría entre el 2.3 y el 3.3%.
Esta es la cuarta modificación a la baja de las previsiones sobre el comportamiento de la economía mexicana desde 2014. Según el diario El Financiero, el Banco de México informaba entonces de que el PIB mexicano crecería este año hasta en un 4.2%. El entorno adverso, ha dicho Carstens, el estancamiento del comercio mundial o eventos externos que han provocado “alta volatilidad financiera”, caso del referéndum del Reino Unido sobre su salida de la Unión Europea, pesan en el desempeño de la economía mexicana.
El país norteamericano, cuya riqueza depende un tercio de las exportaciones según el Banco Mundial, afronta un futuro incierto. Por un lado aguarda una recuperación del precio del petróleo, que le permita mejorar sus ingresos. Por otro, espera que se aclare el panorama político en Estados Unidos y las intenciones del candidato que se imponga en las elecciones de noviembre.
