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José Andrés de Oteyza deja la presidencia de OHL México

El directivo, protagonista del escándalo de escuchas, abandona la compañía por motivos personales

Luis Pablo Beauregard
El expresidente del grupo OHL-México, José Andrés de Oteyza.
El expresidente del grupo OHL-México, José Andrés de Oteyza.EFE

José Andrés de Oteyza ha abandonado este viernes la presidencia del consejo de administración de OHL México. El directivo deja la empresa tras once años por motivos personales, informó la compañía en un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV). De Oteyza fue uno de los altos cargos exhibidos en el escándalo de escuchas que estalló en mayo de 2015 y que posó sobre la constructora sospechas de corrupción. Juan Luis Osuna, que hasta el día de ayer se desempeñaba como vicepresidente del consejo, ha sido ratificado por la asamblea de accionistas como sustituto De Oteyza al frente de la filial mexicana de OHL.

De Oteyza llegó a la presidencia del consejo el 30 de marzo de 2005. Estuvo por cumplir once años exactos al frente de la OHL México. En ese tiempo, la empresa floreció de la mano del Gobierno del Estado de México, encabezado por Enrique Peña Nieto (2005-2011). En esa entidad vecina a la capital mexicana, construyó más de 200 kilómetros de carreteras con concesiones de operación de hasta 30 años.

En mayo de 2015, la voz de José Andrés de Oteyza se hizo pública gracias a la difusión de conversaciones telefónicas filtradas en YouTube. En la primera charla que vio la luz se escuchaba discutir a De Oteyza con Pablo Wallentin, uno de sus operadores. Ambos hablaban de una serie de correos que pretendían aumentar los peajes en los 22 kilómetros del Viaducto Bicentenario, una vía rápida que conecta la Ciudad de México con el Estado de México. El esquema financiero descrito en la conversación justificaba el alza con la hipotética construcción de una ampliación que estaba por diseñarse. “Esto es un fraude. Vamos a meter unos gastos de una fase que nunca vamos a construir”, respondía De Oteyza a su subalterno.

Esa llamada hundió un 22% las acciones de las compañía y marcó el inicio de una etapa convulsa para la filial mexicana de la empresa de Juan Miguel Villar Mir. Las conversaciones puso bajo sospecha a un extenso puñado de directivos de cometer actos de corrupción. Pablo Wallentin, consejero de De Oteyza, no resistió el vendaval y se vio obligado a dimitir.

A De Oteyza se le escuchó también intercambiar palabras con Gerardo Ruiz Esparza, el secretario de Comunicaciones y Transportes del Gobierno de Enrique Peña Nieto. La llamada, presuntamente realizada en febrero de 2015, hacía pensar que la SCT dio información sobre licitaciones de carreteras a la empresa antes de que se hicieran públicos los concursos. Wallentin sugería en la charla que la compañía había tratado de pagar la estancia vacacional del ministro en un hotel de lujo propiedad del grupo constructor. Ruiz Esparza negó haber recibido favores de OHL. La práctica no era extraña. Apolinar Mena, secretario de Comunicación del Estado de México, fue exhibido pidiendo a los directivos una suite más grande para sus vacaciones con su familia. Su petición le costó el cargo.

Oteyza, de 73 años, abandona OHL México después de que una serie de investigaciones internas, algunas de ellas pagadas por la misma empresa, eximieran a la compañía de actos indebidos. Sin embargo, la Comisión Naconal Bancaria y de Valores (CNBV), el regulador financiero mexicano, le impuso una multa de 4,1 millones de dólares por haber inflado los costes de una obra construida en el Estado de México. También se concluyó que la constructora incurrió en faltas administrativas, pero no encontró “dolo o fraude” en el escándalo de escuchas. En el primer trimestre de 2016, los títulos de OHL incrementaron su valor un 52%, consiguiendo su mejor inicio anual desde 2010.

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Sobre la firma

Luis Pablo Beauregard
Es uno de los corresponsales de EL PAÍS en EE UU, donde cubre migración, cambio climático, cultura y política. Antes se desempeñó como redactor jefe del diario en la redacción de Ciudad de México, de donde es originario. Estudió Comunicación en la Universidad Iberoamericana y el Máster de Periodismo de EL PAÍS. Vive en Los Ángeles, California.

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