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La oposición portuguesa carga contra los “olvidos” fiscales de Passos Coelho

El primer ministro de Portugal argumenta que desconocía sus deudas y que cuando lo supo pagó con recargo

El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.
El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho.PIERRE-PHILIPPE MARCOU (AFP)

“No tenía conciencia de esas obligaciones contributivas”. La presunta ignorancia del primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, no le salvó de las críticas de la oposición parlamentaria por sus olvidos y retrasos fiscales antes de acceder al cargo en 2011. “No tuve conciencia de esas obligaciones fiscales y cuando las tuve —y no porque alguien me avisara sino porque pregunté sobre mi situación—, regularicé a un coste más elevado”, explicó Passos Coelho en la sesión parlamentaria de control de Gobierno, celebrada en la tarde del miércoles. El primer ministro insistió en que recibió el mismo trato que cualquier ciudadano que paga con retraso.

Sus explicaciones parlamentarias llegaban después de declaraciones a los medios en los que sus justificaciones de los impagos variaban:  “Desconocía los incumplimientos”, declaró a unos; “estaba convencido de que las contribuciones a la seguridad social eran opcionales”, dijo a otros; “fue una distracción” o que era por “falta de dinero”. El portavoz socialista insistió en la tardanza en pagar, pues conocía la deuda en 2012 y hasta hace unos meses no se regularizó. "Insistí en hacerlo, pese a que la deuda a la seguridad social había prescrito".

“No soy de aquellos que no pagan lo que tienen que pagar a Hacienda o que no declaran los bienes que tienen”, respondió Passos Coelho al portavoz socialista, Ferro Rodrigues.

El comunista Jerónimo de Sousa le recordó que conoció la deuda en 2012 pero que no pagó hasta 2015, cuando el diario Público difundió la información. Passos Coelho se refugió siempre lo mismo: “He pagado y no he recibido ningún trato de favor. Si pagué con retraso, pagué con recargo”.

Catarina Martins, del Bloco de Esquerda, fue la única que le pidió su dimisión. “No tiene condiciones objetivas para ocupar el cargo”. El primer ministro le ofreció certificados de Hacienda y de la Seguridad Social donde se reconoce que no tiene deuda alguna.

A ocho meses de las elecciones, los partidos tratan de sacar ventaja de cualquier desliz del opositor, aunque en las encuestas preelectorales no parecen hacer mella. En la publicada, este miércoles por el diario Negocios, el PS de António Costa recibe el 36,1% de intención de votos, pero pierde 6 décimas en un mes y cuatro puntos desde que fue elegido secretario general.

El segundo lugar es para el partido del primer ministro, el PSD, con 28,9%, perdiendo 2,2 puntos en cuatro meses. Su compañero de coalición, el CDS, sube al 6,1% (ocho décimas).

El Partido Comunista sube hasta el 10,7% y se reafirma en la tercera fuerza; en Portugal no hay resquicio para las corrientes tipo Podemos, pues sus herederos naturales como Bloco de Esquerda tiene un 4% y Livre cae al 1,6%.

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