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La gran apuesta de BlueBay

El grupo hotelero del empresario español Jamal Satli prepara la salida a Bolsa

Jamal Satli, presidente y fundador de BlueBay.
Jamal Satli, presidente y fundador de BlueBay.
Juan Jesús Aznárez

El empresario español Jamal Satli Iglesias, asturiano por parte materna y de origen árabe por la paterna, demuestra gran habilidad para los negocios desde que acometiera el primero a los 18 años. Tres decenios después de su viaje iniciático al mundo de las inversiones, y también de las dentelladas de la competencia, ultima la salida a Bolsa de la emergente BlueBay Hotels, con una cartera valorada entre 600 y 700 millones de euros: 60 establecimientos afiliados en 30 destinos, 50.000 camas y 5.700 empleados repartidos por Europa, Caribe, Oriente Próximo y el norte de África.

La subida en flecha en los últimos siete años de la compañía que preside la sitúa entre los 10 mayores operadores turísticos españoles. Tiene previsto invertir 35 millones de euros en la renovación integral del hotel Miguel Ángel, en Madrid —donde Satli ha vivido y crecido— para convertirlo en uno de los cinco estrellas más importantes de España.

"Preparamos una socimi que en los próximos meses sacará a Bolsa varios establecimientos, encabezados por el emblemático Miguel Ángel", dice este emprendedor de 47 años, que ha heredado la inquietud empresarial de la familia. Su abuelo Amarante Iglesias se dedicó a los negocios y la agricultura en Asturias, y el paterno, sirio, fue propietario de varios laboratorios farmacéuticos. "Planeamos contar en nuestra cartera con más de 100 hoteles en los próximos cinco años". Presente en México, República Dominicana, Cuba, Brasil, y otros países latinoamericanos, el consorcio tiene programadas aperturas en Turquía, Emiratos Árabes, Egipto, Omán y Marruecos.

El desembarco en mercados de Oriente Próximo —apetecibles, pero políticamente inestables— no es fácil. "Creo que a largo plazo la única forma de resolver los conflictos, no solo de Siria sino de toda la región, es buscar soluciones desde la raíz. Y todo ha de empezar en los colegios. Cualquier país que tenga tiranía, pobreza, falta de esperanza en el futuro y falta de trabajo, lleva a que crezcan las partes más extremas de su pueblo". Asociado con el holding angloiraquí General Mediterranean (GMH), con cuarenta años de experiencia en el sector, el empresario español está empeñado en la expansión internacional de BlueBay, con central operativa en Palma de Mallorca, y de inversiones en Dubái. Las socimi en el sector hotelero, explica, se han convertido en un instrumento para la financiación: facilitan la expansión y la internacionalización, solucionan el problema de sucesión de las empresas familiares y permiten la unión de pequeños grupos hoteleros.

En resumen

Marcas: BlueBay, BlueDiamond, BelleVue y Le Royal (de lujo)

Establecimientos: 60 en 30 destinos en España, Brasil, Cuba, República Dominicana, Egipto, México, Marruecos, Omán, Panamá, Portugal, Arabia Saudí, Emiratos Árabes, Reino Unido, Túnez, Turquía, Luxemburgo, Líbano y Jordania.

Próximas aperturas: Estambul (Turquía); Sharm El Sheikh y Hurghada (Egipto), Marrakech (Marruecos) y Salalah (Omán).

La afluencia y aumento de turistas hacia Cataluña, Canarias, Andalucía y Baleares bate récords en España este año pero, en su opinión, conviene no olvidar que "contamos con un porcentaje de prestados, debido a los actuales conflictos, por lo que debemos intentar posicionar, no solamente nuestros productos, sino también nuestros servicios y ofertas para poder fidelizar un porcentaje de estos nuevos clientes. Tengo muy claro que en España es donde se encuentran los mejores profesionales del sector: Iberostar, Riu y Barceló, entre otros". La principal clientela de las instalaciones administradas por Satli Iglesias y su equipo son viajeros ingleses, franceses, alemanes y americanos. Aumentar la presencia de huéspedes nórdicos en sus hoteles es uno de los objetivos de un grupo joven, que despegó en el bienio 1999-2000, y sorteó la crisis económica española diversificándose a partir del 2010, aterrizando en destinos boyantes: por un lado el Golfo, y por otro el Caribe y otros balnearios. "En lugar de quedarnos atascados y esperar que el mercado cambie, nosotros nos hemos adaptado a los mercados".

Raíces asturianas

Casado con Susana López Monroy, zaragozana y ex guardia civil —"obviamente, manda ella"— son padres de tres hijos. Se hizo cargo de los negocios familiares junto a su madre tras el fallecimiento del padre, el arquitecto y empresario Hassan Satli. Menos afortunada al enviudar, la abuela materna, Honoraria Portos, trabajó en las minas asturianas para sacar adelante a la prole. "Mi fuerte arraigo a mi tierra de Asturias me ha dejado huella en la vida y en mi forma de ser. Por la parte árabe, es enriquecedor tener una multiculturalidad presente en casa".

Siempre en ebullición, explorando nuevos nichos de negocio, mantiene el 49% de las acciones del Málaga Club de Fútbol, y acentúa su presencia en Andalucía. Satli Iglesias vive la mayor parte de su tiempo en Dubái, Londres, México, los aviones y las suites de sus hoteles, pero su residencia permanente es la audacia empresarial, no exenta de riesgos y quebraderos de cabeza, como los derivados de la compra de once hoteles de Marsans. Varias empresas acreedoras de la multinacional subastada demandaron a su grupo reclamándole responsabilidades subsidiarias, pero la Audiencia Nacional y el Supremo fallaron a su favor: no encontraron razones para atender la demanda, ni ilegalidades en la compra de las propiedades subastadas.

"Cuando se convocó el concurso de acreedores, acudimos al Juzgado de lo Mercantil y cumplimos todo lo que establece la ley. Por eso la justicia nos ha dado la razón. Nuestra oferta fue la mejor en las pujas de los distintos grupos hoteleros interesados. Gracias a Dios, hicimos las cosas bien, porque si no hubiéramos tenido un problemón. El proceso fue latoso, y contrariamente a lo que se decía desde alguna prensa, hemos mantenido el empleo y los establecimientos abiertos". Uno de sus asesores comenta que "el movimiento de Jamal fue un jaque a los grandes, que te toleran cuando eres el último de la fila, pero te enseñan los dientes y desprestigian si te acercas". Durante la entrevista, el presidente de BlueBay elude resucitar un conflicto cuyo recorrido judicial parece agotado. Pragmático y conciliador, prefiere hablar, "como los empresarios franceses y americanos", de colaboración y crecimiento conjunto del empresariado español.

Aunque el consumo interno en España está alcanzando cifras cercanas a los índices anteriores a la crisis, según algunos estudios, una empresa que pretenda seguir creciendo "debe tener un ojo puesto en el mercado internacional", subraya el empresario. Como las exportaciones salvaron a muchas empresas de situaciones complicadas o incluso de la quiebra, "lo más inteligente es que uno de los pilares de la empresa descanse en la actividad y negocios generados en el mercado internacional. La inversión es necesaria y casi obligada para obtener frutos a medio y largo plazo".

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