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Casas a prueba de niños

La seguridad en la vivienda pasa por proteger los enchufes o instalar limitadores de apertura en ventanas o armarios

Los limitadores de apertura impiden el acceso a futuros peligros
Los limitadores de apertura impiden el acceso a futuros peligros

Los peligros para los más pequeños empiezan en una casa mal adaptada. Para evitar que se pillen los dedos con las puertas es apropiado instalar un bloqueo de apertura, principalmente en las correderas. "Un cierre adhesivo mantiene a salvo a los niños de lo que pasa al otro lado", señalan en la empresa Bebé Due. Su instalación es sencilla, ya que se coloca entre las dos hojas , de manera que impide que una se deslice sobre la otra. El precio ronda los cuatro euros por pieza.

Como toda protección es poca habrá que pensar también en ventanas con limitación de apertura o con un sistema oscilo batiente -permite una apertura tanto lateral como inclinada hacia el interior-. "Se utiliza mucho para ventilar la estancia sin necesidad de abrir la ventana, por lo que puede ser una solución recomendable en las viviendas con menores", señalan en Leroy Merlín.

Otro tipo de dispositivos muy parecidos son los que se instalan en cajones y armarios e impiden destapar lo que hay dentro. "Se precisan en lugares donde se guardan medicamentos, productos de limpieza o tóxicos que no deben estar al alcance de los menores", comentan. También se pueden colocar tiras de seguridad en la parte de las bisagras para una mayor seguridad.

Limitadores de apertura en armarios, de Leroy Merlín
Limitadores de apertura en armarios, de Leroy Merlín

En Leroy Merlín recomiendan igualmente tener cuidado con los cristales de la vivienda y decantarse por los tipos templados. "Son más seguros por su dureza y en caso de rotura están diseñados para hacerlo en trozos muy pequeños y redondeados", señalan. Otro tipo de cristales de seguridad son los que dificultan la rotura antes del impacto y no se desprenden al romperse, por lo que evitan los cortes.

Igualmente hay que tener en cuenta las instalaciones de luz. Es recomendable tapar con protectores todos los enchufes para evitar que los pequeños metan los dedos. "Éstos reducen el riesgo en las tomas y se pueden utilizar tanto en enchufes con toma de tierra como sin ella", comentan en la empresa Ikea. "Para instalar el protector hay que insertarlo en el enchufe presionando ligeramente. Para retirarlo tan solo hay que introducir la llave en el protector, girarlo y estirar", explican en Bebe Due. Su precio ronda los tres euros.

Otra opción es el uso de enchufes en los cuales los orificios estén bloqueados y sea necesario ejercer una gran presión para desbloquearlos. También recurrir a termostatos y limitadores de temperatura en los grifos, tanto en la cocina como en el baño. "Los grifos termostáticos permiten elegir el calor adecuado y mantenerlo constante, además incorporan un bloqueo de seguridad y ahorro de agua", recalcan desde esta empresa de bricolaje. Los termómetros acuáticos controlan la temperatura del agua en la bañera.

Recurrir a elementos antideslizantes, barras para impedir el acceso a la ducha o protectores de goma o silicona para cubrir grifos y evitar golpes ayudará a proteger los elementos de esta estancia. "En Bebe Due disponemos de un cubregrifo inflable y acolchado con motivos infantiles que ayuda a evitar posibles daños en el pequeño y minimiza los efectos en caso de golpe accidental", comentan.

En el caso de la habitación se debe poner el foco, principalmente en la cuna, ya que durante los primeros años de vida, el descanso será su actividad principal. "Ésta debe ser de madera, y de unos 20 centímetros más larga que la altura del niño. Además, debe tener unos 60 centímetros de ancho", recomiendan en la Confederación de Consumidores y Usuarios (CECU).

Los más pequeños irán creciendo por lo que es recomendable también el uso de barrotes regulables a la medida del niño y su crecimiento, de esta manera, se evita que pueda trepar por ella o caer al suelo. "Las cunas que se venden en Europa deben ajustarse a la norma UNE-EN 716", comentan. Otro importante elemento de seguridad es la distancia entre los barrotes, que deben mantener una separación entre cuatro y seis centímetros, y su disposición debe ser tal que impida que el bebé encuentre un punto de apoyo que le permita encaramarse a ellos. También las láminas del somier deben respetar entre ellas una distancia de seguridad máxima de seis centímetros, y la máxima distancia posible entre éste y el bastidor debe ser de en torno a tres centímetros por los dos lados. En el caso de que la cuna disponga de ruedas, es importante que cuenten con mecanismo de bloqueo. También se recomienda comprobar los acabados, ya que los tornillos no deben sobresalir.

La distancia entre los barrotes de la cuna debe tener una separación entre cuatro y seis centímetros. Leroy Merlín
La distancia entre los barrotes de la cuna debe tener una separación entre cuatro y seis centímetros. Leroy Merlín

En la estancia donde duermen hay emplear muebles sencillos. "El mobiliario debe carecer de elementos que se puedan desprender o desenroscar (tiradores), ya que podrían provocar asfixia o lesiones", señalan desde CECU.

Igualmente, es recomendable anclar estantes, cuadros y objetos pesados a la pared para evitar su caída. "Además, los televisores deben estar atados a su soporte con una correa de sujeción", comentan en Leroy Merlin. Y para los cuadros y espejos el uso de tiras de tipo velcro o colgadores seguros.

Es importante también cubrir esquinas y utilizar en las paredes acabados lavables. Por eso, y ante su seguridad, lo ideal es escoger pinturas no tóxicas para evitar problemas cuando se llevan las manos a la boca, después de apoyarse en ellas", recomiendan en Leroy Merlín.

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