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Agricultura obligará a publicar el precio de la leche en toda la cadena

El Gobierno negocia con ganaderos, fabricantes y distribuidores un pacto que introduzca transparencia en todos los pasos del producto, desde la granja hasta los supermercados

Una protesta de ganaderos el pasado julio en Santiago de Compostela
Una protesta de ganaderos el pasado julio en Santiago de CompostelaOSCAR CORRAL (EL PAÍS)

El Ministerio de Agricultura quiere poner fin al último conflicto en el sector lácteo. Pretende que los ganaderos, los fabricantes y los distribuidores se pongan de acuerdo en publicar los precios de las transacciones en toda la cadena de producción, desde la granja hasta el consumidor, para acabar así con la situación actual, en la que muchos ganaderos tienen que vender por debajo del coste de producción. Una vez llegado ese pacto, el Gobierno publicará un decreto con esta exigencia, decreto que el departamento que dirige Isabel García Tejerina ya tiene ultimado, según apuntan en el propio ministerio.

El próximo viernes, si no cambian de planes, los ganaderos lácteos llegarán a Madrid. Será el último capítulo de la llamada Marcha blanca, que arrancó el pasado lunes en León. Los protagonistas exigen acabar con una situación que lleva a que los ganaderos tengan que vender la leche a 0,28 euros por litro cuando el precio de producción se sitúa en 0,34, según los datos del propio Ministerio de Agricultura. La responsable de este departamento, Isabel García Tejerina, lleva dos meses adoptando medidas. Pero, por el momento, las ventas a pérdidas siguen y la movilización también. Así que Agricultura prepara una última bala para desactivar un conflicto que ya se prolonga durante más de dos meses: un decreto que obligue a todas las partes a comunicar los precios de compraventa en toda la cadena de valor, de la granja los supermercados, según apunta el secretario general del Ministerio de Agricultura, Carlos Cabanas.

El decreto llegará tras un acuerdo al que se acercan el Ministerio de Agricultura, productores, fabricantes y distribuidores del sector lácteo, que previsiblemente firmarán todas las partes el próximo 10 de septiembre.

Unos y otros coinciden en que la salida a la crisis pasa por ese pacto en el que se garantice un equilibrio entre los intereses de todas las partes asegurando un precio justo para los ganaderos, algo similar a lo ocurrido en Francia, como explicó el pasado viernes el ministro francés del ramo tras la reunión que mantuvo en Madrid con su homóloga española y los responsables de Italia y Portugal. La bala de Agricultura persigue la total clarificación y transparencia en la cadena láctea.

Actualmente, con la normativa en vigor, Agricultura conoce los precios de venta de los ganaderos a las industrias. También sabe los precios de venta al público de la gran distribución. Sin embargo, hay una opacidad casi total sobre lo que sucede en el tramo que va desde la industria hasta a la distribución. En ese punto proliferan los precios de oferta y los de venta, en los que alguien pierde dinero.

No al precio mínimo

A partir de ese conocimento de la situación, Agricultura no podrá imponer unos precios. La Comisión Nacional de Mercados y Competencia ya advirtió de que no se pude fijar un precio mínimo, primera reivindicación de los ganadero. Pero, con el texto legal, Tejerina sí podrá exigir a industriales y, sobre todo a la gran distribución, que cumplan lo pactado.

“Somos conscientes de que oficialmente no es posible fijar un precio mínimo para la leche”, señala el responsable de la organización gallega Unións Agrarias, Román Santalla. “Sin embargo, sí es posible establecer pactos entre todas las partes que supongan al final ese precio remunerador para el sector y de futuro”, prosigue.

La leche ha sido historicamente uno de los sectores con mayor capacidad de movilización. Y su motor tradicional han sido los precios. La situación actual no es una excepción. Los precios medios están a la baja: en Galicia el litro en origen se paga a 0,27 euros y la cotización de la leche calificada como excedentaria por la industria se sitúa en 0,20 euros. La exigencia de un precio mínimo para la leche ha constituido su principal reivindicación y tambien una fuente de críticas. Frente a esa casi única demanda, para detener las protestas, Agricultura ha puesto en marcha desde julio varias medidas: promover la demanda, créditos a los ganaderos,...

Pero no ha sido suficiente. Las iniciativas del Gobierno no han convencido a nadie. Así que el 18 de agosto, Agricultura planteó a las partes una propuesta de pacto que se podría firmar el 10 de septiembre. Esta oferta fue mejor recibida por los ganaderos, pero fue insuficiente para detener las movilizaciones. Eso llevó a Tejerina a anunciar en una entrevista radiofónica —solo unos días más tarde en una emisora, a marchas forzadas— que el ministerio iba a conceder una ayuda de 300 euros por vaca para las explotaciones que venden la leche a 0,24 euros por libro, 10 céntimos por debajo del coste de producción.

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