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El cine de estreno en el sofá

La catalana Wuaki alcanza los dos millones de usuarios y da el salto a Europa

María Fernández
Jacinto Roca, fundador de Wuaki, en sus oficinas de Barcelona.
Jacinto Roca, fundador de Wuaki, en sus oficinas de Barcelona.

Quizá para dar con la fórmula del éxito en un negocio no haya que darle tantas vueltas. Jacinto Roca apostó en 2008 por un videoclub. Nada del otro mundo. Ahora es el consejero delegado de una plataforma de distribución de películas que forma parte de Rakuten, el gigante japonés que se ha convertido en la tercera empresa del mundo en comercio electrónico, por detrás de Alibaba y Amazon.

Su viaje empezó en una oficina en Boston. Roca trabajaba para un fondo de capital riesgo especializado en empresas que desarrollan tecnologías innovadoras en comercio electrónico. En la era de Internet lo que le rondaba por la cabeza era desarrollar su empresa partiendo del televisor. En ese momento, año 2008, España estaba en el top mundial de pirateo de contenidos audiovisuales y páginas como Megaupload (cerrada en 2012 por el FBI) recibían millones de visitas.

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“Pensé que la siguiente revolución iba a ser Internet en el televisor”, recuerda. Él y su socio, Josep Mitjà emplearon dos años en construir una plataforma de distribución de vídeo desde los televisores conectados a la web para ofrecer películas y las series bajo demanda. “Hicimos un trabajo enorme. Montamos la plataforma con un equipo de técnicos que acabaron siendo nuestros socios”. Con esta tecnología en marcha Roca hizo dos cosas: se fue a Hollywood a convencer a empresas como Warner, Disney o Sony de que le vendiesen los derechos de difusión de sus películas y al mismo tiempo consiguió que gigantes como Samsung, Panasonic, Phillips o LG pre-instalasen en sus equipos su software de Wuaki TV. A los primeros los tuvo que tranquilizar asegurándoles que su sistema era seguro. A los segundos, que iba a funcionar cuando sus clientes llegasen a casa y conectasen la tele.

“Tuvimos que pasar una serie de due diligence [auditorías] de seguridad muy exigentes. Porque imagine qué habría ocurrido si Samsung lanzaba Wuaki TV en todos sus equipos y no llega a funcionar”. En diciembre de 2010 ya estaba rodando. “Cada vez teníamos más clientes y consumían más”.

La idea comenzaba a cuajar pero sólo en España. En el verano de 2012, cuando ya había alcanzado más de 100.000 usuarios, Roca quedó para cenar con el fundador y consejero delegado de Rakuten, Hiroshi Mikitani. “Vimos que había sinergias entre sus planes de expansión y los activos de Wuaki. Rakuten es la compañía de Internet más grande en Japón, con un servicio de comercio electrónico con más de 100 millones de clientes”. El japonés terminaría comprando la empresa del español para desarrollar el servicio de vídeo de Rakuten y Roca se mantuvo en el puesto de consejero delegado. “Me dolió un poco vender, cuando emprendes una compañía es un poco como un bebé y era como darlo en adopción. Pero para que creciera necesitaba el apoyo de Rakuten”. Después de lanzarse en varios mercados europeos han conseguido llegar a los dos millones de usuarios. Wuaki TV comercializa estrenos que cuestan entre 3,99 euros y 4,99 sin necesidad de que el usuario instale ningún aparato. El año pasado dobló los 3,7 millones de facturación de 2013 y ya tiene 150 empleados de 15 países.

“Quizá el mensaje que puedo dar es que esto es posible. Desde España se puede crear una empresa innovadora a nivel global y que esto lo hace gente normal y corriente, como nosotros”.

Cine sin publicidad

Diez años antes de que se fundase Wuaki, un par de socios abrían en California una plataforma de vídeo online que bautizaron como Netflix. La empresa se convertiría con el tiempo en el auténtico monstruo de la televisión a la carta, con una cifra de negocio que el año pasado se acercó a los 6.000 millones de dólares. Sólo en el primer trimestre de 2015 ha sumado tantos nuevos clientes como todos los que tiene la firma española. Ambas permiten ver una película sin anuncios, sin instalación de aparatos, sin la necesidad de contratar un paquete de canales, por un precio único o, si se desea, a través de una suscripción. Basta con una conexión de Internet y un monitor. Netflix, como Amazon, se ha posicionado con la producción de series propias, como House of Cards. Así funcionan las empresas que han revolucionado la forma de ver la televisión y amenazan seriamente las parrillas de los canales tradicionales. En España plataformas de suscripción como las de Movistar TV y Canal + (adquirido por Telefónica) compiten junto a Wuaki en el mercado español a la espera del desembarco de Netflix en el país. Otras, como Hulu o Greencine ganan mercado en EE UU.

Los últimos datos oficiales sobre las plataformas de pago por visión en España, de la extinta Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones, corresponden al año 2012 y hablan de 1,6 millones de pagos directos para contenidos de televisión. Su foto fija ese ejercicio mostraba un sector en recesión, ya que en 2008 se habían registrado casi siete millones de operaciones. Sin embargo el negocio evoluciona a la velocidad de los cambios digitales. El crecimiento de Waki, por ejemplo, ha forzado que Netflix acelere su llegada a España. Otras plataformas similares han optado por ofrecer en streaming sus contenidos en la web sin dar el salto al televisión. El mercado no se detiene.

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Sobre la firma

María Fernández
Redactora del diario EL PAÍS desde 2008. Ha trabajado en la delegación de Galicia, en Nacional y actualmente en la sección de Economía, dentro del suplemento NEGOCIOS. Ha sido durante cinco años profesora de narrativas digitales del Máster que imparte el periódico en colaboración con la UAM y tiene formación de posgrado en economía.

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