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La crisis de deuda de Argentina no se amplía a títulos públicos locales

El juez Griesa se desdice del bloqueo que había impuesto ocho días antes contra el pago de vecimientos de esos bonos

Alejandro Rebossio

La crisis de deuda de Argentina no se ampliará a los títulos públicos que el país emitió bajo su propia jurisdicción. El pasado viernes, el juez de Nueva York Thomas Griesa se desdijo del bloqueo que había impuesto ocho días antes contra el pago de vecimientos de esos bonos. La autorización de la transferencia fue lograda por una gestión del Citigroup, el banco norteamericano que opera como agente de pago de esos títulos y que estaba bajo amenaza del Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner en caso de acatar el anterior fallo de Griesa.

Por una sentencia definitiva del juez neoyorquino, Argentina no ha podido pagar más su deuda reestructurada en 2005 y 2010 bajo legislación de EE UU y Reino Unido desde el pasado julio. Para sortear ese bloqueo, debería abonar lo reclamado por los ‘fondos buitre’ y otros acreedores que rechazaron aquellas reestructuraciones, exigencia que Fernández se niega a admitir. En un principio el pasivo refinanciado bajo ley argentina había quedado excluido del fallo y se seguía abonando con normalidad, pero el pasado día 12 Griesa, de 84 años, cambió de opinión y también lo bloqueó. Es así que el próximo día 31 Argentina iba a incurrir en un impago de su deuda emitida en su propio territorio, con lo que se ampliaría la crisis financiera. Finalmente, el juez neoyorquino autorizó ese pago y también otro del próximo junio.

El día 31 Argentina iba a incurrir en un impago de su deuda emitida en su propio territorio

En el cambio de opinión de Griesa influyó la presión de Citigroup, que se encontraba entre la espada y la pared. Por un lado, el banco norteamericano se mostraba dispuesto a acatar la sentencia de la justicia de su país. Por el otro, el Gobierno de Fernández le advertía que su subsidiaria argentina debía cumplir con la ley del país sudamericano y transferir los 3,7 millones de dólares que el 31 de marzo Argentina debe abonar a sus acreedores.

“Los bancos que operan en Argentina deben cumplir con las leyes argentinas”, advirtió el pasado viernes Fernández, antes de que se conociera el nuevo fallo de Griesa. La presidenta designó entonces un veedor para controlar que Citigroup cumpliera con la transferencia. La filial argentina, que representa el 2% de sus negocios globales, podía perder su licencia para operar en este país en caso de que el dinero no llegara a manos de los inversores. La autorización final del juez de Nueva York trajo alivio al banco norteamericano. Y también a los acreedores que temían dejar de cobrar.

La economía argentina, mientras tanto, no ha sufrido tanto como se prevía el impacto de la crisis de deuda. El PIB creció 0,5% en 2014, según el Gobierno. Consultoras y bancos encuestados por la firma FocusEconomics calculan que en realidad la economía se contrajo 0,7%. La inflación asciende al 20,9%, según el Instituto Nacional de Estadística, o al 31,4%, según consultoras relevadas por parlamentarios de la oposición.

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