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La Autoridad Fiscal solo cuenta con la mitad de la plantilla necesaria

La Airef tiene 31 empleados, cuando el FMI aconsejó al menos 65 trabajadores

Alejandro Bolaños
El presidente de la Autoridad Fiscal Independiente (AIREF), José Luis Escrivá.
El presidente de la Autoridad Fiscal Independiente (AIREF), José Luis Escrivá.

El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), José Luis Escrivá, lleva apenas un año en el puesto. Y según ha explicado este martes en la comisión de Hacienda en el Congreso, la institución, cuya puesta en marcha había sido exigida una y otra vez al Gobierno español por la Comisión Europea, solo empezó a estar operativa en otoño pasado. Y lo ha hecho a medio gas: Escrivá precisó que la Airef cuenta con 31 empleados, cuando un estudio “en colaboración con el Fondo Monetario Internacional” había fijado en 65 personas “la plantilla adecuada para cumplir con las funciones asignadas”.

Esas funciones incluyen informes obligatorios sobre la elaboración de las cuentas públicas de todos los niveles de la Administración, así como la evaluación de sus objetivos de déficit y de deuda, y de los ajustes planteados para corregir desviaciones, de las reglas de gasto, de la forma en que se calcula la revalorización de las pensiones, de las previsiones económicas oficiales o del programa de estabilidad que España presenta cada año a la Comisión Europea. Una misión muy exigente, que se complementa con la posibilidad de formular opiniones sobre cualquier cuestión que tenga que ver con la estabilidad presupuestaria a largo plazo. Y para la que la Airef considera que no cuenta ni con la mitad de los recursos necesarios. Una reciente recopilación del Banco de España situaba a la Autoridad Fiscal entre las que cuenta ya con más plantilla en la zona euro, solo detrás del organismo holandés (120 empleados), que es la referencia europea en este ámbito.

La Airef ha hecho 64 recomendaciones, pero solo se han cumplido en 12 ocasiones

“La Airef espera que en un futuro próximo pueda seguir completando su plantilla hasta alcanzar la dimensión adecuada para cumplir sus funciones con plenitud”, ha afirmado Escrivá ante los diputados, para señalar que la Autoridad Fiscal ha tratado de cumplir con la mayor parte de sus cometidos en su primer año de andadura. “Necesitamos recursos adicionales para anticipar riesgos de incumplimiento presupuestario en todos los niveles de administración, y también personas más especializadas en demografía, mercado laboral, etc, para cumplir con nuevas exigencias”. El presidente agradeció aquí “el esfuerzo de la plantilla de la Airef” y al gobernador del Banco de España, Luis Linde, “la cesión, sin coste alguno, de cinco expertos” del supervisor financiero para compensar la falta de empleados.

En este tiempo, la Airef ha publicado 22 informes y 3 opiniones, que incluían 64 recomendaciones. La Autoridad Fiscal ha hecho el seguimiento exigido de las cuentas estatales y autonómicas, así como del mecanismo de revalorización de las pensiones, pero no ha podido hacer lo mismo con las cuentas locales, las reglas de gasto, o los objetivos de deuda pública. Y no solo por falta de recursos. Escrivá detalló aquí que ha habido “deficiencias en la disponibilidad de acceso a la información relevante”, de modo que 10 de las recomendaciones están orientadas a que las Administraciones faciliten el acceso a la información.

Aun así, Escrivá agradeció el acceso a la “información no pública” que le han brindado las comunidades autónomas sobre gastos e ingresos. Pero también añadió que “hay problemas” con el comité de cuentas públicas que preveía la ley, del “que no tiene noticias”. La Autoridad Fiscal ha pedido por carta al INE, al Banco de España y a la Intervención General, que forman ese comité, información sobre su cometido (coordinar la metodología con la que se elaboran las cuentas públicas).

Escrivá cree poco realista ajustar la deuda pública del 100% al 60% del PIB en cinco años

Junto a la necesaria colaboración de las Administraciones, Escrivá consideró clave que éstas cumplan con las recomendaciones, o que expliquen por qué no lo hacen, que es el mecanismo establecido en la ley. “El diálogo público entre la Airef y las administraciones competentes ha sido escaso”, lamentó Escrivá, quien lo atribuyó a “cierto desconocimiento sobre cómo proceder ante una fórmula novedosa en España”, a “un proceso de aprendizaje” y también a “la ausencia de una regulación más explícita sobre la forma de plasmar el principio de ‘cumplir o explicar”, laguna que la Autoridad Fiscal se ha propuesto cubrir con una normativa más detallada en las próximas semanas. De hecho, hasta ahora solo se han cumplido 12 de las 64 recomendaciones y ninguna administración ha explicado porqué hace caso omiso a la Airef.

“El problema de la falta de recursos es que quien tiene que aprobar su Presupuesto, es el mismo que el que tienen que controlar”, indicó Pedro Saura, portavoz socialista de Hacienda, sobre la vinculación funcional de la Autoridad Fiscal con el Ministerio de Hacienda, que volvió a criticar. Los diputados de la oposición inquirieron a Escrivá sobre el cumplimiento de la ley de Estabilidad y del objetivo de deuda (llegar al 60% del PIB en 2020, cuando ahora bordea el 100% y no deja de crecer).

Escrivá recordó que la Autoridad Fiscal ya ha recomendado al Gobierno que aproveche la “ventana” que abre la propia ley para ser reformada en 2015, y opte por nuevas sendas de ajuste, al considerar que las establecidas en disposiciones adicionales a la norma “no son realistas”. El presidente de la Airef valoró las medidas de apoyo a la liquidez a comunidades y ayuntamientos, pero consideró que, pasado “el momento de urgencia”, estos fondos deben encajarse en la ley de Estabilidad. Y pidió que el reparto de los objetivos de déficit entre los distintos niveles de la Administración se haga con criterios objetivos.

“La credibilidad de las cuentas públicas españolas es un componente muy importante de la credibilidad exterior del conjunto de la economía española”, afirmó Escrivá tras recordar que ahora el grueso de la deuda externa, cercana al 170% del PIB, es deuda pública, cuando en 2008 era deuda privada. El presidente de la Autoridad Fiscal sigue considerando “muy exigente” el objetivo de déficit (un 4,2% del PIB) para 2015 pese a la mejora económica.

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