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Vacaciones que generan rentabilidad

Numerosas empresas buscan modos de ampliar los tiempos de descanso para subir la productividad

Cada siete años el diseñador gráfico austriaco Stefan Sagmeister, conocido por sus portadas de discos para artistas como The Rolling Stones, David Byrne o Lou Reed, cierra a cal y canto su estudio de Nueva York y se marcha a algún país exótico para tomarse un año sabático. Asegura que ese tiempo libre es un periodo “lleno de energía que le sirve para rejuvenecer y refrescar su panorama creativo”. No todo el mundo puede permitirse el lujo de interrumpir su actividad profesional durante tanto tiempo, pero ya se trate de un año entero o del mes de vacaciones remuneradas del que suele disfrutar la mayoría de los españoles, ese periodo de descanso será fundamental no solo para la salud y el bienestar del trabajador, sino también para su rendimiento futuro.

La legislación española marca un periodo vacacional no inferior a 30 días naturales. Además, establece tiempos máximos de la jornada laboral y descansos interjornadas, intrajornada y semanales. Una legislación “tasada y regulada del tiempo de trabajo que no es precisamente un ejemplo de flexibilidad”, opina Ana Godino, socia de Sagardoy Abogados. En cuanto a la elección de ese periodo vacacional, la ley establece que se fijará de común acuerdo entre empresario y trabajador, en consonancia con lo establecido por los convenios colectivos. Algo que, según Miguel Fresneda, socio fundador de Woffu, no siempre sucede. “El empleado debería ser el gran protagonista en la elección de sus propias vacaciones. A menudo es obligado a coger sus vacaciones en determinados periodos y a estar permanentemente pidiendo permisos a los responsables”, denuncia.

Un relax a pequeña escala

Un reciente estudio de la Universidad de Berkeley reveló que una siesta de 90 minutos despeja la mente y aumentar la capacidad de aprendizaje de las personas. Es un ejemplo más de cómo el descanso tiene un efecto positivo en el rendimiento de los trabajadores. “El descanso imprime calidad a las horas de trabajo, al final rindes mucho más en menos tiempo. Renovamos energía y reactivamos nuestro cerebro”, subraya Alicia Pomares, socia directora de Humannova.

Un descanso que, con cada vez mayor fuerza, busca sus huecos también dentro de la jornada laboral. Numerosas empresas disponen ya de espacios de meditación, gimnasios, salas de juego y otros lugares propicios para la desconexión de sus empleados. Son “empresas que respetan el ritmo del cuerpo”, comenta Alicia Pomares. Esta experta reivindica el papel de la desconexión como gran acicate para la creatividad. “Mis mejores ideas me han llegado en momentos de desconexión. Necesitamos salir de la presión del trabajo, ampliar el foco e incluso algo de aburrimiento para ser creativos y tomar buenas decisiones. El ‘voy a consultarlo con la almohada’ funciona”.

De hecho, planificar el descanso vacacional de la plantilla puede convertirse en un quebradero de cabeza para las organizaciones. Según Woffu, el uso de herramientas anticuadas como la típica tabla de Excel, aceptar todas las solicitudes de vacaciones sin tener en cuenta las que ya han hecho otros empleados o duplicar esa tarea entre recursos humanos y el departamento donde presta servicios el trabajador son errores bastante comunes. Esta empresa aboga porque sea el propio empleado quien, de acuerdo con la empresa, gestione sus días de ausencia. “La autogestión compromete al empleado con el proyecto empresarial porque siente que su opinión es valorada en un asunto trascendental por el que ha trabajado todo el año: sus vacaciones”, afirma Fresneda.

Políticas flexibles

La política de vacaciones de la firma consultora tecnológica Empaua es muy sencilla: “Coge las vacaciones que necesites y cuándo las necesites”. Un sistema de autogestión cuya efectividad depende de dos únicos requisitos: “que los empleados informen a sus compañeros de sus planes vacacionales y que se aseguren de que sus responsabilidades quedan cubiertas durante su ausencia”, expone su fundador David Padilla. Para que eso sea posible, toda la información de la empresa es accesible para la plantilla. “Cuando una persona quiere tomar vacaciones sabe cuál es el volumen de trabajo pendiente y las previsiones de negocio entrante. Así puede analizar el impacto que tendrá sobre sus compañeros su ausencia”, explica Padilla. El modelo parte de la premisa de que no todas las personas necesitan el mismo número de días de vacaciones, sino que esa cifra depende de variables como la carga de trabajo que haya soportado, su estado anímico o la situación familiar. “Lo justo es dar a cada persona el descanso que necesita”, explica Padilla.

En la consultora de recursos humanos Psicosoft, en cambio, todos los empleados disfrutan de un número similar de días de vacaciones: ¡más de 50! Además de su mes reglamentario, la plantilla tiene libre las dos semanas de las Navidades, toda la Semana Santa y todos los puentes. También están eximidos de ir a trabajar el día de su cumpleaños o el de sus hijos. Una política generosa con el tiempo de descanso con la que, señala Carmen Carvajal, su directora de recursos humanos, persiguen compensar algunos de los sinsabores de la vida de consultor como las jornadas maratonianas, los madrugones, las llamadas a horas intempestivas o los frecuentes viajes, “a veces en domingo para poder estar el lunes a primera hora en la sede del cliente”. La empresa se declara enemiga de la presencia por la presencia. “Al contrario, queremos que nuestros consultores pasen el menor tiempo posible en la oficina, que trabajen desde casa si lo necesitan y que descansen y vivan lo mejor que puedan en los periodos de menor actividad.” ¿Por qué? “Porque habrá momentos en los que los proyectos les exigirán al máximo y ahí tendrán que darlo todo. Y cuanto más descansada están las personas, mejor rinden”, destaca.

Calidad más que tiempo

En Vodafone entienden que el buen descanso no es únicamente una cuestión cuantitativa que se mide en días de vacaciones o en horas no trabajadas. Por esa razón, la operadora telefónica intenta ayudar a sus empleados a que el tiempo que pasan fuera de la oficina sea realmente de calidad. A través del Club Vodafone pone a disposición de la plantilla un extenso número de servicios que van desde ayudarles con la declaración de la Renta, hasta llevar un traje a la tintorería o comprar un mueble en IKEA.

“Intentamos cuidar el descanso tanto físico como psicológico de nuestros trabajadores. Si en su tiempo libre están estresados porque tienen un montón de tareas que hacer no estarán en las mejores condiciones para ser productivos al día siguiente”, razona Félix Sanz, responsable de Seguridad, Salud y Bienestar de Vodafone. El objetivo, añade Sanz, es que los empleados salgan de la oficina con muchas de esas preocupaciones resueltas, para que así “puedan disfrutar más de su familia y de su ocio”.

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