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Los secretos del híper más barato de España

Un Alcampo de Vigo, destacado por la OCU como el más barato de España, vigila a sus rivales para mantener un margen de descuento

El híper Alcampo de Coia, el más barato de España, el miércoles.
El híper Alcampo de Coia, el más barato de España, el miércoles.OSCAR CORRAL

No han dado las nueve y a las puertas del hipermercado más barato de España ya hay personas aguardando para hacer la compra. Da igual que no sea hora punta ni fin de semana. Tampoco importa que la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) bendiga repetidamente este establecimiento como el más barato del país. Eso no cuenta en este escenario. El hipermercado Alcampo I de Vigo está atestado de gente casi siempre, porque no es una gran superficie al uso, de esas situadas a las afueras a las que peregrinan los clientes el sábado dispuestos a pertrecharse de víveres para la larga travesía semanal. Alcampo I, engarzado en el corazón del barrio de Coia desde 1981, fue el primer híper que tuvo la ciudad y ha visto cómo Vigo ha ido creciendo a su alrededor. Además de ser un hipermercado al uso, hace las funciones de tienda de barrio, con una pescadería grande que se ha ganado buena fama en la ciudad.

En Vigo los consumidores saben que, en realidad, el estudio de la OCU (que repasa 1.190 puntos de venta en 63 ciudades) no cuenta completamente las cosas como son. Los precios son los mismos para los dos Alcampo de la localidad más populosa de Galicia. Pero para ese informe anual que enfrenta en polos opuestos a Sánchez Romero (Madrid) como el supermercado más caro, y a Alcampo de Coia como el más económico, la organización de consumidores solo toma como referencia un establecimiento por cadena en cada localidad. Por tanto, aseguran fuentes de la empresa, el de Coia y el situado en la Avenida de Madrid (Alcampo II) son igual de baratos. Al final de mes, la cuenta de resultados es bastante parecida en ambos; pero la forma de comprar en uno y otro es diferente. Más clientes de carro en Alcampo II, más de cesta diaria en Alcampo I. A golpe de miércoles, aquí lo difícil es encontrar una libre.

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El secreto, para ser el más barato, es vigilar de cerca a la competencia, y publicitar a continuación precios todavía más económicos que ella. Fuentes de la compañía explican que esta es la estrategia que se aplica en todos los Alcampos de España: revisar diariamente —dedicando personal específico a esto— los precios de los rivales en los productos básicos y tratar de mantener con ellos una distancia del 5%. De esto se podría concluir que, si los Alcampo vigueses le salen más a cuenta al cliente que ningún otro establecimiento de España, es porque Vigo está entre las ciudades más baratas a la hora de llenar la despensa, algo que la OCU confirma.

El objetivo es mantener el margen de beneficio sacrificando algunos precios para atraer mayor número de compradores. La empresa no quiere entrar en detalles. "Nuestra política es no facilitar datos pormenorizados de nuestros hipermercados", se disculpa la responsable de comunicación de la firma francesa en España. "En todo el país contabilizamos 100 millones de clientes al año. Asegurar el precio de la zona es nuestro compromiso con la sociedad. Cuidamos nuestros precios para que este compromiso sea una realidad ajustando la rentabilidad".

Esto, traducido al lenguaje que entienden los bolsillos, significa que en la mañana del miércoles en Alcampo de Coia hay un queso gouda en barra que cuesta 4,29 euros el kilo. Leche de marca blanca a 0,57 el litro. Ocho yogures naturales por 0,99. Cajas de 30 huevos a 2,59. Barras de pan de 250 gramos a 0,36; un céntimo más que las baguettes, que pesan un poco menos. En la pescadería, el kilo de salmón fresco se despacha a 5,99; el pulpo de la ría a 8,95 y el atún a 5,95. Esto todo, sin entrar en esa zona de superprecios conocida como Self Discount, un espacio acotado dentro del propio híper que reúne las mayores gangas del local.

"¿Por qué hay tanta gente en este Alcampo?", se le pregunta a una cajera. "¿Tanta gente? Aquí siempre es así. Un día por una cosa, otro día por otra... Esta semana tenemos un 15% de descuento en juguetes. Los que están rebajados no son los que están de moda, pero se compran. Quieras que no, eso tira".

"El ahorro está en el precio", reza el lema que cuelga por todas partes. Aquí, el público está garantizado, aunque luego de un simple vistazo una ama de casa habituada a pelearse con la cartera descubra artículos mucho más caros que en la competencia. Algunos son de extendido consumo en la zona, como el queso Larsa de lonchas, dos euros más caro que en un supermercado muy próximo a Alcampo. Otros, solo demandados por un público específico y probablemente minoritario, como esta semana los disfraces de Halloween. Los trajes para niña que recrean a las muñecas Monster High pasan de 30 euros; y en la competencia más directa no llegan a 17. Son los mismos, de la misma marca y modelo.

Pero lo que de verdad importa es la imbatibilidad del pan y la leche. Y en consecuencia el trasiego es infinito. Gente de toda edad y condición. No solo de Vigo, sino también de los ayuntamientos del cinturón urbano, que concentran la mayor densidad poblacional de Galicia. Y también muchos portugueses que cruzan la frontera que marca el Miño cada fin de semana.

Coia, en tiempos el barrio más joven de la ciudad y tan orgulloso de ser proletario como el de Teis, en la otra punta de la urbe, se ha ido haciendo mayor, y las parejas que accedieron a estos bloques de viviendas hace cerca de cuatro décadas ya están jubiladas. Pero a su alrededor fueron surgiendo otras promociones, otros barrios por lo general más caros. Y también en las inmediaciones emergió de la nada hace una década el mayor fenómeno demográfico de Galicia, el polígono de viviendas de Navia. Con sus 9.000 habitantes, tiene ya más población que la mitad de los 62 municipios de la provincia de Pontevedra. Un 28% de sus residentes son menores de 20 años y solo un 2% mayores de 65. En Navia, a los pies de Coia, tres grandes cadenas han abierto nuevos establecimientos. Pero en Alcampo I aseguran que estos vecinos también son sus clientes.

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