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Facephi triplica pérdidas y PWC duda de la continuidad de la firma del MAB

La empresa de reconocimiento facial solo facturó 32.000 euros en 2014 y perdió un millón La compañía pagó 157.000 euros a sociedades de sus principales directivos

Javier Mira (izquierda) y Salvador Martí, máximos responsables de Facephi, el día de su salida al MAB
Javier Mira (izquierda) y Salvador Martí, máximos responsables de Facephi, el día de su salida al MABMAB

La empresa alicantina de software Facephi triplicó sus pérdidas en 2014. Pasó de un resultado negativo de 300.000 euros en 2013 a 1,05 millones el año pasado, según las cuentas anuales que publicó el jueves por la noche. La empresa, que cotiza en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), solo facturó 32.293 euros y sigue sin firmar el contrato en Perú que anunció. La situación es tan delicada que el auditor, PWC, advierte en las cuentas de “la existencia de una incertidumbre material que puede generar dudas significativas sobre la capacidad de la sociedad para continuar como empresa en funcionamiento”. Una portavoz de la empresa afirmó por correo electrónico a preguntas de este diario que "no se dan las condiciones para un preconcurso de acreedores".

Facephi es una empresa que vende un software de reconocimiento facial que debe sustituir a las contraseñas. La firma salió al MAB en julio pasado, el mismo día que estalló el escándalo de Gowex. Y pese a que en 2013 solo había facturado 8.617 euros llegó a tener una capitalización bursátil de 30 millones de euros.

Entonces anunció negociaciones en América Latina para instalar en bancos su programa, que reconoce la cara y debía dejar obsoletas las contraseñas. En su plan de negocio preveía facturar 561.000 euros en 2014 y 1,344 millones en 2015.

Con solo 8.617 euros de facturación llegó a valer 30 millones

Sin embargo, y pese a anunciar un principio de acuerdo con la patronal de banca de Perú por 600.000 dólares al año, aún no ha firmado. Según la empresa, la “fecha límite” para lograr el contrato se cumplió el jueves. En un correo electrónico, una portavoz de Facephi afirma que "el proyecto sigue abierto y sigue avanzando a buen ritmo pesar de los retrasos sufridos" y que notificarán al mercado si hay novedades.

“Evidentemente, si por diversas razones se demorara la firma de los contratos que se esperan conseguir durante los próximos meses o se cancelan algunos de estos proyectos, y dada la situación de la compañía que se encuentra en una fase inicial comercial, la empresa podría tener dificultades para seguir funcionando”, admite Facephi en sus cuentas.

La sociedad está inmersa en una ampliación de capital de 1,5 millones de euros, en la que sus directivos se han comprometido a aportar la mitad. Buscan inversores a un precio de 1,5 euros por acción. Eso es casi el doble de la cotización de la firma ahora: el jueves cerró a 0,84 euros después de caer un 40% en lo que va de año. La empresa cree que la acción "está por debajo del valor del mercado" y, según su portavoz, están convencidos de que tendrán "el respaldo de los inversores".

Facephi no ha firmado el contrato clave en Perú que anunció para abril

Pese a las pérdidas, Facephi ha contratado con empresas de sus directivos y principales accionistas. En 2014, pagó 157.647 euros a cuatro sociedades de Salvador Martí (presidente), Javier Mira (vicepresidente) y Juan Ortiz (consejero y secretario). Estos prestaban “asesoramiento jurídico”, “servicios relacionados con la tecnología de reconocimiento facial”, “consultoría comercial informática” y “asesoramiento estratégico para la expansión comercial”.

Facephi defiende que esos pagos son algo "ético y legal": "Estos gastos de 2014 corresponden al primer semestre del 2014 cuando todavía no éramos cotizados, y gran parte del salario era facturado por las empresas de sus fundadores. Una vez cotizados, no existen facturas de empresas vinculadas, y toda relación laboral es a jornada completa y en nómina", señala en respuesta a este diario.

Una de las empresas que vende servicios a Facephi es el Instituto Biométrico de Reconocimiento Facial F7. Se trata de la antigua empresa de los principales directivos y que se dedicaba a lo mismo. La empresa nació en 2007 y dos años después recibió un préstamo del CDTI, dependiente del Ministerio de Economía, de 332.208 euros para desarrollar el software. No ha devuelto ni un euro, según fuentes del CDTI. Pese a cotizar en Bolsa, Economía no localiza a sus directivos y los ha demandado por impago. "Serán los administradores de F7 los que se harán cargo de la deuda de F7, y nada tiene que ver con Facephi", replica la empresa.

F7 llegó a anunciar que había instalado su sistema de reconocimiento facial en el Empire State Building de Nueva York, y por ello la entonces ministra de Ciencia, Cristina Garmendia, le entregó el galardón como “la mejor start-up innovadora de España, en unos premios organizados por El Mundo en Valencia”. Después el presidente de Facephi, Salvador Martí, admitió a este diario que no llegó a colocar el sistema y achacó las publicaciones en prensa a un malentendido. En 2012, Salvador Martí y Javier Mira cerraron F7 y fundaron Facephi.

Salvador Martí es presidente y el principal accionista de Facephi con un 24,89% de la compañía. Además, es administrador de F7, de la que posee el 8,55%. Javier Mira es vicepresidente ejecutivo de Facephi, de la que posee el 9,29% (segundo accionista). Además, es administrador y ostenta el 6,86% de las acciones de F7. El tercer accionista de Facephi, Juan Alfonso Ortiz Company (con un 9,77%) también lo fue de F7, siempre según la documentación publicada por la empresa.

Facephi volvió a conseguir préstamos de instituciones públicas. Según las cuentas, recibieron 116.116 euros prestados del Instituto Valenciano de Finanzas. También tienen préstamos del Instituto de Crédito Oficial.

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