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Santiago Hagerman  / Socio director de GBS Finanzas

“El mercado se mueve cada vez más a golpe de ‘tuits”

Este profesional con más de 22 años de experiencia dirige el área de gestión de grandes patrimonios

David Fernández
Santiago Hagerman, socio director de GBS Finanzas
Santiago Hagerman, socio director de GBS FinanzasSANTI BURGOS

Las personas más ricas de España (Amancio Ortega, familia del Pino o Alicia Koplowitz) manejan su dinero a través de sociedades de inversión personales o family offices. Es un servicio al alcance de muy pocos porque supone que un grupo de profesionales se dedique en exclusiva a velar por la preservación del capital de su cliente. Los patrimonios intermedios tienen como alternativa la banca privada tradicional. Sin embargo, también hay una tercera vía como el servicio de multi family office que ofrece GBS Finanzas. Esta división, que ofrece gestión y asesoramiento especializado a un reducido número de clientes, fue creada en 2003 y desde entonces no ha parado de crecer. Al frente está Santiago Hagerman, un profesional con más de 22 años de experiencia que ha pasado por entidades como Goldman Sachs, Deutsche Bank o Guggenheim Partners.

Pregunta. ¿Qué balance hace de estos 13 años de funcionamiento del área de family office?

Respuesta. La industria ha cambiado mucho. Cuando empezamos, gran parte del trabajo consistía en explicar lo que hacíamos. No entendían lo que era un asesor independiente, estaban acostumbrados a trabajar con sus bancos y no veían claro el conflicto de interés que había en ello.

P. ¿Eso cambia con la llegada de la crisis?

R. Sí, creo que fue la crisis lo que aceleró ese cambio. Ya ha 160 Eafis [Empresas de asesoramiento financiero]. Por lo tanto, nuestro trabajo ya no es explicar qué hacemos sino cómo nos diferenciamos de la competencia.

P. ¿Sus rivales entonces son las Eafis y no los bancos privados?

R. Yo diría que sí, aunque tienen una estructura menos sofisticada. Nosotros estamos registrados como agencia de valores mientras que las Eafis tienen más limitaciones y solo pueden ser asesores. Para ser más ágiles, muchas de ellas se van a convertir en agencias de valores.

P. ¿Cuántos clientes tienen?

R. Tenemos alrededor de 80 clientes. Son grandes familias empresariales de éxito. Su patrimonio es fruto de una vida de trabajo, o incluso de varias generaciones, por lo que su principal objetivo es preservarlo.

P. ¿Qué patrimonio gestionan?

R. Cerca de 1.200 millones. Es una cantidad importante y hace que nos diferenciemos de la competencia. Tener ese volumen ayuda para lograr determinadas economías de escala. A diferencia de los family office de una sola persona, nosotros tenemos muchas familias y actuamos en conjunto. Eso nos da fuerza para negociar comisiones con los bancos.

P. ¿Qué le piden a un banco para trabajar con él?

R. Buscamos que sea sólido como depositario, que tenga unos ratios de capital elevados y que ofrezca un servicio de arquitectura abierta donde podamos acceder a los mejores productos del mercado y no solo a los suyos.

“La banca privada tradicional se está quedando obsoleta”

P. ¿Exigen un patrimonio mínimo a sus clientes para trabajar con ellos?

R. El patrimonio de nuestros clientes oscila entre los cinco y los 100 millones de euros. Si tienen menos de cinco millones contamos con otras estructuras y servicios, pero fuera ya del modelo de family office.

P. ¿Cómo se logra preservar el patrimonio de un cliente con los tipos de interés tan bajos?

R. La inversión más conservadora que uno podía tener en cartera, la deuda pública, ha desaparecido como alternativa. Por lo tanto, el inversor ha rotado hacia renta variable porque es una de las pocas opciones donde hay rentabilidad. El problema es que la volatilidad también ha aumentado. La manera de convencer al cliente que ahora debe asumir algo más de riesgo es que la exposición a la Bolsa se hace a través de compañías de gran calidad y valoración razonable. Por eso nos gustan tanto los fondos que se guían por la filosofía de inversión del value investing. Dedicamos mucho tiempo a hablar con los gestores de los fondos.

P. ¿Cómo ha cambiado el perfil de los clientes en los últimos años?

R. La gente ha aprendido de los excesos y se ha vuelto más conservadora con sus inversiones. Eso hace que estemos cada vez más enfocados en la denominada gestión valor. La mejor forma de invertir es el sentido común de Warren Buffett. Es una filosofía que encaja con el perfil de nuestros clientes. Tenemos familias a las que les ha costado mucho generar su patrimonio y que, cuando invierten en Bolsa les gusta hacerlo en compañías similares a las suyas, bien gestionadas y con una visión a largo plazo. Cuando empezamos con el family office ya sabíamos que cerca del 80% de los fondos no bate al índice. Por eso nos hemos ido especializando en seleccionar fondos con un estilo de value investing. En España hay excelentes gestores que aplican esta estrategia, que se basa en apostar por compañías sin mucho endeudamiento, que operan en sectores con algunas barreras de entrada, donde el equipo gestor está muy alineado con el accionista...

P. ¿Qué opina de las sicav?

R. El futuro de estas sociedades es incierto y vemos que la gente está empezando a rotar hacia los fondos de inversión. Y es que se puede tener una cartera de fondos con el mismo tratamiento fiscal que una sicav.

“Somos cautos en renta fija, donde vemos una burbuja en los bonos de mayor calidad”

P. ¿Es un buen momento para entrar en el sector inmobiliario?

R. Sí, consideramos que es una buena alternativa, sobre todo con los tipos de interés tan bajos. Normalmente, nuestros clientes tienen un patrimonio inmobiliario directo, tienen sus propios inmuebles. Nosotros les asesoramos y en estos momentos hemos detectado buenas oportunidades en mercados como el alemán.

P. ¿Cómo hay que moverse en un mercado tan volátil?

R. El mercado se mueve cada vez más a ritmo de tuits, de informaciones a corto plazo. Un ejemplo es lo que ocurrió tras el Brexit, donde se castigó a compañías que no tenían un solo euro de negocio en Reino Unido. En el mercado hay tanta información que a los inversores no les da tiempo a analizarla muy a fondo. Tenemos más información que nunca en la historia, pero al mismo tiempo ese exceso de datos provoca que las cosas no se analicen tanto. Es cierto que hay que invertir con gran precaución, pero el estilo de inversión que nosotros primamos a la hora de elegir fondos para nuestros clientes se beneficia de esta volatilidad porque se genera mucha dispersión y con ello surgen oportunidades.

P. ¿Qué perspectivas de inversión vislumbran para el segundo semestre de 2016?

R. Seguimos viendo un escenario relativamente complejo, donde la Bolsa deberia der de las mejores alternativas, pero de manera selectiva y con potencial limitado pro el bajo crecimiento global. Dentro de este contexto, mantenemos un porcentaje de las carteras en liquidez y somos cautelosos en renta fija, donde vemos una burbuja en los bonos de más alta calidad.

P. ¿Qué planes de crecimiento tienen?

R. El grupo cuenta con ocho oficinas en cinco países distintos (España, Portugal, EE UU, China y Colombia) y está estudiando abrir una novena sede en México. Los últimos cambios regulatorios y la digitalización hacen que el modelo tradicional de banca privada esté quedando obsoleto. Dentro de ese contexto, somos optimistas sobre las perspectivas del asesoramiento independiente. El objetivo es aprovechar nuestras economías de escala para atraer a los mejores profesionales.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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