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La reina del negocio erótico

La alemana Lea-Sophie Cramer revitaliza la venta de juguetes sexuales en Internet

Lea-Sophie Cramer, cofundadora de la tienda de juguetes eróticos Amorelie.
Lea-Sophie Cramer, cofundadora de la tienda de juguetes eróticos Amorelie.

La leyenda que circula en Berlín, y sobre la cual se ha hecho eco la prensa germana, señala que Lea-Sophie Cramer, una empresaria de 28 años, comenzó a germinar una idea que ahora la ha convertido en una dinámica y famosa ejecutiva cuando viajaba en un tren entre Berlín y Múnich. Observó que la mayoría de las mujeres que viajaban en su vagón tenían en sus manos un ejemplar de la novela 50 sombras de Grey, y que la leían con devoción.

Cramer, una devota admiradora de la serie Sex and the City, rápidamente se dio cuenta de un fenómeno que estaba contagiando a las mujeres alemanas: el sexo femenino ya no se avergonzaba de leer en público una novela erótica y tampoco tenía problemas para mostrar sin tapujos su interés por la sensualidad y el erotismo. “El éxito de la novela me inspiró a mí y a mi socio, Sebastian Pollack, a fundar Amorelie”, dice la joven empresaria, al recordar el nacimiento de un portal, que en tan sólo dos años, ha crecido un 800% gracias a una oferta que parecía estar condenada a languidecer en las estanterías de locales sombríos y casi ocultos para las mujeres: los juguetes sexuales.

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“Uno podría pensar que en la actualidad, aspectos como la sensualidad y la pasión han dejado de representar un problema” añade Cramer. “Pero no es cierto. En Alemania no existía un lugar adecuado para informarse sobre estos productos sin tener que sentirse avergonzada. El mercado erótico estaba pasado de moda y necesitaba con urgencia viento fresco”.

El viento fresco llegó a comienzos de 2013, cuando la joven y su socio dieron vida al portal erótico Amorelie, una dirección que ofrece lencería de alta calidad y juguetes sexuales de diseño con los que deseaban llevar la sensualidad y los secretos más íntimos de la pasión al dormitorio de sus compatriotas, en especial a las mujeres. En sus dos años de vida, el portal tuvo éxito por liberar al mercado erótico de la imagen negativa que había acumulado durante décadas y, más importante aún, logró convertir los juguetes sexuales en una nueva moda que enriquece la intimidad del dormitorio.

“Para nosotros, los juguetes sexuales son un producto de un nuevo estilo de vida y nuestra misión es que todo el mundo lo vea de esa manera”, dice la empresaria. Hemos hecho frente al mercado con ligereza, diversión y con productos de diseño y, gracias al anonimato que ofrece la venta online, nuestros clientes aprecian nuestra oferta”.

Amorelie no es el único portal que vende con éxito juguetes sexuales en Internet. Empresas como Beate Uhse y Eis.de, se disputan un mercado que ha vuelto a renacer gracias al anonimato que ofrece la red, pero también a una nueva ofensiva publicitaria adecuada a los tiempos que corren. Beate Uhse, por ejemplo, la primera empresa que abrió una tienda erótica en el mundo y que en su mejor época daba empleo a más de 1.400 personas en su sede en Flensburg, tuvo una época de gloria cuando cotizó en la Bolsa de Fráncfort en 1999. Pero la empresa sucumbió a la invasión de la pornografía en Internet y después de sufrir pérdidas millonarias y también un severo reajuste en su plantilla, optó por un nuevo maquillaje que ahora le está dando frutos. La firma facturó 142 millones de euros en 2014.

Uhse, la pionera

Poco después del suicidio de Adolf Hitler, Beate Uhse, entonces una piloto militar con grado de capitán, tomó una decisión que le salvó la vida y la convirtió en una de las mujeres más admiradas, odiadas y ricas de Alemania. Junto con su hijo de dos años, la mujer montó en un avión de guerra y se dirigió a Flensburg, la única ciudad que aún no estaba en manos aliadas.

Después de una breve permanencia en un campamento de prisioneros británico descubrió el filón de oro que la convertiría en la pionera del mercado erótico en su país. Comenzó a vender por correo prospectos sobre el control de la natalidad y a ofrecer métodos para impedir embarazos indeseados. El éxito se acentuó con el envío de condones.

Así nació un imperio que comenzó a cotizar en la Bolsa de Francfort en 1999 y que fue creado bajo una máxima revolucionaria: vender sexo sin tabúes. En 1962, Uhse abrió la primera tienda que vendía juguetes sexuales en el mundo. En menos de una década, cada ciudad alemana tenía una tienda que vendía sus productos. Su fundadora falleció en 1981.

La empresa Eis.de, fundada en 2006 está orgullosa de contar con 6,5 millones de clientes que generaron un volumen de ventas de 18,5 millones de euros en 2013. La sociedad, que tiene su sede en Bielefeld, da empleo a 270 personas que se encargan de satisfacer los deseos de sus clientes anónimos. “Ofrecemos más de 20.000 productos diarios y con ello obtenemos una plataforma perfecta para buscar, coleccionar ideas y diversión”, señala en su web.

“El hecho de que Beate Uhse, Eis.de y Amorelie.de, estén presentes en la franja publicitaria de la tarde en los canales de TV ProSieben y Sat1, demuestra que el mercado erótico se ha convertido en un tema central de la sociedad alemana”, apuntó la revista económica Writschaftwoche en un largo reportaje que recibió un título apropiado: El renacimiento del mercado erótico.

A pesar de la competencia, Cramer está convencida de que su portal está destinado a convertirse en una dirección de referencia, no solo en Alemania, sino también en Suiza, Austria, Bélgica y Francia, donde ya está presente. Una clave del éxito de la joven y dinámica ejecutiva es su brillante carrera profesional. Después de obtener un diploma en Administración de Empresas, Lea-Sophie hizo carrera en el portal Groupon donde llegó a dirigir sus negocios en Asia.

Su experiencia en Asia y un notable conocimiento de los desafíos del comercio en la red le ayudaron para diseñar un portal erótico moderno, alegre, novedoso y sin inhibiciones. “Nos preocupamos sobre todo en la calidad, la estética y el diseño de nuestros productos”, dice la joven empresaria, quien se atrevió a introducir en su firma una iniciativa inédita. “Antes de ofrecer a la venta nuevos productos, los repartimos entre nuestros empleados para que los usen en forma anónima; de esta forma podemos apreciar la calidad el producto”, confiesa.

Amorelie aún no ha dado a conocer cifras, pero la aceptación que ha tenido, sobre todo entre las mujeres, convenció al grupo de comunicación Prosieben-Sat1 a comprar el 75% de las acciones, una operación que ayudará a Lea-Sophie Cramer y a su socio, Sebastian Pollack a seguir expandiéndose. “La prioridad es la internacionalización, sobre todo en Europa. España podría ser el próximo país”, dice la ejecutiva, que inauguró el jueves pasado una tienda en un exclusivo barrio de París.

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