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El FMI calcula que España creará más de 600.000 empleos hasta 2016

La economía española recibe la mayor revisión al alza de las previsiones, solo superada por India, y crecerá un 2,5% este año

Foto: atlas | Vídeo: Atlas

España rivaliza con Reino Unido en ritmo de crecimiento y con Grecia en la carrera por el título al país con más paro de Europa. Esa es la fotografía en blanco y negro que el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha presentado este martes en Washington para la cuarta economía de la eurozona: el PIB avanzará un 2,5% este año y un 2% el siguiente, el ritmo más intenso entre los grandes del club de la moneda única. Pero la gran herida de la crisis sigue abierta y sangrante: el paro seguirá por encima del 20% incluso al finalizar 2016. Y eso, a pesar de que el Fondo calcula que entre este año y el siguiente se crearán unos 610.000 puestos de trabajo. Para este año espera 350.000 puestos más, casi el triple de lo que pensaba en la cumbre de octubre.

En tan solo tres meses, el FMI ha elevado en medio punto lo que espera de la economía española para este mismo año (calculaba un progreso del 2% el pasado enero) y le ha añadido un par de décimas al pronóstico de 2016 en el informe de perspectivas con el que arranca la reunión de primavera de la institución. Al Fondo le ha costado creer que la demanda interna tendría empuje suficiente para sumarse a la recuperación, después de años de recortes, bajadas de salarios y destrucción de empleo, pero esta ha dado un paso al frente. Hasta la construcción ha hecho acto de presencia y vuelve a aportar ya crecimiento a la economía, por primera vez desde el pinchazo de la gran burbuja. Y a la caída del precio del petróleo y la depreciación del euro se suman ahora unos estímulos monetarios sin precedentes por parte del Banco Central Europeo (BCE).

Estos son los elementos en los que se basa el organismo que dirige Christine Lagarde para llevar a cabo la séptima revisión –o corrección- al alza consecutiva en los pronósticos. De las previsiones del Fondo hay que atender a la música, más que a la letra, ya que las tendencias de las que habla, los riesgos de los que advierte, se convierten en una referencia, pero tiene mucho que mejorar en sus predicciones: fue el que más falló con España respecto a 2014, según un análisis que realiza ESADE con los pronósticos de 24 instituciones realizadas en otoño del anterior. El FMI vaticinaba puro estancamiento (0%), cuando el PIB recorrió un 1,4%.

El Fondo siempre prefiere errar por defecto que por exceso. Ahora sigue quedando modesto respecto a lo que espera para 2015 el Gobierno –un avance de hasta el 3%- o el Banco de España (2,8%), pero se atreve con dos décimas más que la Comisión Europea, que en febrero calculaba un 2,3%.

Esta ensalada de porcentajes se refiere al producto interior bruto (PIB), el indicador de referencia de la actividad, pero la economía de un país es algo más y España no logra vencer su gran talón de Aquiles. El año pasado se creó empleo por primera vez desde que estalló la crisis, casi 434.000 puestos de trabajo, pero aún quedan 5,4 millones de personas sin un trabajo con el que ganarse la vida, con datos de cierre de 2014. Eso deja la tasa de paro en el 23,7%. Según el Fondo, ese 2,5% de tirón del PIB de 2015 solo aportará dos décimas menos de paro, así que la tasa quedará en el 22,6%, y el 2% de tirón de 2016 se traducirá en una tasa del 21%.

Si se mantuviera el ritmo de generación de puestos de trabajo logrado en 2014, serían necesarios más de ocho años para recuperar todo lo perdido durante la crisis. En cambio, el ministro de Economía, Luis de Guindos, hizo este mismo mes unos números muy distintos en lo que a PIB se refiere: en 2016 se podrían recuperar los siete puntos que se perdieron desde 2008.

Según el Fondo, el 2,5% de tirón del PIB de 2015 solo recortará dos décimas de paro, la tasa quedará en el 22,6%. Y en en 2019 —todo un ejercicio de futurología— aún rozará el 18%. Y es que las previsiones de crecimiento para España van encogiendo, hasta el 1,8% en 2017 y un 1,7% anual hasta 2020. No escapa a ese menor crecimiento potencial que el FMI teme en el mundo: la problación crece menos y la productividad es pobre.

Hay más optimismo con el déficit: lo sitúa en el 4,3% en 2015 , 2,9% en 2016 y 1,5% a partir de 2019. Pero no cree que la deuda pública baje del 100% hasta 2018.

El Fondo volverá a revisar sus previsiones en julio y entonces puede volver a elevar el crecimiento previsto. Para entonces ya se podrán comprobar los efectos de las compras de deuda pública a gran escala por parte del BCE, un plan que busca estimular la economía y frenar la caída de precios. En España, que según el FMI es el país con más riesgo de deflación en la zona euro, bajarán un promedio del 0,7%, cuando en octubre preveían un avance del 0,6%, según el informe del Fondo. Las compras del BCE, de momento, lograron la semana pasada que el Tesoro emitiera letras con tipos de interés negativos, es decir, que los inversores pagaran por prestar dinero al Estado. Ahora falta ver qué efecto consigue en las familias.

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Sobre la firma

Amanda Mars
Directora de CincoDías y subdirectora de información económica de El País. Ligada a El País desde 2006, empezó en la delegación de Barcelona y fue redactora y subjefa de la sección de Economía en Madrid, así como corresponsal en Nueva York y Washington (2015-2022). Antes, trabajó en La Gaceta de los Negocios y en la agencia Europa Press

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