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El envejecimiento de Portugal le costará 20 puntos de PIB hasta 2050

El Banco central luso alerta de los efectos negativos de la pérdida de población y pide una urgente solución

El Banco de Portugal ha dedicado un extenso capítulo de su informe de otoño al impacto negativo que va a tener el envejecimiento de la población portuguesa hasta 2050, si no se corrige la situación con urgencia. El Banco de Portugal, pese a admitir que la baja fecundidad del país (la peor de Europa) es común al continente, advierte que en el caso de Portugal a este problema se suma la migración negativa y el envejecimiento de la población. Advierte que esta situación se reflejará en una pérdida de 20 puntos porcentuales del PIB hasta el año 2050.

El país tiene hoy 10,4 millones de habitantes, pero en el año 2060, según Eurostat, la población bajará a 8,2 millones (según estudios más pesimistas podría caer a los 6 millones). El envejecimiento de la población, con la menor tasa europea de menores de 15 años, tendrá “un impacto sobre la finanzas públicas, principalmente en el gasto en salud, y sobre todo en pensiones y, finalmente, en el crecimiento económico a largo plazo".

El supervisor advierte que hay que hacer ya las reformas políticas porque cuanto más se tarde más difícil será hacerlas porque habrá más población jubilada o cerca de la jubilación, por principio refractaria a cualquier cambio que les vaya perjudicar.

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La reducción de la población activa (de 15 a 64 años) será del 35,5% hasta 2060, y como mientras menguan los jóvenes y crecen los viejos, el ratio de dependencia de los jubilados pasa del actual 31% al 64% en 2060.

Unas previsiones que ponen en peligro el fondo de la seguridad social. Ya antes de la campaña electoral, el primer ministro Pedro Passos Coelho advirtió que después de las elecciones los partidos mayoritarios debían encarar un problema que más pronto que tarde se les va a venir encima. Sin embargo, nadie aceptó el convite de Passos Coelho para un problema tan impopular.

El Banco de Portugal dice que el impacto negativo del envejecimiento solo podrá ser “mitigado por un conjunto adecuado de políticas públicas”. Además de las políticas de apoyo a la natalidad, con las que expresa su escepticismo —más que fomentar la natalidad, la adelanta, dice— propone políticas de empleo, en particular en los últimos escalones de la edad activa, y la atracción de trabajadores del exterior, que tiene éxito en países como Estados Unidos, Alemania o Reino Unido, pero no tanto en Portugal, donde la mayoría de los inmigrantes llegan como punto de entrada a la Unión Europea. “Estas políticas deben ser creíbles, continuadas en el tiempo, y deben ser concebidas de una forma integrada y conjuntada con reformas estructurales que aumentan la productividad, principalmente en la innovación y en la competencia en los mercados”, señala el informe del supervisor.

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