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La industria alcanza cifras negativas históricas en Argentina

La construcción se sigue retrayendo según el primer informe estadístico oficial

La ausencia de la obra pública es lo que mantiene paralizada la actividad.
La ausencia de la obra pública es lo que mantiene paralizada la actividad.Ricardo Ceppi

La manipulación de las estadísticas oficiales durante el kirchnerismo fue uno de los principales temas de agenda desde que Mauricio Macri comenzó su carrera para ser presidente de Argentina. Su discurso siempre apuntó a la voluntad de normalizar el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec), el organismo que se encarga de esa tarea y que fue muy cuestionado durante los últimos 12 años. Sin embargo, apenas asumió Macri, el director del organismo, Jorge Todesca, estableció una “emergencia estadística” que obligó a aplazar algunos meses su funcionamiento y, con ello, postergar una promesa de campaña. Luego de 6 meses el Indec comenzó a funcionar, pero estrenó su primer informe con datos poco alentadores para los intereses de la Casa Rosada.

Este martes, el Indec dio a conocer las cifras del Estimador Mensual Industrial (EMI), un indicador de coyuntura que mide la evolución de la producción industrial con datos de empresas, cámaras empresarias y organismos públicos. De acuerdo con el relevamiento, la actividad industrial de abril de 2016 presenta una baja del 6,7% con respecto al mismo mes del año 2015. El retroceso acumulado durante el primer cuatrimestre de este año es de 2,4%. La construcción registró en abril la peor parálisis en 14 años; la industria automotriz y la producción lechera también atraviesan crisis preocupantes.

En cuanto a la construcción, datos extraoficiales ya hablaban de una caída estrepitosa de la actividad, con una participación del 80% en la totalidad de despidos producidos durante el primer trimestre de 2016. Incluso, el ministerio de Trabajo asumió en su Encuesta de Indicadores Laborales (EIL) una retracción de 11,9% durante febrero. Las causas son las mismas para todos los actores: la suspensión de la obra pública que, según el gremio, afecta al 90% de la actividad. El Indec habla de una recesión del 24,1% en abril, en comparación con igual mes del año anterior. Se trata de la peor caída desde agosto de 2002.

Fuentes de la Unión Obrera de la Construcción (UOCRA) confiaron a EL PAÍS que “tanto la Cámara de Empresarios de la Construcción como el sindicato manejamos un número de cesantías. Desde octubre del año pasado a marzo, está en el orden de los 54.000 a nivel nacional. De ellos, unos 38.000 se dieron de enero a abril y el 90% del total está vinculado a lo que es paralización de obra pública a nivel nacional”.

Otro rubro afectado fue la agroindustria, aunque el informe rescata que “el nivel de actividad del mes de abril se vio significativamente afectado en algunos rubros por la inusual cantidad de días de lluvia que marcaron un récord histórico en la zona central y litoral del país”. “Con respecto a la coyuntura de la cadena agroindustrial, un conjunto de actividades que constituyen el núcleo central de la producción de alimentos han sido afectadas por esta situación, destacándose especialmente los rubros productores de carnes, lácteos y la molienda de cereales y oleaginosas”, amplia el escrito producido y difundido por el Indec.

La industria láctea presenta en el mes de abril de 2016 una reducción de 20,9% respecto al mismo mes del año anterior, no obstante que ya registraba en el primer trimestre del año una disminución del nivel de actividad de 5,7% respecto del primer trimestre del año anterior.

Gustavo Tettamanti, director nacional de Federación Agraria, reveló a este diario que “el que hoy es exclusivamente lechero está en una situación catastrófica”. El dirigente explicó que la actividad ya venía muy golpeada en cuanto a la rentabilidad desde 2015, y que “incluso hoy en día los números son muy negativos: El costo de producción de un litro de leche esta alrededor de los 5 pesos (0,34 dólares), sobre todo por la suba de los impuestos, pero nosotros la vendemos a 3 pesos (0,20 dólares) o 3, 50. Los pocos productores lecheros que quedamos en el país nos vimos obligados a diversificar la producción, cultivamos soja y trasladamos las ganancias para seguir con el tambo adelante”.

“La cuestión climática afectó mucho a la producción primaria de leche, con 40 días de temporal donde se sufrió mucho y la producción se vio muy afectada, sobre todo en la principal cuenca lechera de Sudamérica que es la provincia de Santa Fe. Se redujo un 50% la producción y eso se reflejó en la cotización de la tonelada de leche en polvo”, relató Tettamanti, y opinó que la ayuda otorgada por el Estado es escasa. “Nos están dando un subsidio de 65 centavos de peso por litro de leche y otro de 400 pesos por vaca, para la alimentación; pero 5 kilos de maíz por día (lo que consume un solo animal) son 150 pesos por día (poco menos de 10 dólares). Te alcanza para 4 días de comida, es una ayuda que no existe”, detalló.

Las inundaciones también afectaron a la elaboración de carnes rojas, actividad que presenta una caída del 11,5% en abril y del 4,2% en el acumulado del primer trimestre, con respecto a los mismos períodos en 2015. Con respecto a la molienda de cereales y oleaginosas, ha afectado los resultados de las cosechas tanto en cantidad como en calidad, condicionando la disponibilidad de granos para su procesamiento industrial.

Con respecto a la producción de insumos para la construcción, se registra una fuerte disminución en el mes de abril de 2016 en comparación con el mismo mes del año anterior. En efecto, este fenómeno ha profundizado la caída de la producción de cemento que alcanzó en abril de 2016 una baja del 23,6% respecto del mismo mes del año pasado, mientras que en el primer trimestre del año se registraba una reducción del 5,2% en comparación con el primer trimestre de 2015.

Con respecto al acumulado del primer cuatrimestre de 2016, de los 12 bloques sectoriales que componen el EMI, 6 registran subas y otros 6 muestran caídas con respecto al primer cuatrimestre de 2015. Han subido la industria textil (14,4%), los productos de caucho y plástico (5,1%), la edición e impresión (4,5%), la industria del papel y cartón (4,1%), las sustancias y productos químicos (3,5%) y la industria alimenticia (1,5%). Han caído las industrias metálicas básicas (-14%), la industria automotriz (-12,5%), la metalmecánica excluida la industria automotriz (-10,6%), la refinación del petróleo (-4,8%), los productos minerales no metálicos (-1,5%) y la industria del tabaco (-1,3%).

La EMI también mide las expectativas de las firmas respecto a importaciones, exportaciones y necesidades crediticias. Los números son similares en todas las categorías. Una de ellas, la que refiere a la utilización de la capacidad instalada, estima que el 78,4% de las empresas no advierte cambios en la utilización de la capacidad instalada con respecto a abril, 14,7% prevé una suba y 6,9% anticipa una baja. Los números evidencian una corta expectativa apenas empezado el segundo semestre, ese que el gobierno puso como punto de partida para la llegada de la felicidad.

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