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Bankia promete mantener el dividendo pese a ganar un 13% menos

La caída de tipos de interés y la menor actividad empujan a la baja todos los márgenes de la cuenta hasta junio

Íñigo de Barrón
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri.
El presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri. EFE

Los tipos de interés no solo están muy bajos, sino que suman muchos meses en niveles ínfimos y todavía pueden seguir cayendo hasta principios de 2017, según ha comentado José Sevilla, consejero delegado de Bankia. Esta circunstancia es la más relevante para explicar que la entidad pública haya obtenido un beneficio neto atribuido de 481 millones en el primer semestre de este año, un 13,4% menos que en igual periodo de 2015. Además, hay otros factores que ayudan a que todos los márgenes están cayendo, como la venta del City National Bank de Florida en 2015, la eliminación de las cláusulas suelo hace un año, la supresión de las comisiones a los clientes vinculados y la depreciación de los bonos de la Sareb, que paga al banco por los activos tóxicos que le trasladó en 2012. Sin el efecto del banco de Florida, el resultado caería un 8,7%.

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Pese a la dificultad del momento, el consejero delegado de Bankia afirmó que mantendrán en 2016 el dividendo de 300 millones anuales en metálico que repartieron el año anterior. Esta cantidad representará una parte mayor de su beneficio de este año, ratio conocido como payout, pero Sevilla aclaró que hasta ahora han repartido el 30% de las ganancias, "una cantidad prudente que puede mejorarse si mantenemos estos niveles de rentabilidad", ha señalado Sevilla en la rueda de prensa de presentación de resultados.

El consejero delegado ha destacado que el nivel de dividendo que actualmente tiene la entidad es "sostenible" pese a "un beneficio más bajo" que el del año anterior. Ha recordado que la Bankia genera capital por sí misma (hasta junio 489 millones) y que "no tiene sentido acumular capital por acumular". Bankia pagó el primer dividendo de su historia el 7 de julio de 2015, a razón de 1,75 euros por acción, lo que, según el banco, supone un paso más en la devolución de ayudas públicas.

El número dos de Bankia confía en que el mercado valore que la entidad, "y el resto de bancos españoles, son más solventes ahora que antes, por lo que espero que se recuperen las caídas del pasado". También reclamó a los inversores que no pidan tanta rentabilidad a la banca como en el pasado "porque las inversiones alternativas tampoco ofrecen tasas muy altas".

En lo que va de año, Bankia ha perdido un 22,6% de sus accionistas (tiene 337.207) y la cotización, hasta el 30 de junio, cayó un 40%. Sevilla pidió a los supervisores más seguridad regulatoria sobre las exigencias de capital para eliminar las dudas de los inversores y devolver la confianza al sector financiero. 

Recorte de gastos

Ante esta caída de márgenes y rentabilidad, Bankia trabaja en la contención de costes (bajan un 8,2%) y la reducción de las provisiones (que se han recortado 37%) por la mejora de la solvencia crediticia. La morosidad de Bankia se ha situado en el 9,8%, en línea con el sector por primera.

Además, utiliza el plan de reducción de comisiones para incrementar su actividad en créditos y depósitos. Suben los préstamos al consumo, autónomos y pymes, pero no los de las grandes empresas, "que siguen desendeudándose. Crece la concesión de hipotecas, pero son de importes menores a las que se amortizan, procedentes de 2005", dijo Sevilla. Las comisiones que están incrementando son las de gestión de fondos de inversión, de pensiones y de seguros. "Seguimos convencidos de que no tiene sentido cobrar por servicios sin valor añadido porque no aporta nada a la cuenta y crea un problema reputación para el sector", ha aclarado Sevilla.

Pese a la necesidad de reducir costes, Sevilla descartó cierres de oficinas y reducción de plantillas, como está haciendo el sector, porque ya las realizaron tras la nacionalización de 2012. Sobre la guerra de los cajeros, comentó que Bankia tiene la tercera mayor red y que fue "un acierto realizar acuerdos con Euro 6000 y el Sabadell" para ofrecer más máquinas a sus clientes a precios razonables. Aquí criticó veladamente a las tres grandes, CaixaBank, Santander y BBVA, al decir que "no tiene sentido no compartir redes", como han hecho estas entidades, "y esperar a que cada banco cree la suya".

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Sobre la firma

Íñigo de Barrón
Es corresponsal financiero de EL PAÍS y lleva casi dos décadas cubriendo la evolución del sistema bancario y las crisis que lo han transformado. Es autor de El hundimiento de la banca y en su cuenta de Twitter afirma que "saber de economía hace más fuertes a los ciudadanos". Antes trabajó en Expansión, Actualidad Económica, Europa Press y Deia.

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