La Liga se juega ahora en la Red

La Liga y la Champions se van a jugar esta temporada en Internet. No, no es un anuncio del videojuego FIFA, sino la nueva realidad del mercado televisivo. Los grandes operadores de telecomunicaciones han irrumpido con fuerza en el mundo audiovisual. Como dicen en su argot, “el tubo solo no basta, hay que llenarlo”. Las modernas redes de fibra óptica y de 4G permiten que la televisión de pago entre al hogar por el mismo cable que llega Internet y los operadores no quieren perderse esa parte del negocio.

BT y Sky son el ejemplo más espectacular de esta avidez por los contenidos. Ambas operadoras han pagado 6.900 millones de euros por retransmitir los partidos de la Premier League británica de las próximas tres temporadas.

En España, los paquetes convergentes de fijo, móvil y banda ancha son mucho más atractivos si se le añade la televisión, como prueba el hecho de que los quíntuple play, los que incluyen televisión, se hayan triplicado en el último año hasta los 2,2 millones. Y las operadoras también quieren su parte del pastel audiovisual.

La más activa ha sido Telefónica. Adquirió este año Canal +, añadiendo de golpe más de un millón y medio de abonados a su cartera. Además, se lanzó a la compra de derechos, en particular deportivos como la Fórmula 1, tenis o motociclismo. En ese campo, su operación más ambiciosa es la adquisición de los derechos de Liga y Copa de esta temporada por los que ha pagado 600 millones de euros.

La empresa que dirige César Alierta quiere ser la primera televisión de pago en español del mundo, según ha declarado. Y ha empaquetado todo su catálogo en su flamante Movistar + para vender junto a llamadas y banda ancha, una oferta de televisión que incluye series, canales temáticos, deportes y todo lo heredado de Canal +.

“El mercado de la televisión de pago tiene un enorme margen de crecimiento en España, con una penetración del 25% de los hogares, cuando en mercados tan próximos a nosotros como Portugal, llega a ocho de cada diez domicilios”, indican desde Movistar +.

Sus rivales han puesto el grito en el cielo al entender que Telefónica va a crear casi un monopolio en la televisión de pago, que hará imposible replicar su oferta en los paquetes convergentes. Competencia (CNMC) aprobó al compra de Canal + con una serie de condiciones como que los competidores puedan acceder a un máximo del 50% de los canales premium de Telefónica, los que cuentan con contenido de estreno en exclusiva o eventos deportivos como el fútbol, Fórmula 1, Moto GP y los Juegos Olímpicos a precios que aseguren la “replicabilidad”.

CONDICIONES

Telefónica debe limitar además a tres años la duración de sus contratos de compra de contenidos y la explotación en exclusiva de los que adquiera queda limitada a dos años y a determinados tipos de ventanas de emisión. Unas condiciones que Movistar considera “muy exigentes y severas”, pero que Vodafone y Orange rechazan enérgicamente y han recurrido tanto por la vía administrativa como judicial si llega el caso.

“Con la adquisición de Canal+, Telefónica controlará más del 82% del mercado de televisión de pago en términos de ingresos y la casi totalidad de los derechos de contenidos en España. Esta situación es absolutamente excepcional en Europa. Las soluciones de la CNMC son insuficientes para garantizar la competencia en el mercado de los contenidos audiovisuales. Además, existe un alto riesgo de que esta situación se extienda también al mercado de telecomunicaciones, a través de la paquetización de los servicios de móvil, fijo y televisión. Por ello, hemos interpuesto una serie de recursos que tenemos intención de llevar hasta el final”, señala Federico Colom, director financiero de Orange.

En la misma línea, Rafael Miranda, director de estrategia de Vodafone, considera que el porcentaje de canales premium debería de ser como mínimo del 75% y cree que la fijación del precio a pagar por el canal de fútbol, con un fijo para cada operador, y otro variable por abonado, dista de ser transparente.

“El resultado final es que llevan a una compañía como Vodafone a tener que pagar mucho más por lo mismo (algo mas de cuatro veces más de lo que pagaba la temporada anterior), sin que, según se ha publicado, los costes de los derechos se hayan visto sustancialmente modificados respecto a la temporada anterior. A pesar de ello, Vodafone España ha hecho un enorme esfuerzo para que nuestros clientes disfruten del mejor fútbol en las mejores condiciones.

Y es que tanto Vodafone como Orange no han tenido más remedio que pasar por caja —en conjunto, van a pagar 200 millones a Telefónica y a Mediapro le han comprado los derechos de la Champions— e incluir todo el fútbol en sus menús de televisión como principal reclamo de su oferta comercial.