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Alemania investigará a Volkswagen por falsear sus emisiones en EE UU

La Justicia estadounidense abre también una investigación por posible conducta criminal de la compañía

El engaño diseñado por los ingenieros de Volskwagen para evitar los límites a las emisiones de gases tóxicos en una amplia gama de coches diésel vendidos en Estados Unidos se convirtió ayer en una tragedia para la empresa. Sus acciones se desplomaron un 18,6% en la Bolsa de Fráncfort y la compañía se vio obligada a dejar de comercializar vehículos diésel de sus marcas Volkswagen y Audi en Estados Unidos. El Gobierno germano anunció que investigará si la compañía ha manipulado las pruebas de emisiones en Europa y la Justicia de EE UU abrió una investigación por posible conducta criminal.

En un breve y categórico comunicado, el Ministerio de Medio Ambiente alemán anunció que se reunirá con el presidente de Volkswagen, Martin Winterkorn, y dijo que espera que la empresa coopere con las autoridades estadounidenses. Un portavoz ministerial señaló que el Gobierno ha pedido más información tanto a Volkswagen como a otros fabricantes alemanes, aunque precisó que no hay indicios de que otras compañías germanas hayan manipulado las pruebas de emisiones.

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La Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, en sus siglas en inglés) acusó el pasado viernes a Volkswagen de haber manipulado las emisiones de 482.000 vehículos diésel que se vendieron en ese país, una denuncia que puede obligar a la empresa a pagar una multa máxima de 18.000 millones de dólares (16.000 millones de euros) si el engaño es llevado a los tribunales y si la compañía es encontrada culpable. “No esperamos que la sanción vaya a alcanzar su nivel máximo posible”, afirma Óscar Rodríguez, analista del Banco Sabadell.

El Departamento de Justicia de EE UU investiga ahora también a Volkswagen para determinar si hay una conducta penal en el escáldalo de las emisiones, según Bloomberg. Sin embargo, como se vio en el caso del defecto en el sistema de arranque de los modelos de General Motors, que costó la vida a más de un centenar de personas, este tipo de asuntos se suele cerrar con un pacto al margen de los tribunales, informa Sandro Pozzi. El portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest, dijo que el Gobierno está “bastante preocupado” por este asunto.

El software que Volkswagen implantó en sus vehículos era capaz de detectar el momento en que los coches estaban siendo sometidos a pruebas por parte de las autoridades.

Este sistema espía llevaba un mecanismo interno de limitación de gases contaminantes que permitía al vehículo superar la prueba. Una vez terminada, el mecanismo se desactivaba y el vehículo liberaba al exterior gases contaminantes durante su uso cotidiano.

“Esperamos que los fabricantes aporten información fiable para que las autoridades competentes puedan verificar si ha habido manipulaciones en Alemania o en Europa”, recalcó Andreas Kübler, portavoz del Ministerio de Medio Ambiente. Poco antes, su homólogo de Transportes señaló que no descarta que Volkswagen haya cometido el mismo engaño en otros países de Europa.

“Está claro que es un acontecimiento terrible, pero estoy seguro de que la empresa lo explicará rápidamente y reparará los daños”, aseveró el ministro de Economía, Sigmar Gabriel. Volkswagen anunció el domingo la suspensión de la venta en EE UU de vehículos con motores TDI, diésel de cuatro cilindros, usados en sus modelos Golf, Jetta, Passat y Beetle, pero también en el A3 de Audi. La empresa no especificó cuántos coches se verán afectados por la medida, pero recordó que ha puesto en marcha una investigación exhaustiva y que cooperará plenamente con las autoridades de Estados Unidos.

A las investigaciones en EE UU y Alemania se unió ayer la anunciada por Corea del Sur, que también revisará los coches. El país asiático concretó que inspeccionará los vehículos a partir de mediados de octubre para comprobar que no ocultan sistemas para falsear el control de emisiones contaminantes. Otras naciones podrían seguir sus pasos en las próximas horas.

El escándalo, que puede arruinar la buena imagen de uno de los orgullos de la industria germana en el mundo, ha causado indignación en Alemania. Varios expertos han exigido la renuncia de Winterkorn, a quien hacen responsable del escándalo.

“Es una catástrofe de imagen para Volkswagen”, opinó Ferdinand Dudenhöffer, uno de los mayores especialistas del sector en una entrevista con el diario Frankfurter Rundschau. “Martin Winterkorn debe renunciar a su cargo, porque él o sabía de la manipulación, o no estaba enterado, lo que significa que no controla lo que sucede en el grupo”, apostilló.Winterkorn, que logró en abril pasado sobrevivir a un ataque del patriarca de la compañía, Ferdinand Piëch, por su mala gestión en el mercado estadounidense, tenía planeado presentar el próximo viernes al consejo de vigilancia de Volkswagen sus propuestas para reestructurar el consorcio y mejorar sus ventas en Estados Unidos. Pese a esta situación, Volkswagen desbancó a la japonesa Toyota como primer fabricante de coches en el primer semestre del año, con 5,04 millones de unidades vendidas en el mundo.

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