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La UE acelera los planes para limitar la oferta láctea

La demanda y la industria han acabado marcando precios y fijando s las producciones

Silos donde se recoge la leche de los ganaderos a la entrada de una fábrica en Lugo.
Silos donde se recoge la leche de los ganaderos a la entrada de una fábrica en Lugo.Óscar Corral

El pasado 1 de abril se cumplió un año desde la eliminación de las cuotas de producción de leche. Las instituciones comunitarias habían hecho todo tipo de informes y análisis para lograr un aterrizaje suave en el cambio de modelo. Pero fallaron todas las previsiones. A la libertad de producción se impuso la realidad de la demanda y los intereses de unas industrias que han acabado marcando precios y fijando ellas las producciones máximas a los ganaderos en función de sus necesidades.

Bruselas se ha visto desbordada claramente por la situación. El pasado año apoyó a los ganaderos con 420 millones para compensar los bajos precios. Hoy, ante la persistencia del problema, la Comisión trabaja en la puesta en marcha de otras medidas para potenciar la demanda interna, apoyando las exportaciones, duplicando a 218.000 toneladas las compras de leche en polvo y a 100.000 toneladas las de mantequilla y, sobre todo, diseñando los mecanismos para que los ganaderos reduzcan su producción de forma voluntaria a través de las interprofesionales, cooperativas u organizaciones de productores. Estos abandonos de producción no tendrán ayudas y habrá total libertad para su adopción en cada país. Ello puede dar lugar a que los ganaderos españoles decidan recortar su producción, mientras otros países la mantienen para exportar a España.

Poco valor añadido

La supresión de las cuotas, tanto en España y como en el resto de los países comunitarios, ha dado lugar a un incremento medio de la producción de entre un 6% y un 7%. Las ayudas de Bruselas, de 25 millones, añadidas a las del Ministerio (otros 20) no frenan la crisis. Entre enero de 2015 y 2016 se han cerrado en España casi 800 explotaciones ganaderas, pasando de 17.090 a 16.325. Se trata de una cifra elevada, pero a un ritmo muy inferior al registrado en los años precedentes. La crisis ha evidenciado la existencia de una industria dedicada fundamentalmente a la compra de la materia prima y envasado de leche líquida dominado por la marca blanca barata, sin una oferta importante de otros productos de mayor valor añadido y para otros mercados.

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