_
_
_
_
_

Guindos reclama a Bruselas que tenga en cuenta los esfuerzos de España

El ministro quiere que la Comisión reconozca que una sanción castigaría el crecimiento

Claudi Pérez
El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos.
El ministro de Economía y Competitividad en funciones, Luis de Guindos. EFE

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se comprometió en su discurso de investidura, allá por diciembre de 2011, a cumplir los objetivos de déficit: reducir el agujero fiscal por debajo del 3% del PIB en 2013. A pesar de que Bruselas ha otorgado desde entonces dos años extra, España cerró 2015 con un desfase superior al 5% del PIB, un incumplimiento que le deja a las puertas de una multa europea y obligará al próximo Gobierno a conseguir una nueva prórroga y acometer un duro ajuste. España se resiste a ese varapalo. El Ejecutivo en funciones ha aprovechado la reunión informal de ministros de Finanzas, en Ámsterdam, para reclamar a la Comisión Europea que reconozca los esfuerzos económicos y fiscales realizados en los últimos años. "España ha hecho un esfuerzo para reducir el déficit del 9,4% al 5% cuando el crecimiento en estos cuatro años ha sido solo ligeramente positivo. La deuda pública se ha estabilizado, a diferencia de lo que ocurre en muchos otros países. Y España ha hecho reformas que en otros socios ni siquiera han empezado a debatir. No sé qué va a hacer Bruselas con la multa, pero debe tener en cuenta los esfuerzos de España", ha dicho el ministro en una comparecencia ante la prensa.

Guindos era partidario de un ajuste duro al inicio de la legislatura. Una vez superados los momentos más espinosos de la crisis del euro, se arroga una pátina más keynesiana y pide a Bruselas algo más de manga ancha para no castigar la recuperación, con una tasa de paro que sigue en torno al 20%. "La política fiscal es un instrumento para crecer y crear empleo. España, entre los países grandes, el que más crece y más empleo genera. No deberían confundirse los instrumentos [la reducción del déficit] con los objetivos [crecer y crear empleo]", ha explicado.

Las reglas fiscales de Bruselas "son mejorables", asegura Guindos, que aboga por "refinar el instrumental", ante una avalancha de normas complejas que incluyen el Two Pack, el Six Pack, el Semestre Europeo, el Fiscal Compact y demás empacho de regulaciones que no han impedido una gestión de la crisis insuperablemente mediocre. España, junto con un grupo de siete países más, reclama a la Comisión cambios en esas reglas para hacerlas más sencillas y predecibles. Pero Bruselas ha dejado claro en Ámsterdam que aunque esos cambios lleguen no lo harán tan pronto como para evitar el revés que se avecina por incumplimientos reiterados de los objetivos del déficit. La Comisión Europea evaluará en los próximos días el plan de estabilidad del Gobierno (que incluye un ajuste de 2.000 millones y mano dura con las autonomías), y se muestra dispuesta a admitir que las metas de déficit se diseñaron con previsiones de inflación muy superiores a las que finalmente se han producido. En Bruselas se da por seguro que habrá más tiempo para España --está por ver si uno o dos años--, pero a la vez está claro que el próximo Gobierno deberá acometer recortes. El Ejecutivo en funciones prácticamente se resigna, además, a una sanción de hasta 2.000 millones de euros, aunque confía en la posibilidad de que los atenuantes citados (inflación y esfuerzo realizado) permitan reducir el importe de esa multa, incluso hasta el punto de establecer una sanción de cero euros.

El Gobierno en funciones podría agarrarse así a la ausencia de coste económico de los incumplimientos fiscales, aunque las fuentes consultadas en Moncloa admiten que esa medida haría mella en la ya de por sí maltrecha credibilidad internacional de España.

No solo Madrid da por hecho que habrá sanciones: el presidente del Eurogrupo, el socialdemócrata holandés Jeroen Dijsselbloem, explica que esa decisión "corresponde a la Comisión Europea", aunque viene a decir que la suerte está echada: "No se trata de castigar a ningún país, sino de garantizar el saneamiento de las finanzas públicas".

"España tiene aún graves problemas", según Guindos, que aboga por "una gran coalición de amplia base, entre PP, PSOE y Ciudadanos", y vaticina la repetición de elecciones, "aunque es poco probable que haya grandes cambios en los resultados respecto al 20-D".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Sobre la firma

Claudi Pérez
Director adjunto de EL PAÍS. Excorresponsal político y económico, exredactor jefe de política nacional, excorresponsal en Bruselas durante toda la crisis del euro y anteriormente especialista en asuntos económicos internacionales. Premio Salvador de Madariaga. Madrid, y antes Bruselas, y aún antes Barcelona.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_