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Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

Un modelo para recolocar parados

España tiene un problema. Se llama ineficacia de las políticas públicas de empleo

Xavier Vidal-Folch

España tiene un problema. Se llama ineficacia de las políticas públicas de empleo. El servicio público de empleo británico recoloca en el plazo de un año al 86% de los parados demandantes de empleo (2011). El programa francés para desempleados menores de 26 años, un 27%. El SEPE español, un 2%. Sus mejores homólogos autonómicos —el catalán y el extremeño— han logrado en sus mejores momentos culminar hasta el 12% de las colocaciones gestionadas.

El éxito del modelo británico (el alemán también es muy eficaz) se basa en la confluencia, competencia y colaboración público-privada, que aquí siguen siendo por desgracia mal vistas.

Por desgracia, porque hay programas que funcionan muy bien, aunque en muchos casos aún se trate de experiencias locales, limitadas, aplicadas a universos pequeños.

Una de ellas es el programa Feina amb Cor (Trabajo con Corazón) desarrollado por la asesoría Ingeus para Cáritas/Barcelona. Hasta diciembre de 2015 ha atendido a 2.983 personas: el 64% encontró un primer empleo en un plazo de medio año, y hasta el 71% posteriormente. De sus usuarios, un 39% llevaba más de tres años en el desempleo, la mitad cuenta más de 45 años y el 63% posee un nivel bajo de formación.

"Nuestro propósito es que la gente que cae a la cuneta, salga de ella", explica el consejero delegado de Ingeus, Gregori Cascante. Opera tanto o más "sobre la igualdad de oportunidades que sobre política de empleo". Más que formar, orienta al parado (con un asesor personal durante seis meses) muchas veces con técnicas de coaching: a redactar un curriculum, a conocer sus habilidades, a presentarse, a mantener una entrevista, a buscar oportunidades por Internet...

A veces le ayudan a adquirir el material requerido por el ofertante de empleo: seis aspirantes al puesto de ayudante de cocina lo obtuvieron al poder presentarse con un juego de cuchillos; un vigilante de noche, al exhibir unos zapatos negros; un chaval que encontró plaza en Valencia pudo personarse allí porque se le pagó el billete... Elemental, pero no obvio. Unos recuperan la motivación perdida, otros aprenden a poner sus capacidades en orden, los demás, aprenden a gestionar mejor su tiempo.

El gran dilema de estos servicios es si consiguen un efecto sustitución de suma cero, o sea, si logran colocar a unos parados (sus usuarios) en vez de otros (los que no lo son). "Lo que es seguro es que logramos que las colas del desempleo se cronifiquen menos; que muchas empresas incorporen a gente más adecuada al perfil perseguido, con lo que su empleo resulta más estable; y sobre todo, que los de la cuneta de la larga duración que nunca encontrarían un puesto de trabajo logran recolocarse", indica Cascante.

Ingeus pertenece a un grupo multinacional fundado hace 23 años por Thérèse Rain, esposa del exprimer ministro laborista australiano Kevin Rudd, varias veces condecorada por su compromiso con los derechos humanos. Empresa y tarea social. Lucro y solidaridad.

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