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Un millón de contribuyentes saldrá perdiendo con la reforma fiscal

Un estudio de Fedea concluye que los cambios en el IRPF favorecen sobre todo a las familias con más hijos y a los discapacitados.

J. S. G.

La reforma fiscal del Gobierno pivota sobre la bajada del IRPF. La Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) calcula que los cambios en este impuesto perjudicarán a 1.005.995 contribuyentes, el 5,2% del total, en 2016 cuando entre en vigor toda la rebaja tributaria que se reparte en dos fases. Los más beneficiados son las rentas más bajas, las familias con hijos y dependientes y el 1% de los contribuyentes más ricos. El estudio concluye que la reforma limita la aportación del IRPF a reducir la desigualdad.

El impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) es la figura más importante del sistema tributario español. El Gobierno diseñó una reforma fiscal cuya propuesta estrella era la rebaja de este impuesto. En realidad, según explica la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea), la reforma elimina en 2015 el gravamen complementario, la subida que el Ejecutivo de Rajoy aprobó nada más alcanzar el poder en 2011. “Y muy poco más”, apunta Julio López Laborda, catedrático de la universidad de Zaragoza y autor junto con Jorge Onrubia, catedrático de la Complutense, del estudio sobre la evaluación de la reforma del IRPF presentado ayer por Fedea y la Asociación de Periodistas de Información Económica (Apie).

De esta forma el Gobierno se podrá presentar ante los electores con una ligerísima rebaja en el IRPF y una segunda vuelta en 2016, aunque viendo el sistema tributario en su conjunto terminará la legislatura con los impuestos más altos que en 2011 (subida del IVA, impuestos especiales). Los expertos calculan que la bajada del IRPF tendrá un coste global de 7.100 millones entre los dos años de aplicación de la reforma fiscal frente a los 5.981 que espera el Ministerio de Hacienda.

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Uno de los análisis básicos de cualquier reforma fiscal consiste en determinar quienes son los ganadores y perderos con los cambios tributarios. Aunque los autores destacan que “en promedio, todas las decilas de renta pagan menos impuestos tras la reforma, con una ganancia neta que es mayor en términos porcentuales para los grupos de menor renta”, también subrayan que “un 5,2% de los contribuyentes saldrá perdiendo con la reforma en 2016”. Se trata de 1.005.995 de contribuyentes repartidos entre todos los niveles de renta. Los expertos eluden dibujar un perfil de estos perdedores porque concurren diversas circunstancias.

El estudio también desvela que un 62,4% de los más de 19 millones de contribuyentes salen ganando con la reforma. Al resto, 6.286.486 declarantes del IRPF les resulta indiferente. En cualquier caso, los expertos concluyen que todas las decilas de renta —clasificación de los contribuyentes por nivel de tramos de renta correspondientes al 10% del total— pagan menos impuestos de media en 2015 y 2016 que el año pasado.

Explican que la ganancia que ofrece la rebaja fiscal es decreciente con el nivel de renta. Es decir, las primeras decilas con las rentas más bajas salen más beneficiados. Así el 70% de los contribuyentes con las rentas más bajas, con rentas medias de hasta 21.932 euros, tendrán rebajas superiores al 11% en 2016. Para el resto de contribuyentes la rebaja fiscal se reduce conforme aumenta su renta. Pero existe una anomalía. “El beneficio de la reforma para el 1% de los contribuyentes que más renta declaran en el IRPF es mayor en términos relativos que para el 20% de los contribuyentes más ricos”. Es decir, que los contribuyentes que declaren más de 194.000 euros, el 1% más rico, tendrán una rebaja del 9,8% frente a los que tienen una renta media de entre 39.315 euros y 81.151 euros que disfrutarán de una reducción del IRPF del entorno del 7%, según los datos obtenidos por los investigadores de Fedea.

Una de las novedades de la reforma fiscal fue rebajar los tipos que gravan el capital a cambio de suprimir la exención de los 1.500 euros de dividendos. “Pero el aumento de la bajada de tipos es mayor que el del aumento de base”.

Más desigualdad

Esto contribuye a favorecer a los más ricos. “Los contribuyentes que experimentan una mayor reducción tributaria entre 2014 y 2016 son aquellos en cuya renta gravable tienen más peso las ganancias de patrimonio y también los sujetos con rendimientos mobiliarios o inmobiliarios superiores al 90% de su renta”, concluyen los investigadores tras analizar el impacto de la reforma según la procedencia de los ingresos de los contribuyentes. “En estos casos se trata de colectivos poco numerosos y se concentran en las decilas de renta más altas”.

Otro de los aspectos que también destacan los expertos del estudio es que la reforma reduce la contribución del IRPF a corregir la desigualdad de rentas. Aunque aumenta la progresividad del impuesto —un principio por el que más pagan los que más tienen— lo cierto es que la redistribución del impuesto empeora al reducirse la recaudación. “Si la recaudación es más pequeña, solo se puede mantener el efecto redistributivo del impuesto reforzando su progresividad”, explica el documento que añade que la ganancia de progresividad es mínima.

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Sobre la firma

J. S. G.
Redactor jefe de Economía y Negocios en EL PAÍS. Estudió Económicas y trabajó cinco años como auditor. Ha cubierto la crisis financiera, contado las consecuencias del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, el rescate a España y las reformas de las políticas públicas de la última década. Ha cursado el programa de desarrollo directivo (PDD) del IESE.

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