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Tribuna
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Rajoy se retrata con los presupuestos más de derechas de la democracia

Nunca se presentaron unos presupuestos más tramposos y mentirosos

Muchas pruebas nos ha ido dando Mariano Rajoy para ir componiendo, durante estos años, su verdadero retrato, pero hemos tenido que esperar a estos extraños días de agosto para corroborar que el presidente se hace una fiel fotografía de sí mismo con los presupuestos más tramposos, mentirosos y de derechas de la historia democrática española.

Rajoy pasará a la historia por muchas cosas, y no demasiado buenas. El campeón de los recortes y de las mentiras podrá añadir otro galón de dudoso gusto para alguien que se tiene por demócrata. El Rajoy que ha utilizado las instituciones en su propio beneficio perpetra ahora un verdadero insulto a la democracia pretendiendo comprar la voluntad de los españoles y utilizando de manera torticera las instituciones adelantando el debate y la votación de los PGE para el próximo ejercicio.

Es inédito e inaudito: un presidente aprueba unas cuentas antes de las elecciones para que las ejecute otro gobierno. El jefe del Ejecutivo aspira a dejarlo todo atado antes de los comicios, e ignora, como en la mañana del martes apuntaba nuestro portavoz parlamentario, que los ciudadanos y ciudadanas tienen en sus manos el poder de desatar estos presupuestos con el voto.

Miremos estas cuentas de deslucido, por tanto, barniz democrático. Vamos al fondo. Estamos ante unas cuentas tramposas porque se basan en premisas falsas, que ocultan recortes sociales y que benefician a los más pudientes. ¿Cuál es la mayor trampa que contienen? La ocultación del déficit real en 2015 es la mayor trampa de estos Presupuestos.

La reducción del déficit, hasta finales de 2016, implica como mínimo un ajuste de 23.000 millones de euros para todas las administraciones, producto de la reducción del déficit en 2016 y la desviación del déficit de 2015 que Rajoy oculta en la presentación de los Presupuestos, una de las mayores desviaciones en democracia.

Ahora bien, el ciclo permite reducir el déficit en 13.000 millones de euros (el saldo cíclico según el Gobierno se reduce en 1,2% del PIB), principalmente por mayores ingresos públicos. Por consiguiente, el recorte de todas las administraciones será aproximadamente de 10.000 millones de euros, que coincide con el regalo fiscal que Rajoy ha realizado a las rentas más altas.

Las corporaciones y rentas más altas recibirán un regalo fiscal

La irrealidad y las mentiras de los Presupuestos también se ponen de manifiesto cuando el Gobierno estima que los ingresos tributarios van a crecer un 6,2%. Sin embargo, el propio Gobierno reconoce que durante 2015 dichos ingresos van a crecer como mucho a una tasa del 4,2%, cuando había presupuestado una elevación del 5,4%, o cuando estima que las cotizaciones sociales van a crecer un 6,7%, en la actualidad están creciendo al 1%.

En definitiva, lo seguro en estos Presupuestos es que las grandes corporaciones y las rentas más altas recibirán un regalo fiscal. Por el contrario, lo seguro es que se siga recortando el Estado del Bienestar.

Es un presupuesto muy de derechas. Una prueba es que justo cuando la economía crece, cuando se incrementan las desigualdades, el gasto social se estanca en términos nominales, pierde peso en los Presupuestos y se reduce en términos reales (del 58% de 2011 pasamos al 53,5% en 2016).

Alarmante es también que el Gobierno prevea un menor gasto por desempleo (19.500 millones) alegando que habrá menos parados. Sin embargo, la razón es otra, si se tiene en cuenta que con aproximadamente los mismos parados en 2011 se destinaba al desempleo 30.500 millones de euros. Lo que sucede realmente es que sigue cayendo la cobertura por desempleo, y ya se sitúa ligeramente por encima del 50%, su mínimo histórico. Es decir, uno de cada dos parados no tiene prestación por desempleo, y el Gobierno anuncia que se van a seguir reduciendo las prestaciones por desempleo.

Mientras, el Gobierno hace un regalo fiscal de 5.256 millones a las rentas más altas y a las grandes corporaciones. Efectivamente, los Presupuestos Generales para 2016 tendrán una pérdida en los ingresos de 5.256 millones de euros como consecuencia de la segunda parte de la reforma fiscal de Rajoy/Montoro. Por un lado, 2.641 millones por la reducción del Impuesto de Sociedades y, por otro, 2.615 millones por la reducción del IRPF. En este último caso el 1% de los contribuyentes más ricos (193.994) se beneficia más que los 14 millones de contribuyentes que menos renta tienen. Otro dato: los 5.000 contribuyentes más ricos se benefician más, de la mencionada reforma fiscal, que los 8 millones de contribuyentes con menos renta.

Es una verdadera obscenidad e insensibilidad social que el Gobierno regale a las rentas y a los patrimonios más altos, el año que viene, 5.200 millones de euros, y que tenga que recortar una cantidad similar en prestaciones por desempleo.

Mientras Rajoy tiene como preferencia al 10% más rico; la propuesta del PSOE del ingreso mínimo vital tiene entre sus prioridades el 10% con menos renta: precisamente, los españoles que más sufrimiento han soportado en la larga crisis que nos ha tocado vivir. A ellos se debe el Partido Socialista y precisamente por eso decimos no a estas cuentas.

Pedro Saura es portavoz de Hacienda del Grupo Parlamento Socialista y profesor de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad de Murcia.

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