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La Caixa da la batalla en Portugal

La oferta del banco español sobre BPI se topa con la resistencia de Isabel Dos Santos

Un cartel con el logo de BPI en la antigua sede de la entidad en Lisboa.
Un cartel con el logo de BPI en la antigua sede de la entidad en Lisboa. Thomas Meyer (Bloomberg)

Parecía una opa —oferta pública de adquisición— de libro. El principal accionista (44,1%) quiere alcanzar la mayoría de capital y de votos y, para ello, ofrece pagar la acción un 27% por encima de su valor la víspera del anuncio. Una opa elemental, clara y de efectos rápidos. Error. La opa de Caixabank sobre el Banco Portugués de Inversiones (BPI) nace después de muchos intentos para intentar romper el bloqueo de votos. Pese a su 44%, el banco español solo tiene el 20% de los derechos de voto puesto que los estatutos de la entidad fijan ese límite, prácticamente los mismos derechos que Santoro (18,6% del capital), la sociedad de la empresaria angoleña Isabel Dos Santos, hija del presidente del país africano.

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Pese a las frustradas negociaciones con Dos Santos, el banco español se decidió a lanzar una opa, pero con una condición: desbloquear ese límite estatutario. Pero la oferta de Caixabank saltó por los aires durante la semana cuando el hombre de confianza de Dos Santos en el consejo de BPI, Mário Leite Silva, envió una carta a Caixabank en la que, aparte de rechazar el precio de la oferta, señalaba que lo mejor era fusionar BPI con el Banco Comercial Portugués (BCP).

El consejo, reunido durante dos días con la ausencia expresa de los consejeros españoles, siguió el camino trazado por la representación de Dos Santos: rechazó el precio de la opa y valoró la acción en casi el doble (2,26 euros), resultado de calcular la actividad en Portugal en 1,12 euros por acción, la de Angola en 0,92 y las sinergias resultantes en 0,22. La posición angoleña en el consejo fue mucho más dura que lo que reflejó el comunicado final.

Las reacciones demuestran que Caixabank no controlaba BPI, que le fallan sus presuntos apoyos (fundamentalmente, el del presidente y fundador, Arturo Santos Silva) y que la operación era la última salida para intentar resolver una situación enquistada. La carta del representante de Dos Santos, y su posterior actuación en el consejo, dejan algunas claves.

En la carta de los angoleños se reconoce que han estado hablando con accionistas de referencia de BCP para negociar una fusión y que les parece bien. Sin necesidad de nombrarlos, se trata del mayor accionista de BCP, Sonangol (20%), la petrolífera estatal de Angola, país que preside Eduardo Dos Santos, padre de Isabel.

“La oferta de Caixabank no refleja correctamente el valor de BPI ni su potencial de crecimiento”, dijo el consejo de BPI. El valor es el “adecuado” contestó Caixabank. Unos ofrecen 1,329 euros y los otros quieren 2,26. La brecha abierta es inasumible para unos y otros.

Además, el consejo de BPI recrimina la falta de referencias en la opa a su división africana, el Banco de Fomento de Angola (BFA). El consejo valora ese negocio en 0,92 céntimos por acción. Es decir, que si se descuenta ese lapsus, prácticamente no hay diferencia entre los que ofrece el banco español y el precio que quieren los consejeros (1,32 contra 1,34). La indiferencia formal de Caixabank sobre el BFA, y el interés de Dos Santos en él, no deja de ser un punto de encuentro.

Dos Santos no quiere un proyecto ibérico. “Tenemos las mayores reservas a cualquier proyecto que, no salvaguardando la independencia de gestión del BPI [o sea, mantener el bloqueo de los votos en un máximo del 20%], implique la consolidación en una estructura ibérica”, dice la carta angoleña. En el consejo, su autor, Leite Silva, defendió que “el futuro de la banca pasa por movimiento de consolidación”. Traducción: fusión BPI entre y BCP.

“Vamos a devolver el sentimiento de ambición al sistema financiero portugués”, ha dicho Dos Santos. El resultante de la fusión BPI y BCP, en términos nacionalistas, quedaría así: Angola, (Sonangol, Santoro e Interoceánico), 20,95%; España (Caixabank y Banco Sabadell), 16,97%; Portugal (Violas, Arsopi, Nors y Bernardo), 3,56%; Alemania (Allianz), 2,67%; China (EDP), 1,94%; y Luxemburgo (Alken), 1,59%. Queda claro el ganador.

El pasado octubre 130 bancos europeos se sometieron a las pruebas de solvencia y liquidez del Banco Central Europeo. La calidad de los activos del BCP fue de 10,3% por el 15,2% de BPI; en el examen de estrés básico, 8,8 contra 9,5% y en estrés severo el 3% de BCP (el mínimo exigido es el 5,5%) por el 6,1% de BPI.

La operación se va a alargar, va a tener derivaciones aún no desveladas, pero en cualquier caso, para cualquier movimiento, tanto necesita Caixabank a Isabel Dos Santos, como Dos Santos a Caixabank. 

Poder y mucho dinero angoleño

No fue 2014 un gran año para la familia Dos Santos, en particular, y para Angola, en general. El precio del petróleo —el 45% del PIB y 98% de las exportaciones— cayó de los 81 dólares presupuestados para 2015 a los 40. El presidente Eduardo Dos Santos limitó la transferencia de capitales y la importación de bienes básicos.

Como prueba de que los males no llegan solos, su hija Isabel, dejó de ser la mujer más rica de África, en favor de la nigeriana Folorunsho Alakija, (3.100 millones de euros contra 6.600). Isabel es la responsable de mover por el mundo los intereses económicos de la familia, principalmente en finanzas y telecomunicaciones.

A través de múltiples sociedades intermediarias, posee el 42,5% del banco angoleño BIC y el 18,6% del BPI portugués. Este último, a su vez, es dueño del banco angoleño BFA, donde Dos Santos detenta el 49,9%. Como a Caixabank no le interesa el BFA y a Isabel, sí, es lógico pensar que Dos Santos se hará con la totalidad del BFA y por una módica cantidad (en torno a los 400 millones de euros). La fusión de BFA con BIC la convertiría en la primera banquera del país.

En telecomunicaciones, posee el 75% de Unitel, la primera telefónica móvil angoleña. El 25% restante se lo vendió a Portugal Telecom por más de 12.000 millones y, cuando lo desee, lo recuperará por menos de 1.000 (de momento, desde 2012 les ha dejado de pagar los dividendos). Unitel se ha extendido por Cabo Verde, Mozambique y Santo Tomé.

En Portugal, controla con la compañía Sonae la operadora Zon, que posee el 27% del mercado y es líder en televisión de pago. Sin embargo, ni aquí Dos Santos se ha mantenido fiel a sus socios, la familia Azevedo, pues le acaba de quitar dos directivos de su división de supermercados Continente para pasar a trabajar en la suya, Condis. Así que con Isabel Dos Santos solo salta una duda: ¿Qué es mejor, estar a buenas o estar a malas?

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