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El gurú desconocido

El fondo de Luis Bononato es uno de los más rentables del mundo en un plazo de 10 años

David Fernández
Luis Bononato, en un hotel de Madrid
Luis Bononato, en un hotel de MadridÁLVARO GARCÍA

Luis Bononato lleva más de 25 años batiéndose el cobre cada día en el mercado. Tras pasar por las mesas de trading de algunas de las principales firmas financieras del país (Inversis, Safei, CM Capital Markets o Deutsche Bank) hace una década decidió lanzar su propio fondo de inversión. Bautizado con el nombre de Global Allocation, el fondo estuvo primero bajo el paraguas de Renta 4 y en 2014 se incorporó a la plataforma de Auriga Global Investors. La rentabilidad que ha acumulado Bononato alcanza el 175% (equivale a un rendimiento anualizado del 9,81% desde su constitución), lo que le convierte en el tercer mejor fondo denominado en euros a nivel mundial a 10 años (entre un universo de 15.000 fondos).

La receta del éxito según este gestor combina dos ingredientes: flexibilidad y autocontrol. “La filosofía del fondo es invertir a largo plazo mediante la selección de aquellos activos más rentables en cada momento de mercado, evitando los más caros. El buen resultado se lo debemos también a haber sabido mantener la sangre fría el los momentos más peliagudos, de los que ha habido unos cuantos en la última década”, asegura.

Encuadrado en la categoría de fondos mixtos, Global Allocation usa un análisis macroeconómico para elegir qué tipos de activos incluye en cartera. En la parte de renta variable, la que más peso tiene, no suele invertir salvo excepciones, en compañías concretas, sino que prefiere tener la exposición a través de índices bursátiles con fondos cotizados que replican sus movimientos o productos similares En su estrategia también tiene cabida el uso de derivados.

“Veo el mercado totalmente desajustado”, avisa Bononato. Mientras la renta fija se ha recuperado de la inestabilidad de principios de año y la rentabilidad de los bonos (se mueven en dirección opuesta a su precio), sigue cayendo, las acciones, en cambio no logran salir de la tendencia bajista. “La burbuja que hay ahora mismo en deuda pública de países desarrollados es probablemente la mayor de la historia”. En su opinión, las bajas rentabilidades de los bonos están alimentadas en gran medida por los programas de compra de deuda como el del Banco Central Europeo (BCE). Solo esta situación explica el sinsentido económico que tiene que ocho billones de euros estén invertidos ahora mismo en deuda con tipos negativos, según datos del Banco Internacional de Pagos. “¿Cómo vamos a salir de aquí? Pues ese será el gran problema que nos encontremos a finales de este año o principios del que viene cuando la inflación empiece a repuntar, principalmente en Estados Unidos”.

“La burbuja que hay en deuda pública es la mayor de la historia”

La Reserva Federal ha ido enfriando las expectativas del mercado acerca del ritmo de subidas en los tipos de interés en la mayor economía del mundo. Los inversores lo han interpretado como que Janet Yellen tienen muchas dudas acerca de cuál será el impacto de la normalización del precio del dinero en una economía mundial con numerosas incertidumbres. “La Fed, y en general todos los bancos centrales, van muy por detrás del ciclo económico real. De hecho, nos podemos encontrar dentro de cuatro o cinco años, cuando los tipos de interés a largo plazo empiecen realmente a subir, que estos organismos se encuentran sin margen de maniobra para reactivar la economía con bajadas en el precio del dinero. Ese es el principal peligro que vemos en el mercado a medio plazo”.

Todas las crisis, en su opinión, tienen un origen en el mercado del crédito. Por eso avisa del impacto que pudiera tener una subida de tipos más rápida de la prevista y el calentamiento del ladrillo podría ser un detonante. “Ahora mismo la inversión en el sector inmobiliario tiene todo el sentido del mundo ya que se pueden encontrar financiación a 30 años con tipos fijos por debajo del 2%. Es razonable que el precio de este activo suba de forma rápida en mercados donde aún no ha habido burbuja como Alemania o los países nórdicos. Cuando los precios se les vayan de las manos la única forma de pararlo es con subidas en los tipos”, argumenta.

La sobrevaloración que este gestor ve en la deuda pública le ha llevado a tomar posiciones bajistas (apuesta por la caída en el precio) sobre el bono alemán mediante el uso de futuros. “La renta variable supone el 70% de nuestra cartera. En ocasiones ha llegado a representar el 100%. Pensamos que a largo plazo la correlación entre bonos y acciones debería volver, pero a corto plazo, y para tratar de controlar la volatilidad que estamos viendo, nos sentimos cómodos con este peso de la Bolsa en cartera”, explica.

Apuesta bancaria

“La Bolsa española cotiza ahora mismo con bastante descuento”

A pesar de las incertidumbres que lastran al sector (márgenes raquíticos combinados con más exigencias de capital), Bononato tiene en los bancos europeos una de sus apuestas más claras. “Las entidades cotizan en unos niveles bajísimos sea cual sea el ratio que utilicemos para valorarlas”. Además, cree que los bancos de la zona euro se beneficiarán de la salida del Reino Unido de la Unión Europea. “Parte del negocio financiero que hasta ahora se ha desarrollado en la City de Londres puede acabar en las entidades continentales por temas de regulación”.

Uno de los mercados con mayor exposición a la actividad bancaria es el español y Global Allocation tiene una parte de la cartera, en torno al 15%, invertido en el Ibex 35. “La apuesta no es solo por la presencia de bancos en el índice, sino también por la exposición de este a mercados emergentes, especialmente a Brasil, donde las cosas empiezan a mejorar. Además, la incertidumbre política en España parece que se ha difuminado para los próximos dos años. Por todo ello pienso que la Bolsa española cotiza con bastante descuento”.

En Global Allocation, que administra un patrimonio cercano a los 80 millones de euros, no hacen un análisis sectorial (la única excepción es el negocio bancario por sus vinculaciones con el ciclo económico), pero Bononato destaca que este entorno de tipos de interés hace especialmente atractivas a compañías con un elevado endeudamiento y que tengan una política de retribución al accionista sostenible.

Un factor que siguen con atención es la evolución del precio del crudo. “Hemos visto un ajuste no solo por el lado de la oferta, sino también por el de la demanda, que explica el repunte de la cotización. Sin embargo, a medio plazo, creemos que a medio plazo el petróleo, que básicamente se usa para el transporte, puede llegar a ser sustituido por otras tecnologías como la fusión nuclear. Por eso nos gustan tanto compañías como Lockheed Martin”.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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