Álvarez (UGT): “La sociedad está radicalizándose por la falta de reparto de la riqueza”

El secretario general de UGT, Josep Maria Álvarez, no se define como un radical. “No lo soy”, afirma. En cambio, sostiene que “la sociedad está radicalizándose por la falta de reparto de la riqueza”. “Este sistema no nos permite hacer un reparto de la riqueza”, ha apuntado unas frases antes, en su estreno en los desayunos que Nueva Economía organiza, cuatro meses después de acceder al liderazgo del sindicato.

Álvarez sostiene que “las políticas de austeridad han socavado el Estado de Bienestar”, según ha proclamado en su discurso, escuchado por sus dos antecesores en el cargo, Cándido Méndez y Nicolás Redondo. También estaba entre el público el secretario general de CC OO, Ignacio Fernández Toxo, único representante orgánico de esta organización en el acto. Otros asistentes eran César Luena, secretario de Organización del PSOE, Alberto Garzón, coordinador de Izquierda Unida, Cristina Cifuentes, presidenta de la Comunidad de Madrid, y Tomás Burgos, secretario de Estado de la Seguridad Social.

“Se ha roto el pacto social”, ha señalado, “y en consecuencia convendría establecer un nuevo pacto que haga una sociedad más justa”. Es ahí donde el reciente secretario general de UGT argumenta que “este sistema no permite hacer un reparto de la riqueza”, lo que está llevando a la sociedad a radicalizarse.

Para el sindicalista, “la situación del empleo es insoportable”. El empleo precario –en el que ha enmarcado el empleo a tiempo parcial involuntario, la temporalidad, los falsos autónomos- está obligando “a los trabajadores a seguir siendo pobres”.

Sobre la situación política tras las elecciones del 26J, Álvarez ha señalado que no es momento de hablar de cargos sino de “políticas” y ha pedido a “los diputados que respondan a los compromisos con los electores”. Entre esos compromisos ha situado las 20 demandas que los dos sindicatos mayoritarios presentaron antes de las elecciones, que varios partidos asumieron y que, según sus números, ahora respalda más de un 50% del Parlamento, aunque no en su integridad, ha admitido.

Entre esas demandas está la puesta en marcha de un plan de choque por el empleo pronto. Donde Álvarez sabe que UGT y CC OO no encuentran el respaldo mayoritario de la Cámara es en la derogación de la reforma laboral, al menos en las partes que tienen que ver con la negociación colectiva: restauración de la prórroga indefinida de los convenios una vez acabada su vigencia (ultraactividad) o la vuelta a la prioridad en la aplicación de los convenios del sector sobre los de empresa.

No ha dejado pasar Álvarez la oportunidad de reclamar que el Pacto de Toledo “se restaure plenamente”. “Y si me permiten, habría que hallar alguna fórmula para que no se pueda cambiar el sistema de pensiones solo con mayoría absoluta”, ha continuado. Posteriormente ha reclamado más financiación para la Seguridad Social.