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Los socios hoteleros de Cristiano Ronaldo

El grupo portugués Pestana halla en el jugador del Real Madrid un aliado clave

Hotel CR7 en Funchal, en la isla de Madeira (Portugal).
Hotel CR7 en Funchal, en la isla de Madeira (Portugal).

"Nosotros ponemos la cama y él mete los goles". El goleador es Cristiano Ronaldo y "nosotros" Dionisio Pestana, fundador del grupo hotelero con presencia en 15 países. Esta semana, los dos hijos más ilustres de Madeira hicieron realidad su sueño: crear una línea de hoteles con la marca CR7, logo que corresponde a las iniciales y número de camiseta del futbolista portugués. El primero, como no podía ser menos, es en su patria chica, Funchal; a final de año seguirá otro CR7 en Lisboa y en 2017 en la Gran Vía de Madrid y en el Manhattan neoyorquino.

"La idea partió de una casualidad", explica Pestana en la terraza del CR7 de Funchal. "Teníamos un hotel en Barcelona y ninguno en Madrid, queríamos estar pero no sabíamos cómo. Fuimos a hablar con alguien que conocía la ciudad y era portugués, Cristiano Ronaldo, y fue él quien nos propuso la idea de ligar su imagen a un hotel de Madrid. Así que el puntapié inicial de esta línea de hoteles surgió en la capital española, luego, por otras casualidades, "el primero se estrenó en Madeira porque encontrar un buen lugar en Madrid costó más tiempo".

Hasta ahora la cadena se dedicaba a los resort del todo incluido y a las posadas; recientemente abrió la línea Collection, hospedaje en edificios históricos como la plaza del Comercio de Lisboa o la Playa Mayor de Madrid. "Esto fue algo inesperado también. El ayuntamiento abrió un concurso y nos presentamos por fair play. Nunca se me pasó por la cabeza ganar a las cadenas españolas y además en Madrid. Ganamos y nos quedamos preocupados. Algo habíamos hecho mal para que nuestra oferta fuera la mejor; luego supimos que el timing nos había favorecido: las cadenas españolas estaban en plena crisis y no querían invertir más".

A contracorriente

Una de las claves de la expansión de Pestana es la inversión a contraciclo. "La experiencia de casi medio siglo nos dice que los ciclos buenos o malos no duran más de 8-10 años. Nosotros nunca vamos a invertir en el momento alto porque luego nos pilla la crisis con deuda; tampoco en el momento más bajo. Cualquier capital europea es un buen objetivo, pero la clave es a qué precio entras; cuanto más alto más tardas en rentabilizarlo. Ahora Lisboa ya está caro". Pestana no arriesga, al menos en los negocios. En su juventud tuvo dos sueños, trabajar en un kibbutz israelí para aprender el sistema de producción y correr en Pamplona delante de los toros.

El CR7 de Funchal estrena las ultimas 49 habitaciones de un imperio de 11.000, pero Pestana vigila cada detalle: si el camarero se olvidó de los cubiertos o de si las camareras de la piscina visten short al menos media hora de su horario. "Esta cuarta línea de hoteles, los CR7, busca a los millennials (personas que han alcanzado la mayoría de edad en este siglo), gente interesada en la tecnología, la vida sana y la vida social. No hay mejor imagen para esa generación que Cristiano Ronaldo. Es una marca viva".

Los CR7, cada uno con un decorador local, convierten el lobby tradicional en un espacio común de trabajo, restauración y reunión. "En los cuartos se pasa ahora menos tiempo, pero tienen que transmitir estilo". El pasillo CR7 que conduce a las habitaciones es de hierba artificial. En los dormitorios cuelgan dibujos de la vida del futbolista. "No van a ser todos los hoteles dedicados a Ronaldo, pero sí al mundo del deporte. En el caso de Madrid, respetamos su arquitectura histórica y tiene gran importancia la terraza de la azotea. Será una gran oportunidad porque Madrid es una ciudad con pocos hoteles de cinco estrellas".

Pestana nació en Sudáfrica (1952), pero pasó su juventud y comenzó su carrera profesional en Madeira. Con 20 años abrió en Funchal el primer hotel, hoy tiene 87 en 15 países y en el año 2020 serán un centenar. "Nuestra prioridad en estos momentos es abrir hoteles en ciudades como Amsterdam, pues aportan mucha visibilidad y credibilidad a la marca". En este tiempo, Pestana se ha diversificado geográfica y empresarialmente. La dependencia de Portugal se ha rebajado al 66% de la facturación anual , que el pasado año llegó a los 400 millones de euros; este año crecerá en torno al 10%. El grupo depende cada vez menos de la actividad hotelera (68%). "Antes nos definíamos como hoteleros, ahora como leisure business. Nos interesa todo el negocio que envuelve al turismo, por eso tenemos un casino en Madeira, seis campos de golf en el Algarve, y nos dedicamos al inmobiliario, y al time-sharing, fórmula con la que el cliente se convierte en dueño. Durante una semana o el tiempo que elija es propietario de una villa, se le garantiza el mantenimiento y también la posibilidad de cambiar de destino. "Crea una fidelizacion del cliente. El pasado año, 35.000 familias se acogieron a esta fórmula. Ya estamos entre los cinco primeros en este segmento en la Península Ibérica."

La distribución geográfica diversifica los riesgos. "Ahora toca la crisis brasileña, pero nos va bien para nuestros hoteles allí. Brasil es un gigante con un sector que se abastece del turismo interno, pues apenas recibe cinco millones de extranjeros. Con el real alto, el brasileño gusta de irse de vacaciones a Miami; ahora con la moneda baja va a los resorts del país, y nos va bien a nosotros". El 70% de la clientela de Pestana es portuguesa, inglesa y alemana. España ocupa el quinto lugar.

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