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EE UU quiere flexibilizar visados para atraer inversiones

El Gobierno de Obama presenta nuevas directrices que facilitan la concesión de permisos de residencia a trabajadores transferidos

El secretario Lew, este martes en la conferencia.
El secretario Lew, este martes en la conferencia.YURI GRIPAS (REUTERS)

En un momento de despunte de su economía, Estados Unidos pone el foco en las inversiones extranjeras. El Gobierno federal ha organizado un congreso con la participación de representantes de unas 1.300 compañías de 70 países y unos 500 cargos gubernamentales y económicos para tratar de atraer proyectos empresariales a la primera potencia mundial.

El objetivo: vender las bondades de EE UU. Lo hizo el lunes el presidente Barack Obama en la segunda edición de la conferencia SelectUSA, celebrada en un hotel en National Harbor (Maryland), a las afueras de Washington. Y este martes repitieron el mensaje varios miembros de su gabinete. “Estados Unidos es el mejor lugar del mundo para hacer negocios”, proclamó el secretario del Tesoro, Jacob Lew, que citó el sistema educativo, el amplio mercado, el espíritu emprendedor, las infraestructuras y el bajo coste energético.

EE UU es el mayor receptor mundial de inversión extranjera, que alcanzó los 92.000 millones de dólares en 2014, según datos oficiales preliminares. La iniciativa SelectUSA nació en 2011 y desde entonces, según la Casa Blanca, ha ayudado a captar más de 20.000 millones de dólares en inversiones y ha creado miles de empleos en EE UU.

Pero Washington también busca disipar reticencias. El marco migratorio es una. En su intervención, Obama anunció una reforma para hacer “más rápido y sencillo” el sistema de visados que permiten a empresas trasladar, un máximo de tres años, a trabajadores especializados desde el extranjero a EE UU para que se instalen en oficinas de esa empresa o abran nuevas. “Podría beneficiar a centenares de miles de trabajadores y a sus empleadores. Y a la vez, beneficiar a toda la economía e incentivar inversiones”, señaló.

Obama anuncia una reforma para hacer “más rápido y sencillo” el sistema de visados que permiten a empresas trasladar a trabajadores especializados desde el extranjero a EE UU

El Departamento de Seguridad Nacional “aclarará”, según dijo el presidente, las directrices para la concesión de estos visados -llamados L-1B-, que en 2014 fueron denegados al 35% de los solicitantes, según datos oficiales citados por la organización NFAP. Son uno y seis puntos más respectivamente que en los dos años previos.

Las nuevas directrices se someterán primero a un análisis público de 45 días, tras el cual podrían sufrir cambios. Entrarán en vigor el 31 de agosto y no necesitan de la autorización del Congreso. Las directrices establecen criterios menos rigurosos a la hora de analizar si se conceden dichos visados, según detalla el memorándum hecho público este martes.

“Aflojar [ese sistema de visados] y permitir a los empresarios cualificados moverse libremente es sumamente importante”, dice el embajador de EE UU en España, James Costos, en una entrevista en los márgenes de SelectUSA.

La Embajada estadounidense ha coordinado la presencia de una delegación de 26 empresas españolas (entre ellas Inditex, BBVA, Iberdrola y Repsol) y una decena de instituciones en la conferencia. Son cuatro empresas más que en la cita de 2013. Han hecho lo mismo las embajadas norteamericanas en una sesentena de países.

Costos habla de una “victoria” mutua para EE UU y España. Un win-win en el término inglés. Las empresas españolas que participan en la conferencia, dice, ganan posibilidades de expandirse y “oportunidades que no encuentran en España” y todo ello beneficia a la economía estadounidense.

En otra metáfora, el embajador describe una “calle de doble dirección”: alienta a que los españoles aprovechen las “muchas” oportunidades laborales que hay en EE UU, pero pide que si lo hacen se lleven de vuelta “esas habilidades” a España y también busca fomentar el emprendimiento en España para reducir la elevada tasa de desempleo y la necesidad de emigrar.

Costos explica que una de sus prioridades es impulsar mayores contactos entre empresarios e inversores de ambos países. “Hacer que la gente sea consciente de lo que existe. Si no lo saben, no pueden hacer inversiones”, esgrime. El embajador atribuye la buena salud de los lazos económicos entre EE UU y España a una mayor conciencia sobre las oportunidades mutuas. “Es un momento muy positivo económicamente para la relación”.

Permitir a los empresarios cualificados moverse libremente es sumamente importante” James Costos, embajador de EE UU en España

EE UU fue en 2014 el primer destino fuera de la Unión Europea de las exportaciones españolas, con un incremento interanual del 22,6%, según datos del Ministerio de Economía. El saldo comercial fue positivo y aumentó un 121,6%. España fue en 2013, el último año con datos del Gobierno estadounidense, el noveno mayor inversor extranjero en EE UU, con un alza interanual del 2,7%. Y EE UU fue en 2014 el mayor inversor extranjero en España, duplicando las cifras de 2013, según Economía.

Rubén Medina es una de los integrantes de la delegación española en SelectUSA. Trabaja como responsable de cuentas en la oficina en Miami de Solutex, una empresa que produce y comercializa soluciones médicas con Omega 3. Su objetivo en la conferencia es discernir qué Estado de EE UU es el más adecuado para que la compañía instale su primera fábrica en el país. Ha visitado los estands de los Estados -en que ofertan desde recortes fiscales a su red de infraestructuras- en la conferencia y ha mantenido varias reuniones. Subraya que lo que más beneficiaría a los empresarios españoles sería el tratado de libre comercio que negocian EE UU y la UE.

Otro integrante es Álvaro Schweinfurth, director adjunto del Departamento de Política Exterior de la patronal empresarial CEOE. “Es un mercado que ofrece enormes oportunidades a las empresas españolas”, sostiene, por su capacidad adquisitiva y seguridad jurídica. Pero también ve aspectos a mejorar: cree clave que el tratado de libre comercio incluya un sistema de homologación de títulos académicos y facilite a los europeos trabajar temporalmente en EE UU.

Las trabas migratorias son una queja recurrente de las grandes multinacionales, especialmente de las firmas tecnológicas de Silicon Valley. El número de visados (del tipo H-1B) para emprendedores y determinados trabajadores altamente cualificados está limitado a 65.000 al año, casi la mitad de la cifra de solicitantes, según datos citados por el diario Los Angeles Times.

Obama incluyó en su decreto migratorio, anunciado en noviembre, modestas modificaciones para ese tipo de empleados tecnológicos. Para lograr cambios de calado es necesaria la aprobación del Congreso, lo que parece improbable dado el rechazo del Partido Republicano, que domina las dos cámaras. El presidente lo admitió en la conferencia: “Una cosa que haría América aún más atractiva para las empresas [...] sería una reforma migratoria integral”.

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