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¿Se saltó las reglas Tim Cook al hablar más de la cuenta sobre Apple?

El ejecutivo mandó un email en pleno desplome bursátil en el que hacía referencia al rendimiento de la compañía en China

Un anuncio del MacBook de Apple en Tokio
Un anuncio del MacBook de Apple en TokioTHOMAS PETER (REUTERS)

Wall Street vivió el lunes una jornada caótica. Los primeros diez minutos de negociación fueron literalmente de pánico y provocaron desplomes excepcionales. El miedo de los inversores por China, magnificado por el alto grado de automatismo de los parqués en un momento escaso de liquidez, provocó que Apple perdiera de golpe 60.000 millones de dólares de capitalización bursátil. En plena confusión, Tim Cook mandó un controvertido email a la cadena de televisión financiera CNBC para contener el daño y reconfortar a un inversor ya pesimista.

La intervención del consejero delegado de Apple fue excepcional, por el secretismo que caracteriza a la firma electrónica de Cupertino, y está creando un debate muy intenso entre los operadores del parqué sobre su legalidad. En el correo electrónico Cook se refiere en concreto a la marcha de la compañía en China. Señala, sin dar cifras concretas, que las activaciones del teléfono iPhone se aceleraron en las últimas semanas y que sus tiendas físicas están registrando el mejor rendimiento en lo que va de año, pese a la preocupación por su economía.

Tim Cook envió el polémico mensaje a Jim Cramer, que dirige un programa en la CNBC en el que aconseja qué valores comprar, aguantar o vender. Como señala el propio ejecutivo al arrancar el correo, nunca informa sobre el rendimiento de la compañía en el trimestre en curso. Tampoco suele pronunciarse sobre los movimientos en las acciones de Apple. Pero sí consideró oportuno responder a “cuestiones que están en la mente de muchos inversores”. En su opinión, estos bandazos en los mercados no son problemáticos para su compañía.

“Evidentemente no puedo predecir el futuro pero el rendimiento en lo que va de trimestre es tranquilizador”, afirma en la misiva, que en ningún momento fue publicada en el portal del regulador del mercado bursátil, el canal en el que las corporaciones hacen públicas este tipo de actualizaciones. El contenido del email fue leído en antena por otro de los presentadores de la CNBC. Pero no está claro que eso sea suficiente para respetar las reglas que rigen el juego en Wall Street y que establecen el procedimiento para diseminar este tipo de información.

La respuesta de Cook a Cramer coincidió en el tiempo con un rebote en la acción de Apple, la mayor compañía cotizada del mundo. Su valor de mercado se desplomó un 13% en los primeros compases de la sesión, hasta cambiarse a 92 dólares. A lo largo de la sesión logró remontar hasta superar los 108 dólares para cerrar al final de la jornada rondando los 103 dólares con una caída del 2%. Este martes repuntó de nuevo hasta superar los 110 dólares, porque los inversores vieron el desplome como una oportunidad. Pese al rebote, sigue lejos del máximo de 134,5 dólares.

Apple lleva perdido un 15% de su valor desde que presentó resultados hace un mes. Esta corrección en tan poco tiempo se explica, de hecho, por el peso que está ganando su negocio en China. Cualquier noticia que llega de ese mercado le afecta. “Sigo creyendo que China representa un oportunidad sin precedentes en el largo plazo”, afirma Tim Cook, haciendo referencia al crecimiento de la clase media y a la baja implantación aún de la tecnología de transmisión de datos LTE.

El problema, de acuerdo con los expertos, no es el hecho de que estos comentarios relevantes se hicieran a un medio de comunicación. Es algo que la SEC permite, como que se proporcione información vía Twitter u otras redes sociales. Cramer tiene su propia cartera de inversión, Action Alert PLUS, y Apple es una de las compañías en las que invierte. La CNBC no aclara en que momento recibió el mensaje. Tan solo se limita a señalar que se trataba de un mensaje privado.

El regulador del mercado bursátil tampoco ha dicho de momento si va a revisar este intercambio para determinar si realmente se violaron unas reglas que están desfasadas en la era de los medios sociales o, en el extremo, si se utilizó en beneficio propio en un momento de extrema volatilidad. Hace dos años, el regulador sí intervino por un comentario similar que Reed Hastings hizo en Twitter y Facebook sobre Netflix. El mensaje disparó el valor de la compañía.

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