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Argentina lanza una amnistía fiscal para repatriar capitales

El ministro Prat-Gay confirma ante empresarios que habrá beneficios impositivos para aquellos “que no tengan sus cuentas en orden”

Federico Rivas Molina
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, acompañado del titular de Economía, Alfonso Prat Gay (izquierda) y su jefe de Ministros, Marcos Peña.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, acompañado del titular de Economía, Alfonso Prat Gay (izquierda) y su jefe de Ministros, Marcos Peña.AP

Mauricio Macri necesita dinero y lo buscará en el exterior, entre los miles de millones de dólares que, supone, tienen ocultos los argentinos que evaden impuestos. El ministro de Economía, Alfonso Prat-Gay, confirmó que el Gobierno lanzará antes de fin de año un plan de amnistía fiscal que premiará la repatriación de capitales no declarados. El funcionario hizo el anuncio ante decenas de potenciales beneficiarios reunidos en el 33° Congreso del Instituto Argentino de Ejecutivos de Finanzas (IAEF). Medios argentinos especulaban con que el objetivo oficial es recibir unos 60.000 millones de dólares. El gravamen que tendrían que pagar los deudores será de 10%, el mismo que aplicó el gobierno de Mariano Rajoy en España durante la amnistía aprobada en abril de 2012. En aquella ocasión afloraron unos 40.000 millones de euros de 31.400 contribuyentes y el Estado recaudó 1.200 millones de euros en impuestos.

El anuncio de Prat-Gay ha sido también una advertencia. Coincide con la difusión de los Panamá Papers, que dejó al descubierto decenas de sociedades en el exterior no declaradas por sus accionistas argentinos. En enero, además, entrará en vigencia un programa de intercambio automático de información impositiva acordado hace dos años en Berlín por 54 países. Entre ellos estuvo Argentina, además de Colombia y México como únicos firmantes latinoamericanos.

“Incluimos la posibilidad de que resuelvan su situación aquellos que no tengan sus cuentas en orden, y que lo hagan antes de enero del año que viene, que es cuando se abre el intercambio de información con otras AFIP [agencias de recaudación] del mundo”, dijo Prat-Gay. A partir de esa fecha, advirtió, quien no tenga su patrimonio declarado "no va a tener dónde ocultarlo". El acuerdo de Berlín prevé que la información se intercambiará anualmente y de forma automática, es decir, sin necesidad de requerir a las autoridades fiscales extranjeras información referente a algún caso individual sospechoso de fraude.

 Para no perjudicar a aquellos que sí han cumplido con sus obligaciones fiscales, Prat-Gay ha dicho que la tasa impositiva “será alta”, pero no dio cifras exactas. Dijo además que habrá una moratoria para casos de deudas atrasadas y un piso más alto desde donde el cual se tributará el impuesto a los Bienes Personal. "Tiene que ver con avanzar hacia una economía diferente, donde no existe más la hipocresía donde yo hago esto, pero en realidad tengo lo otro. Estamos planteando una cosa que excede largamente el blanqueo", dijo Prat-Gay.

 No es la primera vez que Argentina llama a los evasores a repatriar dineros ocultos. Ya lo hizo el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner con un plan ideado en 2013 y prorrogado 9 veces que la administración actual consideró “un fracaso”. En diciembre de 2015, cuando Macri puso fin al programa kirchnerista, habían sido repatriados 2.595 millones de dólares, la mitad de la aspiración oficial. Prat-Gay criticó entonces que el mecanismo facilitaba delitos como el narcotráfico, porque sólo contemplaba el ingreso de dinero en efectivo “y no a través del sistema financiero”. Además no castigaba a los evasores, pese a lo cual consiguió una muy baja adhesión. Si Macri espera repatriar ahora 60.000 millones de dólares con una nueva amnistía, la cifra alcanzada por la experiencia kirchnerista permite medir la dimensión del desafío que le espera.

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Sobre la firma

Federico Rivas Molina
Es corresponsal de EL PAÍS en Argentina desde 2016. Fue editor de la edición América. Es licenciado en Ciencias de la Comunicación por la Universidad de Buenos Aires y máster en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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