El precio de los bienes más estables repunta pese al petróleo

El desplome del petróleo, que ha pasado de 90 a 40 dólares en menos de un año, sigue pesando, y mucho, sobre la inflación. El índice de precios al consumo (IPC) se situó en septiembre en el -0,9% interanual, según publicó este miércoles el Instituto Nacional de Estadística. La cifra es inferior en cinco décimas al registro de agosto y confirma punto por punto el dato adelantado hace dos semanas por la oficina estadística. La cifra encierra, además, una particularidad: la diferencia entre el índice general de precios y el índice subyacente —que excluye la evolución de los productos más volátiles, como productos energéticos y los alimentos no elaborados, y, por tanto, ofrece una visión más estable— fue la mayor de los últimos seis años. Descontando estos productos, los precios habrían subido un 0,8% respecto a septiembre del año pasado.

Aunque el dato de inflación general aún queda lejos del mínimo histórico del 1,4% de ese verano de 2009, la cifra publicada este miércoles pone en evidencia dos hechos. Por un lado, se cercena el tímido intento de recuperación experimentado en junio y julio, cuando la tasa volvió a terreno positivo. Por otro, es un reflejo más de uno de los mayores problemas a los que se enfrentan las economías de la eurozona: la deflación importada de los emergentes y la debilidad del petróleo hace que los precios, lejos de despegar, sigan alejándose del objetivo de estabilidad que se fija el Banco Central Europeo, ligeramente por debajo del 2% anual.

Por grupos de productos, la vivienda se dejó en septiembre un 2,5% respecto a agosto y cae un 4,4% interanual. Este descenso es consecuencia directa de la bajada de precios de la electricidad para empresas y hogares, que ha caído fruto del abaratamiento del fuel y el gas que alimenta varias plantas de generación eléctrica. El grupo de transporte también desciende con fuerza (-6,4% interanual) por el descenso de precio de los carburantes: aunque la traslación de la cotización del crudo al surtidor no es directa (más de la mitad del precio final son impuestos y Competencia ha dejado), el litro de gasóleo y gasolina cuesta hoy 20 céntimos menos que en septiembre del año pasado.