El elegido por Volkswagen para Norteamérica deja el grupo
Winfreid Vahland, responsable de Skoda, alega diferencias con la cúpula del fabricante alemán sobre la estrategia a seguir
Los problemas para Volkswagen no cesan. Y ahora, encima, no tiene quien se haga cargo del mercado norteamericano. Winfreid Vahland, designado hace menos de tres semanas para sustituir a Michael Horn al frente de esta región, decide dejar el grupo de automoción alemán alegando diferencias con la dirección sobre la estrategia que se debe seguir tras el estallido del escándalo de las emisiones.
Vahland era el máximo responsable de Skoda desde hace cinco años. El directivo acumulaba más de 25 años trabajando para el grupo, por eso su renuncia se considera un serio revés en los esfuerzos de Volkswagen para recuperarse del impacto del DieselGate. Fueron las autoridades de protección del medio ambiente en Estados Unidos las que revelaron que el fabricante alemán estaba falseando las pruebas de las emisiones.
Las ventas de nuevos utilitarios diésel están suspendidas en el mercado estadounidense hasta que se presente una nueva solicitud de certificación. Para eso, Volkswagen debe dar antes con una alternativa al sistema de control de las emisiones, que fue diseñado para esquivar los límites en condiciones normales de circulación. En paralelo, se tiene que emitir una orden de revisión para medio millón de vehículos.
La compañía Skoda emitió un comunicado dejando claro que la renuncia sorpresa de Vahland “no tiene nada que ver con los eventos relacionados con los motores diésel”, tratando de depurar cualquier responsabilidad del directivo en el fraude. La nota explica que su decisión es porque no comparte las “opciones” que se están barajando para el negocio del grupo en el mercado norteamericano.
El plan de Volkswagen era que Vahland, que inició si carrera en General Motors, asumiera las riendas de esta región el próximo mes de noviembre. Iba a ser, por tanto, el encargado de supervisar las operaciones del grupo alemán en Estados Unidos, Canadá y México bajo la batuta de Matthias Mueller. El gran reto para el antiguo jefe de Porsche será volver a ganarse la confianza del público.
