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El recibo bimestral reduce los cortes de la luz por impago

Las cuatro grandes eléctricas suspendieron el suministro a casi 642.000 hogares en 2014

Centro de control de Red Eléctrica
Centro de control de Red EléctricaGORKA LEJARCEGI

La nueva factura bimestral de energía eléctrica ha reducido el número de impagos. Ello, a su vez, ha provocado una caída del 48,7% de los cortes de luz que las compañías realizan por este motivo. Las cuatro grandes eléctricas suspendieron el suministro a casi 642.000 hogares en 2014. Unas 180.000 de las familias afectadas pasaron más de una semana sin energía. Precisamente, entre estos clientes con más dificultades para pagar la factura eléctrica es donde menos se redujeron los impagos, lo que aviva el debate sobre la pobreza eléctrica.

A menos facturas, menos riesgos de no poder pagarlas. Esa lógica se trasladó el año pasado al mercado eléctrico, en el que el número de cortes de luz por impago se redujo un 48,7%. La razón que mejor explica esa evolución es el cambio normativo que obliga a las comercializadoras a emitir facturas bimestrales desde abril de 2014.

Iberdrola, Endesa, Gas Natural y EDP, que representan más del 80% del mercado minorista español, cortaron la luz a 641.989 hogares. De ellos, casi 180.000 tardaron más de una semana en poder pagar la factura y retomar el suministro. Ese segmento de hogares incapaz de pagar el recibo es el que se redujo a menor ritmo: un 43%.

Bono social limitado

El bono social, la ayuda creada por el Gobierno para favorecer en la factura eléctrica a colectivos vulnerables, solo alcanzaba en noviembre a 2,4 millones de hogares, según la CNMV.

El grueso de los pobres energéticos están entre los clientes que se han acogido a una rebaja en la potencia (1,9 millones) por debajo de los tres kilovatios, lo que les sitúa en beneficiarios del bono social. Sin embargo, la Mesa del Tercer Sector, que agrupa a entidades sociales catalanas, critica que “la mayoría de las personas, y especialmente las vulnerables, desconocen qué tarifa tienen contratada y la existencia del mercado protegido”.

Ni Iberdrola ni Gas Natural han ofrecido explicaciones sobre las causas de esa reducción de los cortes de suministros. Sí lo ha hecho Endesa, que relaciona la reducción a la obligación que tienen las eléctricas de emitir facturas cada dos meses y no mes a mes, además de a una mejora en las campañas de información. El Gobierno decidió ampliar el periodo de facturación para evitar que las compañías cobrasen sobre lecturas estimadas, y no reales, que podían acabar inflando los recibos.

Esa caída del 48,7% de los cortes de suministro procede de los datos de Iberdrola y Endesa, que copan entre ambas más de un 50% del mercado y son las únicas que incluyen esas cifras en sus informes anuales desde hace tiempo. Iberdrola, la líder del sector, dejó sin luz durante 2014 a 335.731 hogares (578.628 un año antes), y Endesa a otros 142.446 (352.635 en 2013). La tercera firma del sector, Gas Natural, ha dejado atrás su opacidad al publicar los datos en su informe de sostenibilidad del pasado ejercicio (150.753 cortes), lo mismo que ha hecho la portuguesa EDP (13.059). La alemana E.On es el único miembro de la patronal Unesa que no ofrece esos datos en su documentación anual. “La directiva europea no obliga a las empresas a aportar los datos de cortes de suministros”, admite Yolanda García, delegada de la Comisión Europea de la Energía.

Las eléctricas defienden que es difícil que un hogar pueda sufrir en un mismo año más de un corte de electricidad. Las estadísticas de los informes anuales aseguran que 377.619 clientes a los que se suspendió el suministro pagaron antes de que pasaran 48 horas, mientras que 82.447 tuvieron que estar sin electricidad entre dos y siete días. Casi 180.000 hogares pasaron más de una semana en esa situación.

Juan Antonio, un desempleado de 53 años y padre de dos hijos de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), se ha librado de esos cortes gracias a los servicios sociales de su Ayuntamiento. Es miembro de uno de esos hogares que no pueden asegurarse el suministro de los servicios básicos y tener su casa a una temperatura adecuada. La Asociación de Ciencias Ambientales (ACA) calcula que un 9% de las familias estaba en esa situación en 2012, las últimas cifras disponibles. Ese dato equivaldría a 1,6 millones de hogares.

Didier Chérel, secretario del Observatorio Nacional de la Pobreza Energética de Francia, muestra su preocupación también por los indicadores de restricción eléctrica que se imponen las familias. “Sacrifican el consumo más allá de lo necesario para poder hacer frente a las facturas. Hay estudios que demuestran la relación de la pobreza energética con problemas de salud, no solamente con las muertes en el invierno”, remata.

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