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Columna
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El BCE y la depreciación por turno

En el baile de las monedas, ahora le toca apreciarse al euro y al yen tras un período largo de debilidad

Juan Ignacio Crespo

Hace ahora justo un año desde que el euro llegó a su nivel más bajo de depreciación reciente frente al dólar: 1,05 dólares por euro. (13 de marzo de 2015). ¡No había estado tan bajo desde el año 2003! Dos días después, el Banco Central Europeo (BCE) lanzaba un programa de nuevos estímulos monetarios consistente en la compra de deuda pública y activos financieros privados por valor de 60.000 millones de euros mensuales, hasta septiembre de 2016.

Todo el mundo creía que, con esa inyección de liquidez tan elevada en el sistema financiero, la cotización del euro estaría ahora en un nivel aún más bajo que 1,05 dólares, pero no ha sido así. Desde entonces, el euro ha oscilado entre el 1,05 y los 1,17 dólares, y justo antes de la reunión del BCE de este jueves, cotizaba en 1,10 dólares por euro. ¿Cómo explicar la disparidad? Quienes creen que se pueden dar explicaciones racionales a mercados que ellos mismos llaman irracionales suelen explicarlo de esta forma: "el mercado ya había descontado lo que iba a hacer el BCE llevando el euro a su mínimo antes de que se iniciara el programa de compras". Ante semejante explicación, hasta la interpretación de los sueños que hacía Sigmund Freud se convierte en una cumbre de la ciencia empírica.

En su reunión de esta semana el BCE ha decidido añadir nuevos estímulos a los de marzo del año pasado y también a otros que aprobó en una reunión del pasado otoño (que, ejem, ejem...al igual que los de marzo, ya "estaban descontados") ¿Conseguirá que el euro se deprecie más allá de 1,05 dólares o, también, "estarán descontadas" las medidas esta vez?

Lo más probable es que, con independencia de la reacción inmediata y nerviosa de los mercados, el euro siga la senda de apreciación que ya ha intentado desde hace un año y que no ha conseguido consolidar. Un argumento reciente a favor de esa evolución es el hecho de que, tras los últimos estímulos del Banco de Japón, el yen se ha apreciado un 8%.

Y es que parece que, en el baile de las monedas, ahora le toca apreciarse al euro y al yen tras un período largo de debilidad (el euro ha estado debilitándose desde 2008 y el yen desde 2012). Por su parte, el yuan ha estado fuerte frente al dólar desde hace más de diez años. Y les ha llegado el turno: yuan y dólar débiles, y yen y euro fuertes.

Es decir que lo probable es que en los próximos años veamos a la moneda china (o yuan renmimbi) depreciándose poco a poco, o siendo devaluada bruscamente frente al dólar. Y, a su vez, al dólar depreciándose frente al euro y al yen. Es la manera civilizada de evitar una guerra de divisas: la depreciación por turno.

Juan Ignacio Crespo es estadístico del Estado y autor de Cómo acabar de una vez por todas con los mercados (Deusto, 2014).

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