El presidente de Bankia pide que los sueldos de la banca se adecuen a la baja rentabilidad

José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, considera que la remuneración de los directivos y consejeros de las empresas es una cuestión clave que sigue con atención la sociedad y el mercado. En ese sentido, comentó que en la banca y otros sectores, "las remuneraciones han sido tradicionalmente altas porque las rentabilidades del negocio también lo eran. Pero ahora, cuando la rentabilidad es baja, estas retribuciones deben acompañar esta caída". Goirigolzarri comentó que los altos cargos de Bankia están al margen de estos debates sobre sueldos, porque son una entidad pública con las remuneraciones limitadas.

El presidente de Bankia respondió así a las preguntas de Antonio Caño, director de EL PAÍS, que le entrevistó en la apertura de las jornadas del IV Foro del Consejero, organizado por KPMG junto a IESE, EL PAÍS y AON. En referencia a la situación económica y política, aseguró que cree factible que la economía española crezca al 2,5% de forma continuada.

Preguntado por si este objetivo depende de las políticas del Gobierno, el banquero respondió que tiene más relación con el comportamiento de los empresarios. "El empleo no lo crean los políticos, sino empresarios, con la colaboración de los agentes sociales y los ciudadanos. Pero para crear riqueza a medio plazo, los Gobiernos deben ser conscientes de que no se mueven en un ecosistema aislado, el impacto de la economía internacional en España es extraordinario. Por eso creo que los Gobiernos no deben hacer planes quinquenales, sino ser conscientes de que compiten con otros Gobiernos para crear riqueza, para lo que deben fomentar la seguridad jurídica", señaló.

Sobre la economía, a preguntas de Caño, el presidente de Bankia dijo que su visión es que "los dos o tres próximos años no habrá una depresión ni grandísimos problemas, pero el crecimiento será cercano al 3%, lejos de otros datos espectaculares por el alto endeudamiento y la debilidad de economías emergentes". En Europa también pronosticó bajos crecimientos y de España apuntó: "Me gustaría que continuáramos al 2,5% porque necesitamos seguir a este ritmo muchos años para solucionar el desempleo y crear riqueza".

"Los clientes ya son virtuales"

Preguntado por la digitalización del sector, el presidente del banco público comentó que ve este proceso como una oportunidad, "es un reto, pero no una amenaza". Indicó que el proceso digital permitirá reducir costes y mejorar la relación con los clientes, "pero el sistema bancario no es tan importante como para cambiar los hábitos de la sociedad sino al revés; los clientes ya son virtuales, han cambiado y la banca se adapta".

Recordó cifras concretas: solo el 11% de las transacciones banales se realizan en las oficinas y el 45% de los créditos al consumo se concede on line o a través de los cajeros. No obstante, Goirigolzarri cree que el futuro será multicanal: "Seguirá habiendo relaciones personales para la asesoría o venta de productos complejos. En el mundo de la tecnología, las personas serán muy importantes. En cinco o 10 años la diferencia entre un banco excelente y uno no excelente dependerá de las personas".

Sobre el futuro de Bankia, recordó que en diciembre pasado ha terminado el primer plan estratégico. "Somos el banco más eficiente, el más solvente y el más rentable sobre fondos propios. Ahora falta seguir con el proceso de privatización... en eso el FROB y el Gobierno son los que tienen que decir cuándo llega a la próxima estación".

Al inicio de la conversación con Caño, el primer ejecutivo de Bankia recordó que él ha participado en 31 procesos de fusión, en donde se habían unido dos o tres entidades, "pero en este caso fueron siete, por lo que lo primero fue buscar una cultura empresarial común. La situación no era fácil, mirábamos al abismo y era muy negro, pero es más fácil cambiar la cultura en situación de estrés que en confort".

Una de las medidas más llamativas fue eliminar a todos los consejeros externos que representaban a Bankia en empresas participadas y colocar directivos: se cambió a 800 personas y ahorraron siete millones anuales. Goirigolzarri confesó que hubo "algunas resistencias internas" a los cambios, "pero no extraordinarias".

En cuanto a la valoración que hacen los inversores del buen gobierno corporativo, el responsable de Bankia señaló que "no está claro que te puntúen cuando es bueno, pero sí te penalizan cuando es malo".