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Santa Claus, al borde de la bancarrota

Dianora, la empresa que ofrece visitas a Santa Claus en Finlandia, roza la quiebra

Santa Claus en Rovaniemi, la Laponia finlandesa.
Santa Claus en Rovaniemi, la Laponia finlandesa.JONATHAN NACKSTRAND (AFP)

Santa Claus tiene una semana para pagar a sus acreedores. La contracción de la economía finlandesa ha golpeado a Dianordia, la compañía que ofrece a niños de todo el mundo la oportunidad de encontrarse con Santa Claus. A solo cuatro meses de que llegue la Navidad, la firma afronta una posible bancarrota ante sus dificultades para devolver sus deudas.

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Los problemas empezaron cuando los turistas de Grecia, Italia, España y Rusia dejaron de ir a ver a Santa Claus, según explica en entrevista telefónica Jarmo Kariniemi, consejero delegado de Dianordia, que dirige la oficina finlandesa de Santa Claus en Rovaniemi, cerca del Círculo Polar Ártico, en la Laponia finlandesa.

"La marcha de la economía global afecta mucho a nuestro negocio", afirma Kariniemi. La mayor parte de las deudas de la compañía —en torno a 200.000 euros— son con la Hacienda finlandesa. Kariniemi señala que la compañía "no ha entrado aún en bancarrota y confiamos en encontrar una solución". El reto es adaptarse al menor flujo de ingresos por la crisis económica.

Ante las noticias de una potencial bancarrota, el equipo de Santa ha redoblado los esfuerzos y el entusiasmo para levantar el negocio. "Pese a lo complicado de la situación, solo queda seguir sonriendo y trabajando por un futuro mejor. Tenemos una semana para darle la vuelta a esto", publicaron en Facebook este jueves los ayudantes de Santa.

Los apuros de Santa son el último ejemplo de cómo muchas empresas finlandesas luchan por su supervivencia ante el declive de un país que sufre en carne propia los vientos de austeridad que recorren la Eurozona. La agencia de calificación Moody's prevé que Finlandia afronte su cuarto año de contracción económica, lo que hace peligrar el rating triple A que le asigna ahora mismo. Otra de las grandes agencias, Standard & Poor’s, ya bajó un grado la calificación crediticia de Finlandia en octubre.

Santa is here, every day, like he has been for the last two decades, meeting friends and visitors from all around the...

Gepostet von Santa Claus Office am Donnerstag, 20. August 2015

El primer ministro, Juha Sipila, afirma que la única forma de que Finlandia se recupere es bajando los costes de producción, pero los sindicatos ya han rechazado su propuesta de reducción de salarios, y las dos partes están lejos de ponerse de acuerdo. Los costes laborales en Finlandia son un 20% más altos que en sus principales socios comerciales, entre ellos Alemania. La pertenencia de Finlandia al euro le impide devaluar su moneda para corregir mejorar su competitividad, y el desempleo ha crecido hasta rondar el 10% durante los últimos cinco meses.

Mientras tanto, crecen los problemas en las empresas. Tras la desaparición de la industria electrónica en el pais, de la que Nokia fue un día uno de sus grandes exponentes, los finlandeses contemplan ahora el lento declinar de un sector papelero incapaz de competir con la creciente digitalización. El Gobierno está pasando apuros para evitar la caída de otros sectores: el Ministerio de Economía anunció este mes que la compañía minera Talvivaara recibirá una inyección de capital para seguir a flote.

Si Santa Claus va finalmente a la bancarrota, los políticos finlandeses dejarán de tener a su disposición un entretenimiento a menudo utilizado para amenizar las visitas de dignatarios extranjeros. El presidente finlandés Sauli Niinisto alojó en la oficina de Santa Claus a su homólogo indio, Pranab Mukherjee, en octubre, y el portavoz del parlamento polaco, Radoslaw Sikorski también se alojó allí durante una visita oficial.

Antes de que estallara el conflicto ucranio, Rusia representaba en torno al 20% de los ingresos de Dianordia. Ahora ha caído por debajo del 15%. Los turistas japoneses suponen el 18% mientras alemanes, franceses e ingleses suman cada uno el 10%. "Estamos en problemas", dice el consejero delegado de la empresa. "Los problemas del mundo se reflejan en nuestro negocio".

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