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Bruselas presenta un plan para armonizar el impuesto de sociedades

La Comisión lanza un plan para limitar las prácticas fiscales agresivas de las multinacionales

Lucía Abellán
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre Moscovici
El comisario europeo de Asuntos Económicos, Pierre MoscoviciEFE

Los impuestos que gravan el beneficio de las compañías han quedado desfasados. Los movimientos transfronterizos de capitales que las empresas realizan hoy sin trabas dejan a esa figura con escasa capacidad de recaudar —2,6% del PIB europeo—, al menos entre las grandes firmas. “El impuesto de sociedades necesita una reforma radical”, sentenció ayer el comisario para Asuntos Económicos, Pierre Moscovici. Para iniciar el proceso, la Comisión Europea propone armonizar la base del impuesto de sociedades para que todos los países ofrezcan un menú similar y las empresas no recalen en unos u otros por sus ventajas fiscales.

Bruselas ya hizo un primer intento de cerrar esas lagunas en 2011, cuando cobró fuerza la idea de pedir cuentas a las grandes firmas por la sequía de las arcas públicas. Pero el miedo de los Estados a verse privados de una de las pocas competencias económicas que aún ejercen de manera casi exclusiva, la fiscalidad, ha mantenido el proyecto en un cajón.

El Ejecutivo comunitario cree que es el momento de revitalizarlo, a raíz de la reprobación creada por el caso Luxleaks, que reveló cientos de acuerdos de grandes empresas con Luxemburgo para tributar allí y evitar gravámenes mayores en otros países. Bruselas pretende darle carácter obligatorio a la armonización de la base y dejar a cada Estado los tipos del impuesto.

Transferencias de servicios

Uno de los mayores focos de evasión se produce en las transferencias de servicios que se hacen empresas de un mismo grupo para tributar a la carta. Por ejemplo, una matriz radicada en un país de tributación ordinaria paga a su filial de un Estado de impuestos bajos un precio desorbitado por un servicio cuyo valor es difícil de estimar en el mercado. Al emigrar a esa filial, el beneficio se localiza en el territorio de fiscalidad reducida y, por tanto, la tributación es muy limitada. Bruselas cree que el 70% de las fugas del beneficio responden a este esquema.

El Ejecutivo comunitario ha publicado también una lista que recoge los 30 principales paraísos fiscales de la UE (los que figuran en las listas negras de al menos 10 países comunitarios). Cuatro de ellos (Andorra, Guernsey, Liechtenstein y Mónaco) se ubican en Europa.

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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