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El Dow Jones retira a Volkswagen del índice de empresas sostenibles

El escándalo de las emisiones cuestiona la imagen "verde" y ética del fabricante alemán

Cadena de ensamblaje del Skoda Octavia, del grupo Volkswagen
Cadena de ensamblaje del Skoda Octavia, del grupo VolkswagenMICHAL CIZEK (AFP)

El sistema para falsear las emisiones contaminantes está cuestionando la imagen de Volkswagen como una compañía respetuosa con el medio ambiente y ética. Dow Jones decide por eso retirar al fabricante alemán de coches del índice que tiene reservado a las grandes corporaciones que considera “sostenibles”. La decisión será efectiva en una semana, el próximo 6 de octubre.

“El comité ha revisado la situación y ha decidido retirar a la compañía del DJSI World, del DJSI Europe y de todos los DJSI”, anuncia Standard & Poor´s en una nota sin dar más explicaciones. Volkswagen aparece en este índice de sostenibilidad liderando las corporaciones multinacionales de la industria automotriz, un grupo que incluye tanto a fabricantes de coches como de componentes.

El Dow Jones Sustainability Indices se creó en 1999 para evaluar el rendimiento de 2.500 compañías cotizadas en el mercado de acciones global, 600 de ellas europeas. Es el índice más representativo del mundo para identificar a las sociedades que invierten contra el cambio climático y cuentan con iniciativas sociales, además de regir su gestión por un sólido código ético. Está estructurado en 24 grupos.

Gas Natural es la única española que está al frente de un sector, de acuerdo con la clasificación correspondiente a septiembre. Pero este tipo de índices, elaborado con un cuestionario rellenado por las compañías, no está exento de críticas. La petrolera BP integraba el grupo hace cinco años. Dow Jones decidió retirarla dos semanas después de protagonizar el mayor vertido en la historia del golfo de México.

Los títulos de VW arrastran una caída este año que se llevó por delante cerca del 50% de su valor, por el impacto que el engaño tendrá en las ventas de sus modelos de cuatro cilindros, tanto utilitarios como vehículos comerciales. Pero el DieselGate no solo está afectando solo a la imagen de la compañía. También está generando un debate muy intenso en EE UU sobre este sistema de propulsión.

El estudio de la Universidad de Virginia Occidental que sirvió para destapar el fraude estaba pensado, de hecho, para demostrar que el diésel “limpio” es una gasolina alternativa que puede contribuir a reducir las emisiones y mejorar el rendimiento de los vehículos. El lobby en este sentido ha sido muy intenso durante los últimos años y la campaña de Volkswagen para promocionarla muy agresiva.

Los vehículos diésel representan solo el 3% de la flota de vehículos en EE UU, frente al 53% en Europa. Su venta ya era complicada. Pero el sistema para falsear la emisiones amenaza ahora con matar la imagen verde del diésel entre los inversores y a los usuarios de estos coches. Goldman Sachs envió una nota a final de la semana pasada a sus clientes en la que advertía de los daños colaterales del escándalo.

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