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Los inversores mexicanos suben su apuesta por España

Los buenos precios, su necesidad de diversificación y los lazos culturales explican su interés

David Fernández
El grupo mexicano Cinépolis ha comprado Yelmo, dueño de los cines Ideal.
El grupo mexicano Cinépolis ha comprado Yelmo, dueño de los cines Ideal.SAMUEL SÁNCHEZ

Cines, chorizos, pan de molde, autobuses, centros comerciales, bancos, constructoras, medios de comunicación, inmobiliarias... No hay casi ningún sector que se resista al capital mexicano. En los últimos años se ha producido una avalancha de inversiones en España protagonizadas por grandes fortunas del país latinoamericano.

“Los ricos mexicanos conocen muy bien el mercado español y saben que hay grandes oportunidades a buenos precios. Además, España supone para ellos la puerta de entrada natural a Europa”, explica Ramón Casilda, profesor del Instituto de Estudios Bursátiles y consultor estratégico para América Latina. “Otro motivo para su llegada es la necesidad que tienen de diversificación. México no está teniendo el crecimiento previsto y España supone un escudo para proteger su dinero”, añade Casilda.

A principios de los años noventa, la estatal Pemex adquirió un 5% de Repsol en la primera gran operación mexicana en España. Pemex siguió comprando títulos de la petrolera —llegó a ser el segundo accionista— pero no tuvo un efecto arrastre sobre otros inversores charros. Sin embargo, a partir de 2012, en la peor fase de la crisis en España, los movimientos se multiplicaron. Las recientes compras de Panrico por Bimbo o de Yelmo, la segunda mayor cadena española de cines, por Cinépolis, son los últimos acuerdos cerrados, aunque los expertos consultados creen que no serán los últimos.

“Una de las causas de este interés es la fortaleza del dólar. Los inversores mexicanos tienen el grueso de sus posiciones financieras en esta divisa y la ventaja que presenta el tipo de cambio, junto con las oportunidades que existen en España actualmente, hacen una combinación muy atractiva para este tipo de inversores”, según Iñigo Calderón, responsable de Key Clients del área de grandes patrimonios de Deutsche Asset & Wealth Management.

La conquista mexicana está extendiéndose por todos los sectores. En el área inmobiliaria, destaca la compra de 253 sucursales del Banco Sabadell por parte del empresario Moisés El-Mann. Además, otra gran fortuna azteca, cuyo nombre no se ha hecho público, se hizo con un emblemático edificio en el número 14 de la Gran Vía madrileña. También se están mostrando muy activos en el sector bancario. El financiero David Martínez ha tomado el 4,94% del Sabadell, mientras que un grupo de inversores, encabezados por la familia Del Valle, se ha convertido en el segundo accionista del Banco Popular. Además, Ernesto Tinajero controla el 7% de Liberbank.

“Al no necesitar financiación tienen una gran ventaja para cerrar los tratos”

Otros negocios donde ha entrado el capital mexicano son el de la alimentación —la empresa Sigma es la dueña de Campofrío y Gruma, uno de los principales fabricantes de tortitas de maíz, adquirió la factoría Mexifoods España—, el transporte —el grupo ADO compró Avanza, la mayor compañía española de transporte de viajeros en autobús, por 800 millones— , los medios de comunicación —Roberto Alcántara tiene el 8,75% del grupo PRISA, editor de EL PAÍS— o la industria pesada— Pemex, a través de su filial PMI, se ha convertido en accionista mayoritario de Hijos de J. Barreras, el astillero privado más grande de España— .

“Un factor no económico, pero clave para explicar semejante número de operaciones es el cultural. España y México comparten idioma y muchos de estos inversores tienen sus orígenes familiares aquí. Además, la forma de hacer negocios es similar en ambos países: tipos de garantías, due dilligence, cuaderno de venta...”, argumenta Borja Oria, director de banca de inversión de Arcano.

El tercer hombre más rico del mundo, Carlos Slim, es de largo el inversor mexicano más activo en España. En 2012 le compró 439 sucursales a La Caixa por 490 millones de euros y cuenta con cerca del 1% de la entidad financiera. Slim también se ha convertido en el principal accionista de FCC tras desembolsar 650 millones por el 25,6% y ha batido a Hispania en la puja por la inmobiliaria Realia.

“Una diferencia entre los mexicanos y otros inversores que están llegando a España como asiáticos o árabes es su gran conocimiento del mercado local. Están mucho más al día de la realidad empresarial y económica de nuestro país que los empresarios españoles que llegan a México. Eso hace que sean muy selectivos a la hora de cerrar operaciones”, señala Eliseo Cervera, responsable de banca privada de Citi para España y Portugal. “Un motivo menos evidente, pero también de peso, que explica su interés por España es que para ellos supone una forma indirecta de invertir en Latinoamérica con descuento, ya que muchas de las empresas españolas que están comprando tienen intereses en América Latina”, subraya Cervera.

"Conocen muy bien el mercado español y eso les hace ser muy selectivos"

Otra de las características de los mexicanos que están llegando a España es la agilidad en la toma de decisiones. “Estamos hablando de inversores profesionales que cuentan con equipos que estudian muy bien las oportunidades existentes”, destaca Íñigo Calderón, de Deutsche Asset & Wealth Management. “Por lo general, no necesitan financiación para realizar las operaciones, lo que les otorga una ventaja fundamental a la hora de acometerlas”, añade Calderón.

La oleada de operaciones consolida a México como el primer inversor latinoamericano en España (sexto del mundo) con un volumen de 20.456 millones en 2014 (inversión extranjera directa), mientras que Brasil, el segundo, se mantiene a bastante distancia con 5.683 millones, según los datos del reciente informe de BME sobre la Posición Internacional de la Empresa Española Cotizada.

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Sobre la firma

David Fernández
Es el jefe de sección de Negocios. Es licenciado en Ciencias de la Información y tiene un máster en periodismo por EL PAÍS-UAM. Inició su carrera en Cinco Días y desde 2006 trabaja en EL PAÍS, donde se ha especializado en temas financieros. Ha ganado los premios de periodismo económico de la CNMV, Citigroup, Aecoc y APD.

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