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'IN MEMORIAM'

Un profesional excepcional

Stanley Bendelac dedicó su vida a la comunicación, en el sentido más amplio de la palabra. Fue siempre un gran mentor, un Gran Maestro del gremio de comunicar con el lenguaje y con la imagen. Con su ejemplo, ideas, chispa, seriedad, humor, curiosidad, creatividad, eficacia comercial, autenticidad e infinito respeto por el talento formó a numerosos creativos, equipos y ejecutivos. Fue un adelantado en este nuevo mundo de la imagen, con enorme capacidad para conectar su talento con las redes adecuadas para que floreciera. Un talento reconocido por jurados internacionales de publicidad, marketing y comunicación como FIAP, AAP, Eurobest, Efi, Cannes...

Conocí a Stanley a finales de los setenta, con mi incorporación a Procter and Gamble, y desde entonces, en distintas empresas, marcas y proyectos, Stanley aparecía e iba dejando su impronta y ganando concursos con sus equipos con las propuestas más excepcionales y rupturistas en cada momento. Innovador nato, tenía un sexto sentido para lo que iba a funcionar, para las palabras justas que iban a tocar los resortes del consumidor y el usuario de manera positiva, y para comprender a los distintos segmentos de la sociedad y sus diferencias. Se ganaba el respeto de todos, y desde luego, el mío con gran admiración.

Recientemente Stanley se dedicó a apoyar a empresas familiares y a jóvenes emprendedores para que pusieran en marcha sus ideas, sus sueños, que se convertían pronto en sueños de Stanley también, dando sabios consejos, asumiendo riesgos y apostando financieramente por ellos. Siempre curioso, me llamaba: “Ana María, tienes que ver a estos chicos, hay que apoyar este concepto”. También se dedicó a plasmar de manera generosa en dos libros, de fácil comprensión, sus experiencias personales para que los jóvenes y no tan jóvenes entendiéramos algunas claves de su éxito y de cómo había manejado los errores y los fracasos, y todo ello a través de una didáctica extraordinaria. En Nunca tires la toalla nos cuenta 15 historias reales de multinacionales en distintos países basadas en su experiencia profesional y de gestión de talento desde una perspectiva humanista y la visión del emprendedor. En Lo importante no es cómo te caes sino cómo te levantas contaba seis historias reales ilustrando “las trampas en las que solemos caer” y “las palancas que debemos utilizar” para salir y ser resilientes.

Y con las marcas era un seductor. Él tenía que convertirlas en seductoras, capaces de emocionar. ¿Quién no recuerda campañas como Hacienda somos todos, un eslogan tan necesario para crear cultura y tan relevante hoy en día como entonces? O su campaña de Citroën Para gente encantadora, y la de la Marca España Pasión por la vida, o las famosas Hoy me siento Flex, y el Cueces o enriqueces de Gallina Blanca, o Usa tus alas de Iberia. Recuerdo que dijo en una entrevista “con agresión no se convence, pero con una caricia leve tampoco. Depende del producto y de la marca. No se trata de igual forma a un perfume que a una cadena de hipermercados”.

Este profesional excepcional que nos ha dejado siempre dijo que su mejor obra eran sus hijos: Ruth, Lele y Alex. Stanley permanecerá en nuestras vidas y recuerdos por su pasión por la acción y por su optimismo; optimismo que, como él decía, movía a la gente a ser feliz. Gracias, Stanley, por todo lo compartido y por tu amistad, por ese viaje vital donde disfrutaste siempre aprendiendo y dando más que recibiendo.

Ana María Llopis es Executice Chairman & CEO de Ideas4All.

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