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Dosis de semen que valen 50 euros

La empresa público-privada vasca Aberekin es pionera en la mejora genética de la ganadería

El director de Aberekin, Carlos Ugarte Garagalza.
El director de Aberekin, Carlos Ugarte Garagalza. P. V.

En la empresa vasca Aberekin, un referente mundial en la venta de semen de toro, siempre recuerdan a Duplex. Así se llamaba un semental recientemente fallecido que durante 15 años sirvió en la empresa y que llegó a estar valorado en más de un millón de euros. Y es que una sola dosis de semen de un animal de calidad como este reporta 50 euros a la empresa que dirige el licenciado en veterinaria Carlos Ugarte Garagalza, situada en el Parque Tecnológico de Derio y que distribuye su producto en los cinco continentes.

“El centro participa en diversos proyectos de investigación con los que se han logrado obtener marcadores genéticos que aportan datos sobre la fertilidad de los descendientes, la producción de leche, la longevidad o la resistencia a enfermedades”, explica Ugarte. Este objetivo, clave para la empresa, fue la idea sobre la que se fundó el emprendimiento hace ya más de 30 años. “Nacimos de la necesidad que había entre las asociaciones de ganaderos de vacunos de leche de tener un programa de mejora genética para sus vacas”.

Aberekin es fiel a su origen como sociedad anónima en la que conviven capital público y capital privado. “La firma la componen 19 entidades públicas y privadas. Son, además de asociaciones ganaderas de toda España, el Gobierno vasco y las diputaciones vascas. Las decisiones siempre se toman por unanimidad”, dice Ugarte. No obstante, el método de trabajo sí ha cambiado en este tiempo. “Con la generalización del uso de la genómica, el análisis del ADN, todo ha evolucionado. Antes seleccionábamos y comprábamos los embriones fuera de España para luego implantarlos en las vacas de nuestros granjeros colaboradores. Ahora no compramos embriones, sino que les pedimos a los ganaderos que nos manden pelo de los machos que nazcan. Analizamos el ADN y compramos los machos que nos gustan para incorporarlos a nuestro programa”, dice el gerente.

Ugarte recuerda que llegó a Aberekin como becario. “Conozco a la empresa desde sus comienzos. En España no había nada, así que me mandaron a Canadá e importamos el sistema de trabajo y de organización de allí”. Una de las principales lecciones que aprendió en el país norteamericano fue la importancia de tener un trato claro y directo con los ganaderos. “Tenemos un alto grado de fidelización. Además, tratamos de ser muy flexibles e imaginativos en las relaciones comerciales con ellos. Incluimos, por ejemplo, dosis gratuitas, precios especiales cuando el semen del toro es de alta calidad y, desde hace tres años, tarifa plana”. Ugarte explica que “el ganadero paga una cantidad por animal y mes al centro y nosotros le facilitamos todo el semen que necesita. Tenemos 30.000 vacas en este sistema y nuestro objetivo es aumentar ese número. Trabajamos mucho en temas de mejora de caracteres funcionales, desarrollando, por ejemplo, vacas poco problemáticas o más longevas… o toros más ricos en proteínas”, explica.

La empresa reparte sus ventas entre un 55% en el mercado nacional y un 45% para la exportación, sobre todo a cuatro países: México, Francia, Brasil y Turquía. “Antes también vendíamos mucho a Siria, pero con la guerra se ha acabado”. Aberekin da trabajo a 22 personas y facturó el año pasado cuatro millones de euros.

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