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Stackmann abandonará la presidencia de Seat y le relevará el italiano De Meo

Grupo Volkswagen prorroga cinco años la vicepresidencia de Francisco Javier García Sanz

Dani Cordero
El presidente de Seat, Jürgen Stackmann.
El presidente de Seat, Jürgen Stackmann. EFE

Los cambios en el organigrama de Volkswagen han acabado significando una promoción para Jürgen Stackmann (54 años), durante los últimos tres años y medio presidente de Seat. El consorcio alemán lo ha aupado al cargo de máximo responsable de ventas mundial de la marca Volkswagen. Su sucesor a partir del próximo 1 de octubre en la firma española será el italiano Luca de Meo (48 años), actual responsable de ventas y marketing de Audi.

El consejo supervisor de Volkswagen también ha pororrogado cinco años la presencia de Francisco Javier García Sanz en el consejo de administración del grupo, como vicepresidente del grupo con la responsabilidad de las compras, cargo que ya ostenta actualmente.

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La designación de Stackmann se entiende dentro de Seat como una promoción interna en el consorcio. Aunque no ha logrado que durante su mandato la compañía española regresara a los beneficios —aunque sí ha obtenido resultados de explotación positivos en los dos primeros trimestres del año—, en su haber sí figuran tres hitos importantes: mantener durante tres años consecutivos a la marca en aumento de ventas, reducir la dependencia de la marca de su modelo Ibiza en favor del León y situar la planta de Martorell (Barcelona) en sus máximos de producción en los últimos trece años.

Su sustituto, Luca de Meo, solo lleva seis años en Grupo Volkswagen. Fue fichado en 2009 para convertirse en el jefe de marketing de la marca matriz y desde 2012 tiene el mismo cargo en Audi. Antes tuvo una carrera profesional por otros grupos automovilísticos: Renault, Toyota y Fiat.

Procedente del ámbito del márketing como Stackmann, mantendrá el desafío de dar un nuevo brío a Seat, que intenta escapar de una posición de marca asociada a  vehículos económicos y de poco valor añadido. En los últimos años Seat ha logrado que su primer mercado fuera el alemán —no el español, como era tradición— y que el León se vendiera mejor incluso que el Volkswagen Golf en el país germano. Evidentemente el reto más importante a corto plazo será el de superar la pérdida de confianza entre el público por el escándalo de los motores trucados para falsear las emisiones de dióxido de nitrógeno, que afecta a centenares de miles de coches de la compañía española.

En principio, el relevo de Stackmann no es del agrado de los representantes de los trabajadores, quienes habían forjado con el ejecutivo una fluida relación. Pero también porque fue el alemán quien este jueves se comprometió a que Seat no variará su plan de inversión para los próximos cinco años e inyectará 3.300 millones de euros en la marca. A empleados y analistas les cuesta asumir que las provisiones que tendrá que realizar Volkswagen para costear las consecuencias de la crisis de los motores diésel no acabe pasando factura a Seat con una reducción de costes y de inversiones. Y ahora Seat pierde a quién dio la cara por defenderlas.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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